La morosidad sigue aumentando

Más de 500.000 autónomos cierran sus negocios en la última década. La morosidad sigue aumentando en España

Pymes y autónomos en España siguen teniendo que enfrentarse a la amenaza de la morosidad día tras día. Sigue siendo un grave problema, un lastre que puede complicar su economía y su viabilidad. Cada año muchos negocios en nuestros país siguen cerrando, aunque con menos intensidad que en los años de crisis. En el primer semestre de 2017 entre 20.000 y 25.000 autónomos y pymes tuvieron que dar por finalizada su actividad impagos de las AAPP o empresas privadas. La morosidad sigue aumentando, aunque el Congreso está trabajando en una medida para remediarlo.

En los últimos 10 años más de 500.000 autónomos tuvieron que cerrar sus empresas por culpa de la morosidad pública o privada. El periodo medio de pago las facturas a autónomos está muy por encima de lo que dice la ley (30 días para deudas de la Administración y 60 días para la privada). La Administración tarda en pagar 61 días mientras que la empresa privada tarda 71 días de media. Cuando más grande es la empresa deudora, más tarda de media en realizar el pago de las facturas a sus clientes. Curiosamente, las pequeñas empresas (menos de 50 trabajadores) y los autónomos hacen frente a sus facturas a tiempo y cumplen los plazos.

Los autónomos denuncian que la morosidad es un lastre para los profesionales todavía y las empresas insisten en que para poder continuar con su actividad empresarial se deben poner en marcha acciones como sancionar los retrasos en los pagos. Miles de autónomos han estado reclamando un régimen sancionador para combatir la morosidad. Tras mucho debate, el pasado junio el Congreso acordó tramitar una iniciativa para que pymes y autónomos puedan cobrar sus facturas a tiempo. La iniciativa incluye una tabla de multas, desde los 60 euros hasta 800.000.

Los seguros de crédito son una solución eficaz para proteger a las empresas contra el riesgo de insolvencia e impago de sus clientes. Este seguro proporciona estabilidad, confianza y solvencia ante terceros, al tener el activo circulante asegurado.