Revista En Femenino

La Navidad y la alergia infantil a los alimentos

Por Pequelia @pequelia

Alergias alimentarias infantiles

Existe una relación entre la Navidad y la alergia infantil a los alimentos, algo lógico teniendo en cuenta que en festividades navideñas se consumen diferentes alimentos y el consumo de frutos secos (una de las causas alérgicas) se incrementa significativamente. Turrones, pastas de todo tipo, polvorones y productos típicos de estas fiesta,s contienen una gran cantidad de frutos secos, para evitar complicaciones los alergólogos pediátricos recomiendan que los niños menores de tres años no coman frutos secos o alimentos que los contengan.

La SEICAP (Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica) informa de que muchos niños alérgicos (sin que los padres lo sepan) prueban los alimentos mencionados en las fechas navideñas por primera vez, en el hogar o fuera de él, y en ocasiones se producen las primeras reacciones alérgicas, siendo las de este tipo las más peligrosas y persistentes con respecto a otros alimentos, como pueden ser la alergia a los huevos o la alergia a la leche. Los estudios revelan que entre un 3 y un 8% de la población infantil padece algún tipo de alergias infantiles alimentarias, para quienes ya han sido diagnosticados, los padres deben incrementar el nivel de vigilancia y supervisar cualquier alimento, dado que los frutos secos están presentes en muchas elaboraciones culinarias. Una revisión de las recetas que se han de preparar es una medida inicial, si contiene frutos secos, buscar algún ingrediente que los sustituya.
Claro, que si se ha diagnosticado la alergia, el nivel de prevención es mayor, no ocurre lo mismo con aquellos niños que la sufren pero que todavía no han mostrado síntomas de ello. Algunas de las reacciones que se pueden producir son urticaria, rinitis, asma, trastornos digestivos, reacciones de anafilaxia, conjuntivitis, etc. Ante cualquier síntoma es conveniente apresurarse y acudir al centro de salud para que los niños reciban una medicación específica que contrarreste los efectos, ya que de lo contrario, las consecuencias podrían ser fatales para los pequeños. No está de más realizar un estudio alérgico para determinar si los niños sufren algún tipo de alergia alimentaria, pero con la proximidad de las fechas navideñas quizá no hay tiempo para ello, por eso el estado de vigilia de los padres se debe incrementar.

La pruebas diagnósticas se pueden realizar mediante la ingesta de pequeñas cantidades de los alimentos, procurando que sean alimentos triturados y ofrecidos al mediodía, ya que si se da una reacción alérgica por la noche, los síntomas pueden manifestarse más tarde y mientras duerme el niño, las consecuencias serían peligrosas. Es interesante incrementar la vigilancia durante los días festivos que se avecinan. Podéis conocer más detalles sobre la noticia y los consejos que nos proporciona la SEICAP, a través de su página oficial.

Por cierto, a través de este enlace podéis acceder de forma gratuita a la segunda edición del libro Alergias alimentarias: ¿y ahora qué?, publicación que resultará de gran interés y que ofrece información completa sobre cómo se produce una reacción alérgica, los diferentes tipos de síntomas existentes, cómo se realizan los diagnósticos, qué tipos de tratamientos existen, etc.

Foto | Andaluza Catalana

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