Revista Diario

La rebelión de las máquinas: el autocorrector

Por Desmadreando @desmadreando

La rebelión de las máquinas: el autocorrector

Está claro. Nosotros queríamos que las máquinas hicieran el trabajo pesado pero sin pensar ni rechistar.

Oiga no- que si se ponen a pensar nos pedirían vacaciones, aumento de sueldo, conciliación laboral, que las sacásemos de la crisis de sobreempleo. Así que mejor que se queden calladitas.

No obstante, nuestro lado sensiblero humano les ha dado la oportunidad de hablar. Y ahí vamos de gilipollas a darle voz y creamos el “autocorrector”.La hemos cagado.

¿Y por qué no se va uno al maldito menú de ajustes y quita el autocorrector de los cojones? Pues por que pobrecito Iphone. Ya bastante decidimos sobre que música tiene que pitar, sobre las 1900 fotos que lleva de la Critter, sobre las aplicaciones de maternidad, pujos, tetas, y cuestiones variopintas como para además decirle ¡no opines!

Imagínese usted la charla con una amiga:

- ¡Hola Maranna! (¡Hola Marian!)

-¿Has podido ver algo del zumbado?- (queriendo decir: tocado)

-Estoy atontada por el antibiótico ni la cocaína me levanta (normal pero quería decir Cocacola)

-Se que me explico pero este autocorrector me la besa (de normal me la juega pero cuando se pone cariñoso me lo quedo).

-Yo voy de compango (ya se yo que estoy morcillona pero voy de compañía)

- Me da mucho gusto que hayamos follado (quería decir hablado).

-Bestia (besitos)

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La rebelión de las máquinas: el autocorrector

Así que menos mal que el autocorrector sólo tiene voto por Whatsapp y en el SMS que si no ya me veo demandada por muchas madres de esas de “ultracrianzaderecha” por escribir en el blog que no hay que dar el pecho, el biberón es lo mejor y para dormir al niño cántele una naná de “duérmete niño duérmete ya que si no te dejo solico como Estivill dijo ya”-

¿Cómo se ha podido escribir eso? Ni idea. La realidad supera la ficción y el autocorrector supera a cualquiera.


La rebelión de las máquinas: el autocorrector
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