La Navidad en el arte | El embarazo de la Virgen

Hoy continúo el recorrido por la vida de la Virgen María en el arte en los momentos cercanos al nacimiento de Jesús. En esta ocasión me quiero detener en el embarazo. Encontrar a una mujer embarazada en una obra de arte es algo realmente excepcional. Así como en la actualidad las barrigas abultadas su muestran sin ningún problema, en el pasado no era un momento que se considerara digno de inmortalizar.
No conocía ninguna representación de la Virgen María embarazada hasta que mi querida amiga bloguera Anna nos deleitó con una preciosa entrada en la que nos hablaba de unas obras conocidas como las "Madonnas del parto".
En el siglo XIV, en la Toscana, empezaron a pintarse varias recreaciones de María en estado de buena esperanza. Con algunas variaciones, todas las Vírgenes del Parto siguen el mismo esquema. Solas o acompañadas por algún personaje secundario, María es retratada de pie mostrando su embarazo. Mientras con una mano acaricia con dulzura su vientre abultado, con la otra sostiene un libro cerrado, símbolo del Verbo Encarnado. El libro es una representación del Antiguo Tertamento que se reencarnará a través de Jesús.
Esta suerte de moda artística duró muy poco tiempo. Ya en el siglo XV, el Concilio de Trento no vio con buenos ojos esta recreación de la Virgen demasiado realista y natural y la sustituyó por otras escenas más divinas y deshumanizadas.
Si queréis conocer con más detalle algunas de las Madonnas del parto más bonitas lo podéis hacer visitando mi blog de arte y maternidad.