Revista Opinión

La nueva etapa de Casa Usher (o no)

Publicado el 15 abril 2016 por Eowyndecamelot

La rebelión de los soldaditos de plomo, II edición
No sé muy bien cómo empezar este post. Me siento igual que cuando en el curro me hacen que redacte a bombo y platillo noticias que apenas tienen interés más que para la empresa anunciante que las patrocina. Pero lo hecho, hecho está, y ya que está hecho ha de saberse, así que allá va.

Hace casi cuatro años publiqué un libro, La rebelión de los soldaditos de plomo, que se supone que iba a ser el inicio de la trilogía Casa Usher. A partir de ahí han pasado muchas cosas, la mayor parte no muy agradables. Es cierto que la mayoría, casi la totalidad de las (pocas) críticas que he recibido han sido muy positivas, pero también es verdad que el libro apenas se vendió (o directamente no se vendió nada), no sé si por culpa de la editorial o mía, y lo que puedo jurar es que no he visto ni un sólo céntimo en concepto de derechos de autor. Y no exagero en lo más mínimo.

Este hecho, y algún otro tan poco romántico y literario como la falta de tiempo, y la dura competencia que ejercen sobre la literatura el trabajo remunerado aunque sea precariamente, y el simple y llano marujeo diario (no tengo a nadie que cocine, barra, friegue, ponga lavadoras, limpie platos, cuide de los churumbeles y me traiga un bourbon con gingerale mientras yo me encierro en mi torre de marfil con los dedos en el  teclado), me obligó a abandonar el proyecto, a pesar de que alguno hubo por ahí que me reclamó una segunda parte.

Hasta ahora.

Y yo me pregunto, y a lo mejor os preguntaréis vosotros si a alguien le interesa lo suficiente: ¿qué ha cambiado de pronto? Pues nada. Quizá solamente es que no me gusta dejar las cosas por acabar. Que no sería agradable que el día en que me muera tenga que pasar cuentas conmigo misma por todo aquello que pude hacer y no hice, y que podía haberme beneficiado. O quizá, sencillamente, que me dio por ahí.

Y volví a coger el manuscrito. O el mecanoscrito. O el digitalescrito o como se deba decir.

Pero no podía escribir una segunda parte sobre los restos de una primera fallida. Debía retomar el proyecto de otra manera. Por mí misma, marcando yo las reglas. Nunca pensé en autopublicar, pero tal como está el patio, sea por mi falta de padrinos o mi escasa calidad literaria (qué bien me vendo, ¿verdad?), sé que llamar a la puerta de cualquier editorial sería completamente inútil. Así que decidí reeeditar la primera parte (la anterior edición, me han dicho, ya ha sido retirada de todos los puntos de venta), y prometer solemnemente (vosotros sois testigos) que la segunda estará acabada antes de dos meses, si no nos alcanza un meteorito, entra en erupción el volcán ése de Yellowstone que anda un poco agitadilllo, o se declara la República Popular Española.

Pues eso. La rebelión de los soldaditos de plomo está publicada ya en CreateSpace y en Amazon. Y si la queréis, la podéis conseguir: hay diversas opciones para todos los formatos de lectura deseados y todas las cuentas bancarias, incluso las que tienen tantos números rojos como la mía, que son muchos. Os cuento.

  • Opción 1: CreateSpace. La opción ideal para los que aún prefieren el tacto y el olor del libro impreso, y pueden permitírselo. En esta página, entras, pides una copia del libro y te lo envían a casa. He puesto el precio más bajo que me dejaban, un poco más de 9 euros. Me parece que los gastos de envío van aparte.
  • Opción 2. Amazon. Para los amantes de leer en digital, en la tableta o el móvil, y también se puede en el PC (antes, en todos los casos, hay que bajarse la app gratuita Kindle, apta para cualquier dispositivo). Asimismo está al precio más bajo que me permitieron, creo que no llega al euro.
  • Opción 3. Si no te gusta leer en digital, o si no tienes dinero o te parece superfluo gastártelo, tal como está la vida, en algo tan prescindible como la novela de una autora desconocida, pero por otra parte te gustaría echarle un vistazo, por mí que no quede: tengo el libro en .pdf y en formato .mobi, en el primero caso para leerlo en el PC o imprimirlo, y en el segundo para leerlo en Kindle. Sólo tienes que escribirme y pedirlo. Es gratis.

No es que pretenda regalar el libro como si no creyera en su valor, ni tampoco estoy tan desesperada por que me lean. De hecho, el libro me ha costado años de sudores, de escribir en horas perdidas, de renuncias varias, de muchas, muchísimas incomprensiones, de desánimos a veces por parte de aquellos que más me deberían haber animado, y todo eso tendría que valer algo, digo yo. Además, creo sinceramente que se han escrito libros más malos. Y, la verdad, a mí hasta me gusta. Me gusta bastante, incluso. Pero no voy a haceros pagar por ello en estos tiempos que corren, a no ser que realmente creáis que queréis y podéis hacerlo y os vale la pena. Y pienso hacer lo mismo cuando publique la segunda parte, La sombra de Casa Usher.

Pues aquí está. La suerte está echada. No creo que sirva de mucho (sigo vendiéndome bien, como véis). Hace tiempo que aprendí que nada de lo que haga, luche lo denodadamente que luche, servirá para algo. El destino juega con cartas marcadas. Algunos jinetes nunca llegarán a Córdoba aunque sepan los caminos. Dios (o lo que sea) ya no está de nuestro lado, si es que alguna vez lo estuvo. Por muchas estrellas que queramos seguir, algunos seguiremos andando hacia ningún sitio… Vamos, que no estoy dispuesta a permitir que ningún éxito de mierda frustre el prestigio de toda una larga vida de fracasos.


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