La ópera prima de Crowe: Crítica de “El maestro del agua” de Russell Crowe

Ficha técnica

Título original: The Water Diviner

Dirección: Russel Crowe

Género: Drama

Reparto: Russel Crowe, Olga Kuryleko, Jai Courtney, Isabel Lucas, Ryan Corr, Damon Herriman, Megan Gale, Yilmaz Erdogan, Cem Yilmaz

Estreno en España: 24 abril 2015

Russell Crowe se estrena como director en la gran pantalla con “El maestro del agua”, una superproducción que sitúa al espectador en la cruda Batalla de Gallípoli, en Turquía, durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial. Los australianos se retiran finalmente de la lucha, pero todo acaba de empezar.

Pasan los años y el señor Connor (interpretado por Crowe) decide emprender una complicada búsqueda para descubrir qué les pasó a sus hijos durante la guerra. Una mezcla de músicas perfectamente orquestadas y culturas se despliega a ojos del espectador para viajar con el protagonista a Turquía, guiado por un niño y su madre, dueña de un pequeño hotel, interpretada por Olga Kuryleko. Las intuiciones de Connor son las que le guiarán a lo largo de toda la película para ir descubriendo el paradero de sus tres hijos: Edwards, Henry y Arthur.

El argumento es correcto, está bien documentado pero la película se hace demasiado larga y en determinados momentos parece un poco vacía. La mezcla de culturas y el reflejo de Turquía son magistrales; la música acompaña en todo momento a la imagen y le da mucho significado, a veces llegando a rellenar pequeños huecos del guion. La voluntad narrativa del novel director es innegable, pero hay poca profundización en asuntos claves de la película como es su título, El maestro del agua, cuya referencia aparece apenas dos veces en toda la cinta.

Las escenas duras que aparecen en la mente del protagonista sobre sus hijos en la guerra se repiten varias veces dejando ver la crudeza de la batalla, hasta el punto que hay que apartar los ojos de la pantalla en determinados momentos.

Lo mejor: La imagen. Es sublime. La fotografía a cargo de Andrew Lesnie destaca las virtudes visuales de un film al que le falta argumento. Los colores del desierto australiano y la variedad cultural en Turquía están perfectamente reflejados, volviendo la atmósfera de la película cálida y acogedora.

Para acabar, un detalle curioso; el libro de “Las mil y una noches” como hilo conductor de la historia entre Connor y sus tres hijos, desde la hora de irse a la cama hasta uno de los momentos más duros y crueles en una de las batallas.