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La pereza de mantenerse ocupado

Publicado el 18 octubre 2014 por Lou Perez @louretrohw
Hoy sábado quería desarrollar la idea la pereza, lo que realmente significa y cómo sacudirla de algún modo para despertar y de paso darle un nuevo significado a la palabra "productividad".Con el permiso de Padma Chödrön  traduzco, reescribo y adapto parte de un artículo de Shambala Sun para que podamos beneficiarnos todos.
"En lugar de sentirnos desalentados  por la pereza, podríamos llegar a conocer profundamente qué es la pereza. En ese mismo instante la pereza se convierte en nuestro maestro personal."

La pereza de mantenerse ocupado

visto aquí


Tradicionalmente, en la filosofía buddhista, la pereza se enseña como uno de los obstáculos para el despertar. Hay diferentes tipos de pereza. En primer lugar, está la pereza orientada a la zona de confort donde simplemente tratamos de estar cómodos. Luego está la pereza de desaliento, una especie de desaliento profundo, una sensación de renunciar a nosotros mismos, a nuestras metas: es la pereza del abandono. También existe la pereza del "pasar de todo". Es aquí donde se endurecen en la resignación y amargura y simplemente nos cerramos. 
En próximos posts desarrollaré las dos últimas pero hoy quería hablaros de la más evidente y de la que en principio relacionaríamos con todo lo contrario a ser perezosos...
La zona de confortLa pereza que nos mantiene en la zona de confort se presenta en una gran variedad de formas. Sogyal Rinpoche escribe que en el Este, por ejemplo, la pereza a menudo se resume en tumbarse al sol con algún amigo, beber té, y dejar que los días pasen. En Occidente, observa, la pereza se manifiesta con frecuencia como una necesidad de acelerar. La gente se precipita de una cosa a otra, desde el gimnasio a la oficina, al bar, a las montañas, de la clase de meditación a las labores del hogar, al patio trasero, al club... Corremos alrededor de la búsqueda, buscando, anhelando una inalcanzable comodidad, una ilusión de conseguir hacerlo todo, sentirnos extrañamente productivos pero vacíos a la vez. 
Da igual que nos apalanquemos o que nos mantengamos ocupados, y dondequiera en el mundo que nos encontremos, la necesidad de mantenernos en la zona de confort es una forma de pereza y se caracteriza por una profunda ignorancia. Buscamos desconectar de nuestra realidad interior, queremos una vida sin dolor, un escape o un refugio donde no confrontar las dificultades o las dudas que tenemos sobre nosotros mismos, nuestra vida o nuestras relaciones. De este modo nos mantenemos en un estado perpetuo de estrés o nerviosismo que va desde la actividad más histérica al atontamiento más profundo.

La pereza de mantenerse ocupado

"no gracias"-"estamos muy ocupados"


Queremos apaciguar nuestras mentes inquietas, crear una vida ocupada en lugar de confrontar la vida real que ocurre en nuestro interior. Es como darle un caramelo a un niño que se queja y necesita comprensión y cariño... ningún caramelo será suficiente aunque le mantenga callado por un rato.Como adultos buscamos reconocimiento y confort, pero nunca estamos satisfechos... sea lo que sea lo queremos cada vez más grande, más rápido, mejor, antes y de manera más fácil a ser posible.Si prentendemos encontrar lo que buscamos de este modo es como beber agua salada: nuestra sed de comodidad y facilidad nunca estarán satisfechas. 
Obviamente hay personas que están más atrapadas por esta actitud que otras, muchos de nosotros entramos y salimos de este estado... solemos entrar más a menudo cuando nos sentimos insatisfechos con nuestra situación actual o cuando tenemos algún conflicto. Buscamos salir de esa sensación de inquietud interna solucionando cosas fuera en lugar de parar un momento y enfrentarnos a lo que está realmente amasándose en nuestra mente. Desenchufamos, ponemos el automático y nos sentimos productivos.

La pereza de mantenerse ocupado

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Enfrentarse a los conflictos internos, cambiar la manera de ver y de hacer las cosas nos abruma, lo vemos cuesta arriba y nos da miedo, así que nos mantenemos ocupados con el día a día, nos sentimos productivos haciendo cosas, construyendo cosas, teniendo conversaciones a menudo vacías y ganando dinero para seguir adelante.
Hay practicalidades que debemos atender, eso está claro, pero nunca encontraremos la calma y el equilibrio que buscamos, nunca estaremos internamente satisfechos si seguimos actuando como autómatas, produciendo "ahí fuera" sin cultivar nuestro interior.
Ya sé que todos más o menos somos conscientes de todo esto pero, qué haces tú para remediarlo? te importa realmente o prefieres seguir a la carrera?
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