La nave espacial más rápida en la historia morirá para proteger vida extraterrestre

La nave espacial Juno se puso en marcha hace cinco años, con destino a Júpiter, en el segundo viaje tan esperado de la NASA al planeta gigante. La primera nave espacial, Galileo, abandonó la Tierra en 1989 y llegó a Júpiter después de un viaje de ocho años, antes de sumergirse en el planeta en 2003, en un suicidio mecánico intencional.
Juno, que llegó a Júpiter en el Día de la Independencia, en última instancia, llegará al mismo destino, un mortal buceo absorbente de la radiación en el planeta gaseoso, probablemente alguna vez en el año 2018, según el New York Times.

Y mientras que sólo llegar allí es enorme para la NASA, un funcionario dijo al Times que Juno era la "cosa más difícil que jamás había hecho la NASA", el buceo hacia la muerte traerá un triste final a las cosas, incluso si la nave transmitiera información científica valiosa a la Tierra a lo largo del camino.

¿Qué tipo de núcleo de roca tiene Júpiter? Y ¿qué pasa con la Gran Mancha Roja, una tormenta constante que ha existido durante cientos de años? Estos son los tipos de preguntas que la NASA tiene la esperanza de responder. Así que por qué el plan de suicidio mecánico al final de todo esto?

La respuesta, resulta en la vida extraterrestre, o al menos la posibilidad de la misma. Los científicos creen que varias de las lunas de Júpiter, como Europa, podrían ser los anfitriones de la vida, y quieren evitar cualquier posibilidad de que Juno con tierra contaminada con bacterias se estrelle contra ella, interrumpiendo el ecosistema.

Y eso es si Juno incluso llega a tanto tiempo. Júpiter emite una radiación potente, capaz de destruir una gran cantidad de cosas, incluyendo sistemas informáticos a bordo de la nave espacial. Ellos están forrados de titanio por esta razón, según el Times, pero, al igual que su predecesor Galileo, se espera que Juno pueda sostener pequeñas cantidades de radiación que lo dañarían cada vez que se mueve en órbita alrededor del planeta, lo que significa que la muerte, poco a poco, probablemente llegará a la nave espacial antes o después.

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