Revista Cultura y Ocio

La pieza que faltaba

Publicado el 12 mayo 2016 por Aleon @Aleonpizarro
de Antonia Romero.
LA PIEZA QUE FALTABA
Título: La pieza que faltabaAutora: Antonia RomeroEditorial: Autoeditado, 2016Páginas: 316
Resumen oficial.
Eva, una enfermera y fisioterapeuta, que por culpa de la crisis no encuentra trabajo en la rama sanitaria, acepta un empleo como ayudante de Carmen Grimaldos, una multimillonaria algo excéntrica, copropietaria de una cadena de hoteles, junto con Ander Izarra, su hijastro. 
Carmen, una vez descubre la valía de Eva para desempeñar cualquier actividad, decide nombrarla gerente, con el único fin de fastidiar a su socio. Ambos mantienen, enquistada en el tiempo, una relación de odios y venganzas. Pero lo que ella no imagina es que esa decisión cambiará su vida, la de su empleada y la de todas las personas de su alrededor.
Impresión personal.
Estoy segura de que nunca hubiera seleccionado esta lectura por su portada, y eso que el color lila (y todas su variedades) es mi favorito. Pero ese corazón tan gigantesco en la portada me hubiera echado irremediablemente hacia atrás porque ya sabéis que yo de romántica en exclusividad tengo más bien poco. Pero, también os digo que me hubiera perdido una excelente novela de personajes, de odios y rencores, traiciones y lealtades, crecimiento personal y sí, una (varias) historias de amor originales y nada empalagosas.
Desde luego, lo que más me ha encandilado son los personajes. Todos y cada uno de ellos están perfectamente perfilados, evolucionan a lo largo de la novela y con alguno de ellos, puedes hasta quedarte con la boca abierta más de una vez. El hilo principal de la historia está llevado por tres personajes principales: Carmen Grimaldos, una señora mayor, rica, cortante y antipática que esconde bajo esa coraza de mujer imposible de tratar, una fuerte personalidad llena de experiencias de vida que marcan su comportamiento actual. Es el personaje que más me ha gustado. Ir descubriendo poco a poco parte de su vida, comprenderla a medida que avanza la historia y llegar a quererla y entender que sólo es una vieja gruñona que esconde un gran corazón. Me hubiera gustado poder conocer más en detalle su vida, aunque supongo que eso sería motivo de una novela exclusiva para ella sola.
LA PIEZA QUE FALTABAEva, una enfermera de hoy en día, que no puede ejercer su profesión, como tantos jóvenes en la actualidad, y que intenta malvivir por su cuenta trabajando de lo que sea a un sueldo de risa. Trabajar de señora de compañía de Carmen Grimaldos, a pesar del carácter de la vieja, significa una mejora laboral respecto de su anterior trabajo. Su influencia, mejor dicho, su ignorancia, su inocencia y su carácter noble, es el motivo de que en la vida de muchos personajes de la novela se produzcan cambios y se enfrenten a su pasado y recompongan el presente tan infeliz que viven. He tenido sentimientos encontrados con este personaje. Me ha gustado mucho su nobleza y su crecimiento personal, pero a veces le hubiera dado un par de bofetadas para que espabilara, porque hay ocasiones en que la inocencia, las situaciones que la avergüenzan, me han resultado excesivas para cualquier persona por muy tímida o inocente que se sea.
Ander Izarra, hijastro de Carmen Grimaldos, aparenta ser el típico niño heredero rico que vive rodeado de frivolidad, lujos y prepotencia. La realidad que esconde a título personal es mucho más compleja de lo que muestra el personaje a diario, tanto en la parte oscura como en sus motivaciones y traumas infantiles. Me ha gustado mucho su proceso de aprendizaje, su descubrimiento personal y la relación que establece con Eva. También me ha engañado en alguna ocasión en la que se ha comportado de alguna forma que no esperaba en absoluto, prueba de que Antonia Romero juega perfectamente con nosotros a través de sus personajes.
LA PIEZA QUE FALTABAEl resto de personajes, que podríamos llamar secundarios, aunque no lo son tanto, tienen gran influencia en los primeros además de historias personales paralelas que te sorprenderan. Destaco en especial el papel de Conchi y su hija, asistentes de Ander Izarra, cuya historia podemos ver reflejada en más de una familia de hoy en día (deshaucio, abandono familiar, ...); Francisco, el abogado de Carmen Grimaldos y compañero de Instituto de Eva, que es quien la recomienda; Leandro, antigua pareja de Carmen; Gus, amigo de Ander y Cris, amiga de Eva, etc. Todos y cada uno de ellos juega un importante papel en las diferentes subtramas que se desarrollan y se cruzan con la trama principal.
Al margen de estos personajes, durante toda la novela aparecen unos capítulos que se desarrollan mediante mensajes de twiter entre un hombre (Rochester) y una mujer (Jane), anónimos para el lector y que, al menos yo, hasta el final no he desentrañado quienes eran. Y ni me lo hubiera imaginado nunca, la verdad. Esta parte me ha resultado muy original y además daba un respiro a la trama principal sin aburrir porque son muy cortitos estos intervalos, tanto como los mensajes de twiter.
Aunque la novela se desarrolla en Madrid y Barcelona, con alguna escapada a Nueva York, no es la ambientación de las ciudades lo que utiliza Antonia Romero para recrear la trama. De hecho pasan desapercibidas y apenas importa donde están los personajes más allá de situar a Eva más alejada o menos alejada de Ander. La ambientación la logra la autora recreándonos mediante las actividades de los personajes y sus situaciones personales, el tiempo que les ha tocado vivir: crisis económica, deshaucios, desempleo, emigración, trabajos mal pagados, internet y redes sociales, running, etc.
La pieza que faltaba es una novela de intrigas y secretos familiares, una buena historia de personajes que se entrelazan y de alguna forma se necesitan, de historias difíciles de amor y de amor que encaje, de sentimientos y de ternura. Se lee muy rápido porque la trama y sus personajes te atrapa, así que os la recomiendo sin duda.

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