La responsabilidad social corporativa (RSC) es un término que incluye un tipo de responsabilidad de carácter ético, no normativo y se refiere al compromiso voluntario de las empresas con la sociedad, el medio ambiente y los derechos humanos, responsabilizándose así de las consecuencias y de los impactos que derivan de sus acciones.
Es un tipo de gestión responsable basada en la introducción de las preocupaciones sociales, laborales, ambientales y de respeto a los derechos humanos, en su gestión, estrategia, políticas y procedimientos y los impactos que su actividad genera sobre sus empleados, clientes, diferentes grupos de interés y sobre la sociedad en general, contribuyendo al desarrollo social, económico y medioambiental, no sólo de su organización sino de toda la sociedad.
Riesgos no financieros
La Responsabilidad Social Corporativa ayuda a gestionar los llamados «riesgos no financieros» que se corresponden con los riesgos medioambiental, social y gobierno corporativo (riesgos ESG por sus siglas en inglés).
Como ocurre con los financieros, estos riesgos mal gestionados pueden afectar de manera negativa a la empresa y sus consecuencias tener un impacto económico y reputacional sobre la misma.
La RSC surge como consecuencia de una nueva visión de la gestión empresarial y este concepto, junto con una gestión de riesgos adecuada, son elementos clave de una buena estrategia empresarial.
Impulsada por la introducción de leyes sobre la libre competencia, el medioambiente, la información confidencial, la ley de protección de datos, etc., por un lado, y las sentencias de casos de responsabilidad penal corporativa, por otro, la ética empresarial ha evolucionado de la responsabilidad social corporativa a la gestión del riesgo empresarial.
Fuente: https://www.elcomercio.es/economia/jrv-seguros-responsabilidad-social-corporativa-20231026201407-nt.html
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