Revista Religión

La rendición de cuentas (parte 1 de 4)

Por Claudio Auteri Ternullo @micedvalencia
Independientemente del tipo o tamaño del ministerio, en toda alianza se necesita de la rendición de cuentas. Ésta es el fundamento para salvaguardar la credibilidad y erigir la confianza. Los socios con claros sistemas de rendición de cuentas se encuentran mejor equipados para atender a los errores y malentendidos inevitables de las alianzas interculturales.

Desde luego que la rendición de cuentas no es ninguna panacea. La misma no excluye la confusión transcultural, ni elimina el pobre desempeño, ni supera los conflictos personales. No obstante, aunque la rendición de cuentas no puede asegurar una alianza libre de problemas, sí puede mantener la estabilidad en la relación.La rendición de cuentas es fácil de entender, pero difícil de implementar. Para usarla eficientemente, las partes deben asumir un compromiso en común frente a la misma, comprender claramente de qué cosas deben dar cuenta, y tener un conjunto de directrices en común.Generar un compromiso hacia la rendición de cuentasHay tres pasos a dar en la generación de un compromiso en común hacia la rendición de cuentas:
Primero, verifique su modo de pensar acerca de la rendición de cuentas. Por algún motivo, tendemos a concebirla como una calle de mano única. La rendición de cuentas es algo que obtenemos, no algo que damos. Haga esta prueba y fíjese si usted cae en esta trampa: ¿En qué pensó al leer el título de este capítulo? ¿Acaso lo primero que pensó fue: «Esto es sobre cómo hacemos para que los que reciben nuestro apoyo económico nos rindan cuentas»? Rara vez he escuchado a alguien preguntar cómo hace uno mismo para rendir cuentas ante un ministerio asociado. Siempre consiste en cómo hacer que la otra persona dé cuentas. Por eso, el primer principio es que la rendición de cuentas es como una calle de mano doble. Esta es la diferencia entre la alianza y el paternalismo.
Segundo, hable de la rendición de cuentas con las demás partes. La necesidad de rendir cuentas es reconocida tan ampliamente que tendemos a asumir que todos la entienden. Para evitar este error, plantéela como tema de discusión hacia el comienzo de la alianza. Comience preguntándole a las partes qué significa para ellos la rendición de cuentas. Si pertenecen a distintas culturas, debata cómo funciona en la cultura de ellos y cómo opera en la suya. Examinen juntos las siguientes preguntas:•¿Cuál es el propósito de la rendición de cuentas?•¿Cómo se la practica usualmente?•¿Cuáles son los beneficios de la rendición de cuentas?•¿Cómo se abusa de la misma?


Tercero, escriban una definición conjunta y un propósito de la rendición de cuentas. Después de que hayan llegado a algún acuerdo, definan la rendición de cuentas y señalen su propósito para la alianza. Este ejercicio lo conducirá naturalmente a identificar aquello de lo cual usted dará cuentas.
La rendición de cuentas (parte 1 de 4)

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