Revista Historia

La odisea de los diez mil

Por Spartako

La odisea de los diez milHace poco he leído el estupendo libro de Valerio Massimo Manfredi “El ejercito perdido” . Es una novela histórica pero me ha impresionado el realismo y la fidelidad a los sucesos narrados en el relato de Jenofonte sobre la odisea de los mercenarios griegos que se vieron involucrados en la lucha de dos hermanos persas por el trono .
Pero voy a contaros resumidamente los sucesos históricos de este episodio que tuvo lugar en el 401 a. de C. tan solo tres años después de la larga guerra del Peloponeso ( 431-404) entre Esparta y Atenas y que acabo con la derrota de Atenas.
El caso es que en la parte final de esta larga contienda el príncipe Ciro (hijo pequeño del emperador persa Dario II ) había apoyado a Esparta económicamente y al haber muerto el soberano persa en 404 su hijo mayor , Artajerjes , heredó el trono. Entonces Ciro era gobernador de Lidia , Frigia y Capadocia y no aceptaba esta decisión . Así decidió usurpar el trono a su hermano basándose en el hecho de que Artajerjes nació antes de que Dario fuese emperador , por lo que el, Ciro, se consideraba con mas derecho al haber nacido siendo ya el soberano su padre Dario II. De todas formas obró con sigilo, aprovechando que en su territorio había muchos exiliados griegos , entre ellos el noble espartano Clearco , que durante la guerra del Peloponeso había sido obligado a exiliarse por una serie de derrotas frente a Atenas.
Clearco reclutó a mercenarios griegos de todas las ciudades, entre ellos estaba el ateniense Jenofonte, autor de la Anabasis , donde relata este episodio. Para no despertar sospechas de su hermano sobre sus auténticos propósitos se dijo que el objetivo era enfrentarse a los pisidas , un pueblo de los montes Taurus que no se habían sometido a los persas. En principio a los contingentes griegos se les contó también esta mentira. Los griegos se agruparon en varios grupos según su ciudad de procedencia: atenienses, espartanos, cretenses, arcadios, etc. Entre ellos el dirigente era elegido como un primus inter pares y las decisiones se tomaban en asamblea.La odisea de los diez mil
Los griegos se agruparon en Sardes y cuando empezaron a marchar hacia el interior de Persia empezaron a sospechar que estaban siendo engañados respecto a los verdaderos objetivos de la lucha, su primera intención fue revelarse y volverse a Grecia, pero se les volvió a engañar diciéndoles que iban a luchar contra el satrapa de Siria, Abrócomas, y ofreciéndoles mas dinero por sus servicios. Así siguieron adelante y se enfrentaron al ejercito de los sirios venciendoles rápidamente. Acto seguido se dispusieron a cruzar el Eufrates y marchar sobre Babilonia, ya resultaba imposible engañar a nadie sobre las verdaderas intenciones de las tropas de Ciro y tras un amago de volverse atrás finalmente fueron convencidos con la promesa de mas oro y aceptaron el enfrentamiento final con Artajerjes.
Este tuvo lugar en Cunaxa , al norte de Babilonia. Artajerjes , avisado por el noble persa Tisafernes de la marcha de Ciro y su ejercito mandó a sus tropas a las cercanías de esta ciudad y aquí se dispuso para el enfrentamiento de ambos ejércitos. El contingente griego se coloco en el flanco derecho del rey persa, frente a la caballería , los carros y un grupo de la infantería. Los griegos eran en total unos 13.000 ( a pesar de que la odisea ha llegado a nosotros como la de los 10.000) , Artajerjes según los cálculos mas realistas contaba con unos 100.000 soldados. Una vez empezada la contienda las fuerzas que tenían en frente los griegos huyeron en desbandada, excepto la caballería que hizo una maniobra envolvente para atacar a las tropas persas de Ciro por la espalda.Mientras el contingente dirigido personalmente por Ciro ataco de frente pensando que si lograba dar muerte a su hermano el resto de las tropas huirían. Esta maniobra estuvo a punto de tener éxito ya que Artajerjes resulto herido , pero Ciro a su vez murió en el ataque .Ante esto el resto de las tropas viendo que su dirigente había muerto huyeron , quedando solo en el campo de batalla los griegos.
A pesar de la victoria las fuerzas de Artajerjes temían enfrentarse abiertamente a los temibles mercenarios griegos, por lo cual decidieron parlamentar. Los griegos pidieron que se les dejase volver a sus ciudades , lo cual fue aceptado por el soberano persa , si bien serian seguidos por un contingente persa dirigido por Tisafernes. El regreso no podía ser por el mismo camino , ya que al haberse suministrado de víveres ya no dispondrían de mas reservas para un ejercito tan numeroso. Se les propuso que regresaran a través de Armenia , hasta el mar Negro y desde allí embarcar hacia Grecia. Los griegos aceptaron , pero en realidad era una trampa para dejarlos abandonados en Armenia a merced de las feroces tribus de la zona. La odisea de los diez mil
Durante la marcha Clearco solicito una entrevista con Tisafernes para tratar de averiguar sus verdaderas intenciones. Tisafersnes le invito a su tienda y al acudir con el estado mayor fueron atacados y asesinados la mayoría. Clearco y algunos mas fueron hechos prisioneros y llevados hasta Babilonia donde fueron a su vez asesinados en presencia de Artajerjes. Ante esta situación las tropas griegas eligieron como nuevos comandantes a Jenofonte y al espartano Quirisofo y siguieron adelante hacia Armenia, en el camino eran continuamente atacados por tropas persas que huían enseguida , sin enfrentarse nunca abiertamente. Al llegar a las tierras de Kurdistan se vieron a su vez asediados por sus habitantes , los carducos. Los hoplitas con sus armaduras no podían maniobrar y los carducos huían rápidamente; fueron los peltastas, ,tropas ligeras sin armadura, solo con una jabalina y un escudo de piel de cabra o oveja , los que llevaron el papel principal para proteger al resto de sus compañeros ocupando previamente los pasos montañosos para evitar emboscadas.
Al llegar a las puertas de Armenia tras superar todos los obstáculos en las tierra del Kurdistan, tenían que parar el rió Centrites, un afluente del Tigris, al otro lado les esperaba un contingente persa, y detrás los carducos. Mientras que el grueso de las tropas amagaba con cruzar un grupo dirigido por Quirisofo atravesó el río por un vado mas alejado y sorprendió por detrás a los persas, mientras los peltastas protegían de los carducos a sus compañeros para cruzar el río, así pudieron una vez mas los mercenarios griegos salvar la situación y seguir camino.
Nuevamente se encontraban con la dificultad de los paso de montaña que previamente tenían que ser ocupadas por contingentes con grandes perdidas en las diferentes escaramuzas , el frío y el hambre. El contingente inicial de 13.000 hombres se había ido reduciendo ostensiblemente.Por fin tras cruzar el río Harposo se encontraban cerca del mar, habían recorrido 4.000 kilómetros y al subir una colina divisaron el Mar Negro y la colonia griega de Trebisonda (Trapezunte).Pero si pensaban que sus problemas se habían acabado se equivocaban.
Los aproximadamente 9.000 hombres que quedaban eran vistos con recelo en todas las colonias griegas de la costa. Los habitantes de Trebisonda no les dejaron pasar y solo les proporcionaron unos pocos barcos , en los que solo pudieron embarcar los heridos, enfermos, y quienes les acompañaban para cuidarlos. El resto buscaron refugio en otro sitio y se dirigieron a otra colonia griega, Colvora , que igualmente les negó la entrada. Tampoco tuvieron mejor suerte en Heraclea. Entonces se dividió el grupo en tres contingentes para intentar buscar provisiones y botín , dado que ya se les había agotado todo lo que tenían. Pero al estar separados fueron atacados por los persas y hubieron de volver a reunirse los tres grupos, ya sin Quirisofo que había muerto de enfermedad.
La odisea de los diez milEn este momento Esparta , que mantenía buenas relaciones con Persia, decide pactar con ellos el regreso de los 10.000 a los que promete una buena paga y envía navíos para recogerlos. Pero los navíos les llevan a Bizancio, donde no les dan la paga prometida y una vez mas son abandonados. La razón puede ser que Esparta no confiaba en un ejercito poderoso y armado dirigido por un ateniense, Jenofonte, el caso es que los soldados se amotinaron , pero la solución vino de Tracia, donde un príncipe local, Seutes, contrata sus servicios para someter al resto de las tribus locales. Tras un invierno luchando y venciendo a esas tribus no consiguieron todo el oro prometido. Una vez mas Esparta reclama a estas experimentadas tropas , esta vez para enfrentarse a los persas en defensa de las colonias griegas . Para entonces ya apenas quedan 5.000 mercenarios , pero aceptan y se dirigen a Pergamo, allí finalmente Jenofonte entrega el mando al espartano Tribon y comienzan otra serie de enfrentamientos entre los griegos de las colonias de Jonia y los persas que finalmente son sometidas por el poderoso imperio persa , hasta que 60 años después un joven general procedente de Macedonia , en la parte mas septentrional de las polis griegas, llegue en su rápido avance a unificar , aunque por poco tiempo, a los persas y griegos tantas veces enfrentados, era Alejandro Magno, pero esa es otra historia que ya os contare en otra ocasión.

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