Revista Salud y Bienestar

La realidad se hace evidente

Por Mbbp

LA REALIDAD SE HACE EVIDENTE

Sabes que no me gusta entrar en el concreto de la vida pública y política. Pero para cambiar las cosas uno debe ser consciente de ella y aceptar su responsabilidad en todos los ámbitos de su vida ordinaria! Nadie puede exculparse por lo que está pasando, ni hacer oídos sordos a lo que genera dolor propio y ajeno. Y nuestra realidad actualmente es una invitación a ser conscientes y a reaccionar, sin esperar que alguien nos solucione la vida y haga las cosas fáciles. Es labor de cada uno que, a su manera, una vez es consciente de esa realidad que le incomoda, decide hacer lo posible para cambiarla, cada día!

Personalmente hace ya años que mi propósito en la vida es ayudar a los demás y, en lo posible, aportar mi talento personal para mejorar el mundo. Y eso hago, cada día, sutil y discretamente, aunque no queden huellas de mi camino personal, más que en las mentes y corazones de quienes me conocen, estén cerca o lejos de mí ahora, reconozcan o no mi intervención en sus vidas! Nunca busqué ni busco un reconocimiento ni un aplauso, sino que me permitan ser tal cual soy y sentir lo que siento, intentando ayudarles! Aún asi, tienen pleno derecho de sentirse o no parte de mi vida, unos porque desafortunadamente no creen ser dignos de mi compañía y otros, porque no me consideran merecedor e estar en sus vidas! Para eso está la libertad de ser, pensar, sentir y hacer lo que uno quiere o no en su vida!

En la vida todo se paga y es evidente que la ignorancia cómoda y colectiva había de traernos un día el despertar, aunque éste ha sido un tanto estrepitoso! Pero, normalmente el fin justifica los medios o, como se dice popularmente, no hay bien que por mal no venga! Y esa es la oportunidad de esta crisis actual, que despertemos de la insensatez, la falta de sentido común, de la malicia consentida y de la vanidad humana que tan alta factura está pasando a los seres humanos y al entorno natural que nos rodea! Seguramente ahora es el momento adecuado para despertar, pues muchos llevamos mucos años ya despiertos, aunque fuera clandestinamente y/o en silencio! Hoy nos estamos -al fin- reencontrando para compartir lo que ya somos de verdad y unir fuerzas para cambiar el mundo! Como se suele decir, a grandes males, grandes remedios! Nos intentarán distraer, manipular, engañar, ningunear e incluso asustar… pero hoy ya es el día para empezar a cambiar sin dilación y ya todos los que estamos ya bien despiertos y sin miedo para mejorar!

Algunos parece que empiezan a darse cuenta…

El fracaso de la política española

Ya no les importa ni la posteridad: si tuvieran un poco de dignidad habrían presentado la dimisión

La Vanguardia. Rafael Nadal. Opinión | 13/07/2012

Cuando la crisis se hizo visible en toda su crudeza, algunos pensamos que había llegado la hora de cerrar filas y arremangarse tras un programa consensuado para salvar el país de la ruina. El diagnóstico era pésimo y se trataba de apostar por un compromiso colectivo en defensa del interés general. El sentido común decía que era el único camino posible, pero los actores políticos y sociales lo consideraron innecesario. Cuatro años después, España acaba de ser intervenida y obligada a entregar a las instituciones internacionales el control de las decisiones de gobierno más importantes. El fracaso de la política española es incuestionable.

Confieso mi más absoluta desorientación. Cuando más duros son los efectos de la crisis, cuando el futuro se presenta más incierto, nos quedamos sin referentes políticos y tenemos que poner en manos lejanas y desconocidas las decisiones que marcarán nuestro futuro y el de las generaciones futuras. Miramos y no conocemos a nadie. Buscamos dónde agarrarnos y no encontramos apoyos. Queremos incorporar nuestro esfuerzo al combate colectivo y nadie nos invita a ello.

¿Pero qué les pasa a los políticos españoles? Les hemos interpelado durante cuatro años y no han escuchado. Les hemos advertido que la situación se hacía desesperada y han mirado hacia otro lado. El peor de los escenarios se ha confirmado y sólo ahora empiezan a lamentar que Europa les ate de pies y manos. Por el amor de Dios, ¿pero en qué mundo han vivido estos últimos cuatro años?

La tutela sobre el gasto y los ingresos era evidente desde hacía tiempo, pero la política española aún tenía margen para decidir las prioridades dentro del presupuesto. Ya no. Europa ha tomado definitivamente el mando de España y decide los impuestos, condiciona las leyes y modifica los salarios. El camino no es democrático y no puede acabar bien, pero la inacción del Gobierno lo ha hecho inevitable.

Hace sólo quince días que el ministro Montoro anunciaba solemnemente que los hombres de negro no vendrían. Pues ya están aquí y ahora son ellos quienes deciden el acento social de la acción de gobierno. Rajoy aseguraba que intentaba que nos rescataran sin intervenirnos y ha fracasado estrepitosamente: ya estamos intervenidos pero todavía no sabemos si van a rescatarnos.

El Gobierno a veces ha mentido y a veces ha intentado disimular, pero los hechos lo han puesto en evidencia. Leer la prensa europea era suficiente para comprobar que los documentos del Eurogrupo, del Fondo Monetario o de los comisarios europeos siempre recogían la obligación de cumplir con el déficit. Eso implicaba aumentar ingresos (subiendo impuestos o esperando una milagrosa mejora de la actividad) o rebajar gastos a costa de eliminar partidas superfluas o profundizar en los recortes.

Estoy a favor de reducir la deuda, de controlar el déficit y de asumir los recortes inevitables; pero es intolerable que se incumplan los programas sin presentar excusas, que se cambien las políticas sin votarlas ni dar explicaciones solemnes y, sobre todo, que los sectores más poderosos queden al margen del esfuerzo. Y tampoco es aceptable que el Gobierno central ni se reforme ni se someta a recortes, en una muestra de gran cobardía y frivolidad. De hecho, es probable que su parálisis nos haya metido en la espiral griega. El tiempo lo confirmará.

Han tenido cuatro años para consensuar las medidas. Era evidente que sólo pactando un plan anticrisis y aislándolo de la lucha partidista y electoral, alguien podría atreverse a tomar las medidas necesarias. No lo han hecho. Rodríguez Zapatero negó la crisis hasta el 2010 y Rajoy ha tomado un camino similar: ha dimitido de sus obligaciones, ha agotado el tiempo esperando que las soluciones llegaran solas y en seis meses ha conseguido empeorarlo todo.

Personalmente, no puedo perdonar a los gobiernos -el español y el catalán- porque están cargando de razón a todos los demagogos. La inflexibilidad y la arrogancia con que han emprendido en solitario los recortes contra las clases medias y los asalariados se han revelado de una ineficacia total, casi patética.

Pero tampoco puedo perdonar la ceguera de las oposiciones -la española y la catalana- que siguen gritando “no pasarán” sin darse cuenta de que la sociedad les ha pasado por encima de la pancarta y ya está tan lejos que seguramente no volverán a atraparla. Todavía se niegan a debatir el copago, cuando ya pagamos el céntimo sanitario, el euro por receta, el copago decidido por el Gobierno central y la retirada de más de cuatrocientos medicamentos de la seguridad social. Gritan contra la rebaja salarial a los funcionarios pero en muchas empresas privadas el recorte de sueldos sobrepasa el cuarenta por ciento. Preferiría que hubieran teatralizado menos las protestas y que hubieran modulado de verdad los recortes en la mesa de negociación.

Ahora dirán que no podían hacer nada. No es verdad. Unos y otros han dispuesto de cuatro años enteros. Y si no pueden hacer nada, ¿por qué siguen en los parlamentos? ¿Qué hacen si ya no son los responsables últimos de las leyes? ¿Qué hacen si el debate político está más vivo en la calle que en la Cámara? ¿Por qué no se han encerrado para preparar un programa adaptado a las nuevas circunstancias y capaz de plantar cara a la crisis? El juicio de la historia no tendrá compasión de ellos. Seguramente les da igual, ya no les importa ni la posteridad: si tuvieran un poco de dignidad habrían presentado la dimisión.

VN:R_U [1.9.10_1130]

Volver a la Portada de Logo Paperblog