La Sainte-Chapelle de París

Cuando se atraviesa el Sena en las inmediaciones de Saint-Michel, es inevitable no caer rendido ante ese magnífico complejo arquitectónico que conforman la Conciergerie (Antigua conserjería real) y la Sainte- Chapelle, una de las basílicas más bellas y excéntricas de todo París.
La capilla fue enviada a construir por Luis IX (rey gobernante entre 1226 y 1270) para resguardar las reliquias de la Pasión de Cristo. La más conocida de ellas era la corona de espinas, adquirida en 1239 por una suma que superó con creces el costo de la construcción del propio edificio.
Esas sagradas reliquias habían pertenecido a los emperadores de Constantinopla desde el Siglo IV. Al comprarlas Luis IX aumentó el prestigio de Francia (y en especial de París como ciudad luz) la cual se conviertió ante los ojos de Europa en la “Nueva Jerusalén” y,por ende, en una segunda capital de la cristiandad.
Durante los años de la Revolución Francesa la capilla sufrió grandes deterioros aunque sus maravillosos vitrales se mantuvieron incólumes quien sabe gracias a que extraña protección. Pero pese a su excelente estado de conservación y sus colores llamativos, la capilla asombra por que en realidad, no es una sino que son dos, construídas una sobre otra.
Capilla inferior:
La estatua de la Virgen, patrona del santuario , recibe al visitante ya desde el pórtico inicial. Los techos de la capilla- aunque no lo parezcan- están pintados y no empapelados, sensación que irrumpe a primera vista y que hace caer en la cuenta del juego visual propuesto por quienes la idearon.
Tanto el estado de las columnas como del resto de la construcción asombran por el excelente trabajo de conservación que sobre ellos se lleva a cabo año tras año. 
 
Capilla superior
La estatua de San Pedro es la original, como las de otras cinco estatuas de apóstoles. El santo se encuentra en clara actiutud de estar llevando las llaves del paraíso. Dichas estatuas simbolizan los "pilares de la iglesia"

Tanto la planta baja como la alta se encuentran rodeadas de vitrales, elemento infaltable de las construcciones góticas. Ellos por sí solos merecerían una visita especial al recinto. Los de la parte superior, más elaborados, son temáticos y responden a la iconografía propuesta en los libros de la Biblia.




Los ángeles evocan las 42 escenas de los mártires que figuran en los cuadrifolios de los 100 capiteles que forman la estructura que sostiene al edificio.
Las vidrieras de la Sainte-Chapelle contribuyeron a darle renombre desde su construcción. Las 1113 escenas de las 15 vidrieras cuentan la historia de la humanidad , desde el Génesis a la resurrección de Cristo. 14 de las vidrieras representan episodios bíblicos que se leen de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba.
El rosetón occidental ilustra el libro profético de San Juan: El Apocalipsis aparece representado de un modo simbólico frente a la Pasión de Cristo en el vitral central del coro.En el centro del rosetón Cristo viene con gloria al final de los tiempos para juzgar a vivos y a muertos.

La flor de lis desde siempre fué un ícono del poder de Francia. La usaron desde Luis XIV hasta todos aquellos que lo sobrevivieron y fue usada en indumentaria, elementos de guerra y banderas del reino. Teniendo en cuenta esa importancia no es raro que forme parte de la iconografía de la Catedral.
Dirección:
Sainte-Chapelle
Palais de la Cité
4 Boulevard du Palais
www.monuments-nationaux.fr