Revista Política

La monarquía y la república son formas de gobierno

Publicado el 16 febrero 2015 por Manuel Vega Fierro @mvegafierro
Me aburrí mucho estudiando la carrera de Derecho. Muchísimo. Tanto que jamás quise encaminar mi vida profesional en esa dirección. Pero, pese al tedio, aquellos años aprendí algunos conceptos clave que conservo a buen recaudo en mi memoria. Más bien pocos, pero tan ciertos como que tras la noche llega el día. 

De uno ya hablé hace tiempo en este blog. Y hoy toca hablar de otro muy de actualidad desde que en la política española se plantea la posibilidad de un referéndum para que los ciudadanos elijan entre monarquía y república. 


La monarquía y la república son formas de gobierno

Lo marcado en rojo es una de las muchas definiciones que en la prensa se dan por ciertas sin serlo. Una gran cantidad de diarios nos cuentan que la monarquía y la república son formas de Estado, pero no lo son. En su lugar, tanto una como otra son formas de gobierno

Por fortuna, en algunos medios se explica correctamente -se nota que consultan a profesores de Derecho Constitucional-, pero abundan las meteduras de pata. Quizá los periodistas las cometen porque entre los propios políticos hay quienes desconocen la diferencia entre una y otra forma. Sin embargo, eso no es excusa para los profesionales de la información, entre cuyas tareas, aparte de reproducir las declaraciones de los personajes públicos, también está el uso adecuado del lenguaje.

En una democracia, la forma de Estado no hace alusión a quién ostenta la jefatura de ese Estado -un monarca hereditario o un presidente elegido-, sino a la organización territorial del mismo. De esta forma, y en su clasificación más básica, un Estado puede ser unitario o federal. En el primero hay un solo centro de poder político, mientras que en el segundo el Estado está dividido en entidades con autonomía e incluso soberanía para sus asuntos internos

Ejemplos claros de Estado federal son los de Alemania, México Estados Unidos. En cuanto a los unitarios, son mayoría en el mapa del mundo, pero cada uno tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, España, cuya forma de Estado, el de las autonomías, está realmente a caballo entre el unitario y el federal. 

La monarquía y la república son entonces formas de gobierno, un concepto que también se denomina forma política del Estado. Así lo hace la Constitución Española de 1978 en su artículo 1.3. Esta definición en el texto constitucional es una manera de rizar el rizo, pero nunca puede dar lugar a abreviarla llamándola "forma de Estado". ¿Es lo mismo la Caixa que Catalunya Caixa? No. ¿Y Consejo Europeo y Consejo de Europa? Tampoco. 

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