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La reina en el palacio de las corrientes de aire

Publicado el 15 octubre 2010 por Lector
La reina en el palacio de las corrientes de aire

El tercer libro de la trilogía Milenium finaliza la saga, aunque me da la sensación de que después de la enorme cantidad de páginas que he leído el autor termina dejando las cosas a medias.
El primero de los libros nos presenta a gran parte de los personajes de la trilogía y tiene un planteamiento muy diferente a sus secuelas. Larsson decidió plantear un reto al lector. Da los datos para que resuelvas un misterio, que por otro lado es fácil de solucionar. En mi caso en la página trescientos sesenta, con lo que el resto del libro se me hizo excesivamente extenso y con muchísimas páginas de relleno.
Es en la segunda novela donde da comienzo realmente la trama principal de la saga, el protagonismo pendula hacia Salander y la historia ya no trata sobre un misterio o caso a resolver. Larsson nos invita a ser un mero observador de los acontecimientos donde se entremezcla el espionaje, psicópatas, complots, maltrato, comercio sexual, trata de esclavas ...
La reina en el palacio de las corrientes de aire supondría el desenlace de todos los puntos presentados hasta el momento, pero resulta que algunos quedan en el aire. En ningún momento sabemos qué es de la hermana de Salander, a la que se hace referencia a lo largo de dos novelas para no decirnos absolutamente nada - parece absolutamente innecesario
ese personaje -. Larsson utiliza el recurso literario de ponernos en la cabeza de cada uno de los diferentes personajes y contarnos la historia desde diferentes perspectivas, - en mi opinión fue brillante para explicar la historia de la Sección a través de los recuerdos de su antiguo director-, pero cuando alcanza el desenlace rompe con este estilo dejándonos sin las impresiones que tienen cada uno de ellos. También encontramos hojas innecesarias como por ejemplo el acoso que recibe Erika Berger o las vacaciones que se da Salander en Gibraltar, que no viene a cuento y da pie a que el autor cometa el error de comparar la colonia británica, antiguamente territorio español, con Ceuta que ni es colonia ni en ningún momento fue territorio de Marruecos. Otra cosa que me chirriaba era el asombroso atractivo del periodista, que mujer que conocía mujer con la que se acostaba. ¿Un deseo del autor proyectado en el personaje?
No sé si las mujeres suecas son diferentes a las del resto del planeta, pero tal y como las presenta el Larsson o bien son víctimas de los malvados hombres o son muy fuertes, claramente masculinizadas. Son libros con una orientación claramente feminista, y el autor ha confundido igualdad de derechos con que hombre y mujeres son iguales. Un ejemplo de esta masculinización es la relación entre el periodista y Erika -surrealista-. Quizás me equivoque y lo que ocurre es que Suecia es diferente.
Después de todo esto podría pensarse que los libros no me gustaron, pero la verdad es que sí me gustaron, resultan rápidos de leer y el autor es muy hábil manteniendo la tensión a pesar de que sean tres buenos tochos. A diferencia de Mankell, que nos muestra unas historias deprimentes y llenas de detalles cotidianos, aunque sabiendo distinguir entre género masculino y femenino, profundizando muchísimo más en la emociones y las relaciones humanas, Larsson es más ágil y vital. Muy recomendables.


La reina en el palacio de las corrientes de aire


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