Revista Opinión

La NED y la promoción de la democracia (I)

Publicado el 24 marzo 2017 por Santamambisa1

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Por Mario Tapia

A inicios de marzo, como es habitual, la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) publicó su reporte anual 2016. Este documento recoge los dispendios realizados a organizaciones no gubernamentales, sindicatos, compañías privadas, partidos políticos y “grupos de oposición” de terceros países para su labor de “promoción de la democracia”.

La NED, creada en 1983 bajo la aprobación del entonces presidente republicano Ronald Reagan de los Estados Unidos, se autocalifica convenientemente como una corporación no gubernamental, privada y sin ánimos de lucro cuyo objetivo fundamental es, según su carta fundacional, la promoción de los valores de la democracia y el apoyo a las instituciones internacionales que los promueven a través de iniciativas de sectores privados.

En enero del 2017, Mark P. Sullivan, especialista para Asuntos de América Latina del Servicio Congresional, adelantaba en “Cuba: Issues and Actions in the 114th Congress” la aprobación por parte del legislativo estadounidense de la suma de 20 millones de dólares para la “democratización” de Cuba, mediante el incremento del flujo de información sobre democracia, derechos humanos y libre empresa, todo ello encaminado al fortalecimiento de una “sociedad civil cubana” capaz de provocar un cambio de régimen. De esta “donación” millonaria no menos de 8 millones debían ser asumidos por la NED para su trabajo en la Isla.

Por tanto, nos referimos a una organización estadounidense que recibe fondos del mismo Congreso que aprobó la Ley de Comercio con el Enemigo, la Ley de Ajuste Cubano, la Ley Torricelli y la Ley Helms Burton; legislaciones pertenecientes al andamiaje que conforma el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos hacia Cuba, dirigido históricamente a destruir la Revolución cubana.

Según el reporte de la NED, en el año fiscal 2016 se financiaron 45 proyectos “democráticos”, 15 más en comparación al 2015, 19 son nuevos y en 20 se aumentaron o sostuvieron los montos.

Si bien la NED ha mantenido el sistema electoral como tema esencial en su trabajo contra la Isla, en este informe se aprecia una escalada de los proyectos y fondos destinados a las “organizaciones prodemocráticas” encargadas de guiar, capacitar y apoyar a “activistas independientes” de cara al proceso electoral y reforma constitucional del próximo año 2018. En este sentido “Opinión pública en tiempos de cambio” y “Apoyando la participación cívica inclusiva” del Instituto Internacional Republicano  y el Instituto Nacional Demócrata, respectivamente —cada uno con 700 000 dólares— se enfocan en la investigación y análisis de la opinión pública en Cuba, además del financiamiento de seminarios en el exterior para líderes de “la sociedad civil” que les permita elaborar proyectos que promuevan la participación de los ciudadanos en asuntos cívicos-locales.

Estas iniciativas son complementadas por “Reforma Constitucional en Cuba” del Centro de Estudios Constitucionales Iberoamericanos y “Fortaleciendo la capacidad de la sociedad civil en los procesos políticos democráticos”, del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, con cifras para nada despreciables, dirigidas a promover el “diálogo” mediante conferencias sobre elecciones plurales y democráticas basados en experiencias en América Latina.

La línea antes mencionada se refuerza con “un reacomodo” en el trabajo y lenguaje de organizaciones como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos y Directorio Democrático Cubano, ambas con sede en España, las cuales se dedican a la divulgación de información sobre “la lucha por la democracia” y a la elaboración de informes sobre “violaciones de los derechos” en Cuba respectivamente. Sin embargo, ahora se observa un propósito contextualizado que responde a los futuros acontecimientos del 2018, por lo que optan “desarrollar su labor” desde la base, con énfasis en las localidades.

Como otro eje de la labor de la NED se observa la intención de formar jóvenes “líderes de opinión”, que no solo posean una buena oratoria y conocimiento sobre “democracia y derechos humanos”, sino que estén capacitados en el uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones con el fin de generar contenidos sobre el desarrollo social, político, económico y cultural en Cuba. Proyectos como “Cambio del panorama mediático cubano”, de la organización checa People in Need; “Mesa Redonda de Jóvenes Cubanos”, del Centro de Investigación y Capacitación de Emprendedores Sociales, Asociación Civil radicado en Argentina y “Educando activistas sobre la democracia y las habilidades de liderazgo”, del Instituto Político para la Libertad Perú trabajan en este sentido.

El próximo año la NED regresará con su informe, en esta ocasión con los programas ejecutados bajo la administración Trump. Las contratistas y los temas, que no quepan dudas, serán prácticamente los mismos. Esta organización ha demostrado que es capaz de adaptar sus estrategias con el fin de lograr sus intereses, y en este momento radica en incidir en el proceso electoral y de reforma constitucional con el fin de provocar un “cambio de régimen” en Cuba.

(Tomado de Cubahora)


Archivado en: Cuba Tagged: América Latina, Donald Trump, EEUU, Ley de ajuste cubano, NED, Subversión contra Cuba
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