Revista Cultura y Ocio

La nueva Cristina Otegui

Publicado el 18 septiembre 2015 por Magik
La semana pasada un nuevo personaje llegó a Velvet. Bueno, mejor dicho, uno de los antiguos regresó junto a los demás, pero en estos dos episodios su viaje ha sido mucho más estimulante que el del resto: Cristina.
Como yo tengo una relación de amor-odio con Velvet, ya que hay partes que me encantan, pero también le veo muchos fallos, en los que insisten continuamente, siempre les critico la falta de arrojo. En Velvet nunca pasa nada. Las tramas, por lo general, son como un perro que intenta morderse la cola: van en círculos, sin llegar a ninguna parte, ya que se repiten a lo largo de los episodios una vez y otra y otra.
Sin embargo, desde que se inició esta tercera temporada de Velvet, el personaje de Cristina ha cambiado, aunque se mantiene fiel a sí misma. La vimos regresar derrotada, sufriendo porque intenta recurrir a su marido por una cuestión importante como puede ser un posible embarazo y, para variar, lo único que encuentra es desprecio. Fue interesante verla pasar de esa chica destrozada que lloraba frente a Bárbara a la que se presenta con el icónico vestido rojo en la gala donde le concedían el premio a su marido.
La nueva Cristina Otegui
Por cierto, no sé qué se han fumado los guionistas para que pretendan que nos creamos que el inútil de Alberto ha ganado el premio al hombre del año, pero aceptemos pulpo, sobre todo por el advenimiento de la nueva Cristina, que no pudo molar más.
Desde ese look a lo Veronica Lake, que convierte a Manuela Velasco en la protagonista más guapa y elegante de todas (en el episodio de ayer estaba absolutamente preciosa y fabulosa), hasta su actitud de guerrera, de no querer ser machada más, sino ser ella la que machaca. Una auténtica delicia para ver porque, admitámoslo, ella tiene todo el derecho a comportarse así y a joder vivos a esa pareja que van de santos, dignos y víctimas, cuando fueron los únicos verdugos del asunto. Alberto y Ana no sólo provocaron todas sus cuitas, sino que destrozaron a Cristina y han creado a su nuevo enemigo. Los dos se aliaron para, primero estafarla, y luego cuando ellos se pelearon, Alberto no sólo la usó miserablemente, sino que la estuvo maltratando psicológicamente desde que se dan el “sí, quiero”.
Ellos, y sólo ellos, han logrado que ese amor de chica que era Cristina se haya vuelto fría, calculadora y esté dispuesta a hacer de todo, incluso fingir un embarazo. Y yo no puedo más que estar a su favor y apoyar esa vendetta llevada a cabo junto a Bárbara.
La nueva Cristina Otegui
De hecho, me hizo gracia y me irritó a partes iguales lo A) poco sutiles que son los guionistas; B) que a estas alturas pretendan que compremos la situación como ellos quieren. Durante todo el segundo episodio los personajes hablaban de Cristina como una villana, como si fuera la mala de la película, mientras que te dejaban claro que Ana y Alberto eran las víctimas. Ana hasta se justificó diciendo que la culpa era de Cristina por marcar las distancias, cuando ésta última le echa en cara el que la tuviera tan engañada. ¡Venga ya!
Si Alberto y Ana quieren estar juntos contra viento y marea, de acuerdo, que lo sean y luchen por su felicidad, pero lo menos que deberían ser es honestos. Cristina no ha hecho nada para merecer su drama continuo, mientras que ellos sí, así que ya pueden poner a todos los secundarios quitándole hierro al engaño perpetrado por estos dos y dejándote claro que Cristina es la mala porque no, no se compra y punto.
De hecho, Cristina ayer demostró que seguía siendo la misma chica leal y buena... con quien lo merece, claro. No sólo estuvo ahí para Raúl, sino que se encargó de que Enrique, supuesto autor del plagio, pagara. Es interesante ver como es precisamente el ataque a Raúl el que hace que no sólo se conforme con su estupendo plan de la línea de joyería, sino que le quita las acciones a su hermano. Lo que, de paso, nos deja una situación de lo más interesante, ya que Alberto tiene un 40%, Cristina otro y el 20% restante lo tiene Patricia. Tres personajes que se odian entre sí, por lo que el resultado de las decisiones es absolutamente impredecible, dejando a Patricia con la sartén por el mango.
La nueva Cristina Otegui
Que, por cierto, ¿se puede caer más bajo que Alberto intentando hacerse con el porcentaje de los Otegui usando su matrimonio? Porque yo creo que no, qué asco de hombre, en serio. Pero volvamos a otras cosas interesantes como, por ejemplo, Patricia.
Porque Patricia, en estos momentos, tiene el poder y Patricia, al menos hasta el momento, nunca se ha movido por lealtades nada más que hacia la empresa. De hecho, es curioso que tanto Alberto como Enrique la subestimen tanto cuando ha demostrado que es mucho más inteligente y capaz que ellos dos juntos.
De hecho, junto a esa fantástica nueva Cristina, el otro personaje que brilló en el episodio de ayer fue Patricia, que volvió a dejar claro que le da mil vueltas a su hermano. Ella tiene claro que Enrique no es el responsable del plagio, que ni siquiera conoce a doña Pilar, algo que soltó como si fuera lo más evidente del mundo, dejando como tonto a su hermano. Sin embargo, aprovechó las circunstancias para quitarse a Enrique del medio.
La nueva Cristina Otegui
Ahora habrá que ver cómo funciona la junta, ya que a Patricia el plan de Cristina le pareció brillante, pero ésta la desprecia por acostarse con Enrique. Y no nos olvidemos de que Bárbara y Patricia se odian a muerte y de que Patricia también odia a su hermano, que no sólo lleva toda una vida despreciándola, sino que ahora le ha quitado todo. Personalmente me gustaría que Cristina y ella se aliaran, que hicieran eso de enemigo de mi enemigo es mi amigo, pero a saber lo que nos tienen preparado.
También tengo ganas de ver cómo afecta a ambas las llegadas de Gorka Otxoa y de Raúl Arévalo, que, al menos se supone, vienen para ser el chico de cada una. La verdad es que ya era hora de que tanto Patricia como Cristina tengan a alguien que las quiera y puede ser muy interesante ver a Cristina dividirse entre su venganza y el amor.
Vamos, que la señorita Otegui ha conseguido que Velvet me interese de verdad y deje de ser algo más que un pasatiempo de lo más ligero.

Volver a la Portada de Logo Paperblog