“La salida de Martín descomprimió bastante la situación”

La salida de Martín descomprimió bastante la situación de quién está con uno y quién con otro. Hoy el grupo está bien y eso es lo importante. A veces se agrandaban un poco las cosas, pero hoy por suerte se está hablando más de fútbol y no del vestuario“

Sebastián Battaglia es más que un referente para hablar sobre el vestuario de Boca, tan mencionado durante el último semestre. Es por eso que sus declaraciones aclaran aún más un panorama que se suponía: la división grupal influía directamente sobre el rendimiento futbolístico del equipo.

Es notable el vuelco que ha dado el conjunto que hoy conduce Julio Falcioni y esto se debe, como destaca Battaglia, a que la situación que se vivía entre la convivencia Palermo – Riquelme no daba para más. Analizar el papel de cada uno de los cabecillas y sus influencias positivas o negativas quedará para otro momento. Sin embargo, es primordial destacar que los problemas que entre ellos había (si bien trataban de no exteriorizarlo) incluía al resto de sus compañeros en un conflicto que les era ajeno.

Porque si no, ¿cómo explicar el ambiente que se respira en cada práctica? ¿en cada partido actualmente, donde la solidaridad y el sacrificio por el compañero son moneda corriente?. Las cosas se han acomodado. ¿Cómo sería posible que, por dar un ejemplo, “Pochi” Chávez (íntimo amigo de Palermo), no tenga problemas para trotar junto a su supuesto “enemigo”?.

La cuestión no es demonizar a Palermo como el mayor responsable de lo acontecido. Este redactor cree fervientemente que la situación sería igual/o similar si el que se retiraba era Riquelme. Más allá de las apreciaciones personales que la gente tenga sobre cada uno, lo cierto y fáctico es que para quienes son hinchas de Boca estos problemas han quedado atrás y hoy disfrutan de ver a su equipo puntero, invicto y a cuatro puntos de su inmediato competidor.