Desde la práctica budista encontramos términos como Visión de Futuro Justo, o Conducta Justa. Estas están ligadas íntimamente con las causas justas y las intenciones. Y toda causa justa con una noble intención nos aproxima a la compasión.
“Si quieres hacer feliz a otro sé compasivo y si quieres ser feliz practica la compasión” dice el Dalai Lama. Pero, ¿son compatibles estas prácticas en las empresas? ¿Puede sostenerse esta mirada con los intereses de los stakeholders?
Te invito a ver este video de la práctica de la compasión en una compañía como Google (puedes elegir los subtítulos en español).
Por mi parte, cuando vi el video recordé una parábola atribuida al Buda.
Hay tres grupos de personas -o empresas- en este mundo, las ciegas, las tuertas y las que ven con dos ojos.
Las empresas o personas ciegas son las que no tienen la visión que conduce a la adquisición de riqueza o al incremento de la riqueza ya ganada. Más aún no tienen la visión que les permite saber qué actos conducen a resultados positivos y cuáles no.
Por su parte quienes tienen la visión de sólo obtener riqueza son las personas o empresas tuertas, pero por lo demás son iguales a las ciegas.
Las empresas y personas que ven con dos ojos tienen la visión para ganar riqueza y capitalizarla, pero también tienen una perspectiva que les permite elegir los medios justos, saber qué actos la conducen a resultados positivos por medios honorables y los que no lo hacen.
Los ciegos son perseguidos por la desgracia, no tienen riqueza y no realizan un buen trabajo. En este caso la mortalidad de estas empresas es alta. En las empresas o personas tuertas, como su fin es únicamente lucrativo, no les importa los medios para conseguir esas ganancias. Los valores y visión son cortoplacistas y son menos exitosas que las empresas excelentes que perduran.
Las empresas y las personas que funcionan con los dos ojos son las sobresalientes. Tienen una Visión de futuro justa y Conductas Justas… y logran resultados sobresalientes que sostienen en el tiempo.
Por Víctor Raiban