La mujer moderna es libre

Actualmente casi cualquier portal de la red, tiene una sección con el siguiente título: "Mujer". Igualmente, los periódicos de gran tirada europeos tienen siempre una amplia sección con el mismo título, sino un suplemento dominical. También en las librerías de los centros comerciales se puede encontrar una estantería con la palabra "Mujer" entre las secciones de "Suspense" y "Jardinería". Existe una literatura "para mujeres" y existen revistas "para mujeres" en todo el mundo (Cosmopolitan, Elle, Mujer hoy...). ¿Por qué esa necesidad de definir la palabra "Mujer"? ¿Por qué es necesario hacer de la "mujer" un "tema", un "género", una "sección periodística"? ¿Qué entiende la ingeniería social por la palabra "mujer" y qué se quiere hacer entender con ella a través de los medios de comunicación masivos?

El mundo moderno sólo podrá declarar su victoria y culminar la total esclavitud del ser humano en un paradigma en donde el mismo esclavo escoja, defienda y ame su sometimiento, ¿Qué lugar tendrá la mujer en este mundo?

Es sencillo darse cuenta que la "mujer" que los medios de comunicación masivos ofrecen (en la publicidad, el cine, el deporte, la moda, la música...) no es en absoluto una mujer, es un modelo de comportamiento. La "mujer moderna" no es -con rigor- una mujer: es una imagen insertada como reclamo, medio, fin y presa publicitaria, dependiente de patrones de conducta comercializados, presionada para mostrarse en continua disponibilidad sexual, obstaculizada para tener hijos y obstaculizada para criarlos aun teniéndolos. ¿Alguien puede hablar de "liberación de la mujer"? Lo que el mundo moderno llama "liberación de la mujer" no es sino el estadio final y triunfal de la esclavitud total de la feminidad que hoy podemos llamar neo-patriarcado. La ironía resulta ser el sello del mundo moderno: la esclavitud es la libertad.

El razonamiento que se impone a la mujer puede expresarse de la siguiente manera: "Mujer, has estado sometida a mi poder crueldurante siglos. Lo que ahora necesito es que digas serlibre y feliz bajo ese sometimiento. Durante milenios trabajaste como mujer,ahora te obligaré a que trabajes en las mismas corporaciones, fábricas y oficinas donde se embrutecen los hombres. A esta obligación la llamarás "inserción en el mercado laboral". Estarás obligada a trabajar el doble para mí, y a esta obligación creerás elegirla libremente y la llamarás "tu derecho". De la misma manera, durante siglos te traté como una mera hembra para tener descendencia, ahora ni para eso me servirás: si antes te usaba para el fin detener hijos, ahora te usaré para el mero medio de concebirlos. Sólo servirás para saciar mi sexo estéril, para satisfacer mi lujuria, para saciar mi deseo.Te valoraré en la medida en la que me sirvas para mi placer, y te valorarás a ti misma en la medida en la que seas útil para ello: adelgaza, opérate, disfrázate, liposucciónate, silicónate, píntate, exponte, finge sonreír, finge placer, finge alegría... mientras seas apta para la fornicación, te valoraré. Después serás despreciada, y tan sólo podrás sobrevivir trabajando como un hombre, pensando como un hombre, siendo un hombre. A este final estadio de tu esclavitud le llamarás "liberación de la mujer" y llegarás a estar convencida de que es tu verdadera identidad conquistada por derecho propio..."
Y mientras tanto, el poder político seguirá vetado para la feminidad, e incluso éste se permitirá regodearse en su victoria, colocando en poderosos puestos ejecutivos a hombres burdamente travestidos como Angela Merkel, Margaret Thatcher, Hillary Clinton o Madeleine Albright. Mientras tanto, a la mujer común se le permitirá vivir en la medida en la que ame vivir su vida como fantasmagórica imagen.

Ninguna mujer debiera ser autorizada a quedarse en casa y criar sus hijos. La sociedad debiera ser totalmente diferente. Las mujeres no debieran tener esa elección, precisamente porque si hay esa opción, demasiadas mujeres la elegirán. 
Simone de Beauvoir