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La novia maldita - Nina Blazon

Publicado el 24 noviembre 2010 por Rusta @RustaDevoradora
La novia maldita - Nina BlazonEditorial: Edebé
Páginas: 437
ISBN: 15,50€
Precio: 9788423696109

Sinopsis

En el año 1731 una joven llamada Jasna es vendida por su padre a un misterioso terrateniente procedente del Reino Otomano. Este extranjero desea casarla con su hijo Danilo, tan enigmático como él. Viven en una casa llamada Las Tres Torres junto a su criada muda, Nema, una anciana que había estado al servicio de la fallecida madre de Danilo. Jasna enseguida se da cuenta de que ocurre algo extraño: tiene la sensación de que alguien quiere hacerle daño, los de su alrededor parecen estar ocultándole información y cuando se acerca al pueblo es recibida entre cuchicheos y el sacerdote se niega a dejarla entrar a la iglesia. Tan sólo la escucha la ‘bruja’ de la zona.

—Nosotros, los marginados, siempre hacemos piña. Necesitamos amigos en momentos de apuros y debemos tener mucho cuidado de en quién confiar. Así ha sido siempre (pág. 157)

En medio de esa situación, Jasna conoce a Dusan, un misterioso leñador que vive a las afueras del pueblo. Él es uno de los pocos que habla con ella sin miedo y no tiene reparos en hacer burla de la supuesta maldición de Las Tres Torres. Al principio chocan un poco, pero al cabo de los días Jasna empieza a sentirse atraída por él y sin darse apenas cuenta se convierte en un apoyo para ella. El personaje de Dusan nos regala perlas como esta:

—Antaño, cuando el señor creó a los animales y al hombre, regaló a las personas treinta años de vida. Al hombre eso no le bastó, así que los animales le regalaron los años que les sobraban. Y así vive hasta hoy. Desde su nacimiento hasta los treinta años, vive tal como quiso Dios: fuerte, sano y bello, un zar entre todos los seres. Desde los treinta hasta los cincuenta, es como el burro, que le regaló ese tiempo: se mata a trabajar para la comunidad, su casa y sus señores. De los cincuenta a los setenta se convierte en perro, que olfatea de todo y defiende con ladridos lo que ha acumulado. De los setenta a los ochenta años de edad es nuevamente como un niño y se asemeja al mono, que fue el que le regaló ese período de tiempo. (pág. 156)

Las cosas con su marido Danilo no van bien, ya que en un matrimonio de conveniencia ninguna de las dos partes está a gusto por mucho que en otras circunstancias se hubieran podido entender. Sin embargo, Jasna no se rinde e intenta averiguar lo que sucede en las torres por todos los medios posibles. Su carácter apasionado y decisivo la ayudará a salvarse de los que le quieren mal.

—Cuando te vi por primera vez pensé que únicamente eras una chica cualquiera —dijo—. Pensé que serías débil, pero no podía haberme equivocado más. Eres como el agua, que siempre encuentra su camino, incluso a través de la piedra si fuera necesario. Y siempre haces exactamente lo que hay que hacer…, aunque se trate de dar la cara por el hombre al que odias (pág. 191)

Mi opinión

Me sentí atraída por esta novela tras leer Embrujo, de la misma autora, que me pareció una lectura fresca y diferente a lo que se publica actualmente en materia juvenil. En La novia maldita he encontrado un relato con contexto histórico que nada tiene que ver con el mundo fantástico de los ecos y el río Wila, pero aun así sí hay algunos rasgos en común en ambos libros: la crudeza de los diálogos, la fuerza de algunas escenas y la capacidad de Nina Blazon para inventar historias que se adaptan a las modas actuales y al mismo tiempo rompen con los tópicos de los anglosajones, reyes absolutos del género.

He notado que la autora tiene cierta obsesión con las escenas de drama familiar y los enfrentamientos entre un padre y sus hijos (me pregunto si se inspira en su propia vida). En cualquier caso, me gusta que los escritores no se olviden de los padres de los protagonistas y los incluyan en la trama: me parece un contexto mucho más creíble (dentro de la fantasía) que abandonar a los hijos en un internado, pasar de ellos o dejarlos huérfanos, como suele ser habitual en otras novelas del género. En este tipo de detalles se nota que Nina Blazon lleva su tiempo en el mundo de la literatura y no es una aficionada que se ha subido al carro a raíz del boom.

Con la llegada de Jasna a Las Tres Torres he tenido reminiscencias de Manderley y la señora Danvers, cuyo papel en esta ocasión lo tiene la criada muda. A medida que avanza la historia se ve que La novia maldita no tiene nada que ver con el clásico de Daphne du Maurier, pero al principio las menciones a la antigua señora son frecuentes y la joven imagina un mito a su alrededor que recuerda muchísimo a lo sucedido en Rebeca. No sé si la autora lo hizo a propósito o no, pero siempre resulta agradable encontrar guiños a grandes obras en libros juveniles aparentemente más sencillos.

En general, los personajes están muy bien dibujados, aunque cuesta un poco sentir interés por ellos y hasta la recta final no me he dado cuenta de lo acertada que estuvo Blazon en su caracterización. Curiosamente, Jasna no me parece la más interesante: Dusan, sus historias y esas espinitas que deja caer con tanta gracia se lleva la palma. Normalmente aborrezco los protagonistas masculinos de las novelas juveniles por lo excesivamente idealizados que están, pero Dusan me ha gustado, es un chico con luces y sombras que dista mucho de parecerse a Edward Cullen (a.k.a Don Perfecto). Al que sí se parece es a Faun, el protagonista masculino de Embrujo, y ocurre lo mismo con la relación de amor de esta novela. Aun así, no me parece un inconveniente porque el contexto difiere mucho del de este libro y su interés se debe también a otros temas.

Volviendo a los personajes, Danilo, el marido por la fuerza, también está bastante bien trazado, al igual que su padre, las hermanas de Jasna y algunas personas del pueblo. Como inconveniente, puedo decir que aparecen demasiados personajes secundarios y entre eso y los nombres serbios/turcos —que no estoy muy acostumbrada a ellos— al final los he confundido, aunque eso no me ha impedido seguir el hilo principal sin problemas.

A rasgos generales, la historia mejora a medida que avanza. Sólo os diré que las primeras cien páginas me parecieron terribles, aburridísimas y pesadas, pero fue llegar a la 150 y la cosa cambió. Y no, no sucede nada especial en esa página, pero supongo que el relato necesitaba tiempo para recrear el ambiente y cuando se empiezan a hacer descubrimientos su interés aumenta. Hablando de descubrimientos, la novela está bien pensada y trabajada, cada novedad se descubre en su debido momento y al final todas las piezas del puzle (la madre de Danilo, el misterio de las Tres Torres, etc.) encajan. Se agradece que por fin la trama de una novela juvenil fantástica no se limite a seguir al chico misterioso de marras.

La temática se centra en el mito del vampiro, pero cuidado: no vamos a encontrar a Drácula ni a Edward Cullen. Nina Blazon ofrece una visión distinta de estos seres, ambientada en la época en la que empezaron a nacer los mitos que tiempo después permitirían a Bram Stoker crear al mítico personaje. Nunca había leído nada sobre el tema desde esta perspectiva y, aunque no me ha llamado tanto como para seguir buscando libros similares, me ha parecido interesante y necesaria en un momento en el que parece que todo vale en la literatura y los escritores cada vez tienen menos escrúpulos al manipular la fantasía a su antojo. Se puede decir que la autora aporta un poco de cordura al género y, aunque no recibirá críticas tan positivas como las apuestas más llamativas y espectaculares, su historia me parece mucho más acertada que otras, precisamente por su realismo y ese epílogo esclarecedor que como persona de ciencias agradezco infinitamente.

En cuanto al estilo de Nina Blazon, se lee con la facilidad habitual de las novelas juveniles, mas destaca por la crudeza y la fuerza de algunos diálogos. Quizá la gran diferencia entre este libro y otros reside en el hecho de crear una historia con una fantasía menos evidente, que lleva al lector a plantearse muchas cosas, pero para mí también tiene mérito la narración de momentos duros para los personajes, esto es, no estamos ante la típica historia de amor azucarada.

En definitiva, una novela cargada de pinceladas interesantes que hay que saber apreciar para disfrutar de su lectura. Aunque su apariencia juvenil pueda llevar a pensar lo contrario, no es un relato facilón y su grandeza no reside tanto en la historia evidente, sino en aquello que se mueve en su trasfondo y no sale a la luz hasta el final. Olvidaos del libro si buscáis un relato trepidante de los que no puedes soltar: La novia maldita requiere cierta calma para quedarse con los detalles y valorarlos. Los únicos peros que le encuentro son las primeras páginas aburridas y el hecho de que para mi gusto al final se descubren muchas cosas de golpe, pero aun así lo recomiendo si os apetece leer una novela distinta y más interesante que lo que se publica últimamente.

Por último, sólo me queda pedir que traduzcan más a Nina Blazon y a otros autores alemanes de literatura juvenil fantástica. En lo poco que he podido leer de ellos me ha parecido que tienen muchas cosas que aportar al género y sería muy enriquecedor para los lectores españoles que nuestras referencias no se limitaran a los mercados nacional y anglosajón. Os dejo una frase para terminar:

Nosotros no podemos evitar que lo oscuro cruce nuestro umbral, pero podemos mirarlo a los ojos y decidir si dejarnos engañar o no. “Existe lo oscuro y lo claro, y en medio estamos nosotros.” (pág. 430)
Mi valoración: 7/10

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