Revista Cultura y Ocio

La saga de Hrolf Kraki. Poul Anderson

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La saga de Hrolf Kraki. Poul Anderson
     "Había un hombre llamado Eyrind el Rojo, que vivía en el Danelaw de Inglaterra cuando era rey Aethelstan. Su padre era Svein Kolbeinsson, que había llegado allí procedente de Dinamarca y a menudo había vuelto en viajes comerciales. Cuando fue suficientemente mayor, Eyrind se marchó. Sin embargo, como era más inquieto y ambicionaba más que Svein hacerse un nombre, al final entró al servicio del rey."
     De vez en cuando uno se aleja totalmente de las lecturas habituales para embarcarse en libros que sabe de antemano van a gustarle. Historias, por ejemplo, de vikingos. Eso me sucedió con este libro incluso antes de abrirlo. Hoy traigo a mi estantería virtual, La saga de Hrolf Kraki.
     Una joven danesa que se ve empujada a hacer un viaje acompañando a su marido y este a su vez al rey, se gana a las damas que la acompañan en la travesía relatando historias. Cuando esto llega a los oídos del rey, la manda llamar para solicitar escuchar también sus relatos. Estamos en el siglo X y esta mujer, Gunnvor, comienza a hablar al rey de la historia de Hrolf Kraki que se remonta tres siglos atrás.
     Ahora que parece que las sagas y las grandes historias han de estar formadas por un mínimo de tres libros voluminosos, llega Runas y reedita este título de Poul Anderson que apenas supera las 300 demostrando que no es necesaria tanta extensión. Comenzando por un prólogo del propio autor en el que cita fuentes y orienta al lector y con un primer capítulo introductorio que nos explica por qué la narración tiene esa estructura, Anderson pronto entra en faena en este libro vestido de leyendas.
     La historia, de corte clásico, casi épico en algunos momentos, echa también mano de leyendas fantásticas y maleficios y dioses. No habla solamente del citado Hrolf Kakri, habla de su familia empezando por la historia de sus antepasados, a cada cual más interesante, para seguir avanzando hasta él. Anderson no se entretiene en descripciones, pese a lo cual hay momentos de sorprendente hermosura en sus palabras, otros en los que, con apenas media docena, nos ha dejado clarísima la situación. Sin embargo, no será la profundidad de los personajes ni las páginas llenas de largas descripciones de las luchas lo que caractericen esta historia. Y tampoco le hace falta, puede ir perfectamente al grano y aligerar además el lenguaje que se puede suponer a este tipo de leyendas puesto que está siendo relatada mucho tiempo después a un hombre que, además, desconoce los lugares en los que sucedieron, al igual que el lector que agradece determinadas explicaciones. De este modo elimina trabas para la lectura, facilitando al lector su avance y también, salvando a los más puristas, su disfrute.
     Concebido casi como un conjunto de sucesivas historias, es fácil quedarse enganchado a sus letras, casi inevitable, ya que hay luchas, traiciones, más luchas, ideales, magia, lealtad... y uno acaba sintiéndose presa de cada historia, de cada personaje. En apenas unas pinceladas, hemos pasado de un libro en el que los nombres se nos habían antojado extraños en las primeras páginas, a caer rendidos ante padres, hijos o hermanos sabiendo perfectamente a quién nos referimos.
     He disfrutado mucho de esta novela, a la que no puedo apear el regusto a historia clásica, a cuento a la luz de la luna en la que todo es posible y van apareciendo brujas e incluso osos, y me he dejado llevar por las letras de Anderson. No he querido meterme mucho más en el argumento ni dar detalles que puedan dejaron sin una de esas historias con las que una dama entretuvo a un rey sobre la saga de un hombre que muchos compararon con el Rey Arturo. Lo que si hago es recomendaros que le deis una oportunidad. Y que os dejéis llevar por la voz del autor.
     Como comenzaba diciendo a veces uno se sorprende al asomarse a un lugar totalmente insospechado. Yo en este caso os propongo vikingos, que seguro os ha extrañado a muchos en un primer momento, pero si uno no se arriesga de vez en cuando, tampoco amplía sus lecturas. Así que hoy la pregunta es fácil, ¿recordáis ese libro que os pilló por sorpresa y os encantó?
     Gracias.

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