Revista Comunicación

La salsa, pretexto en los canales privados

Publicado el 08 octubre 2014 por Solano @Solano
Con sonido de salsa, Caracol y RCN inician un nuevo pulso por la franja AAA de la televisión colombiana

Con sonido de salsa, Caracol y RCN inician un nuevo pulso por la franja AAA de la televisión colombiana.

En esta semana, los dos canales privados nacionales estrenaron nuevos seriados en su franja estelar y esta vez con la salsa como pretexto para acercarse a una audiencia que en los últimos años ha experimentado todos los coletazos hormonales de los directivos que han pasado por realities musicales, realities de aventura, comedias con tufillo costeño, las ‘narconovelas’ y hasta el regreso de los culebrones mexicanos.

Siguiendo el éxito de series basadas en biografías como las vidas de Joe Arroyo, Rafael Orozco o la de Helenita Vargas, los canales privados decidieron, seguramente en una mezcla de inteligencia de negocios y algo de ‘espionaje industrial’, apostarle a la salsa, un género musical que ha tenido una gran ascendencia en el país (sin tener la fuerza cultural y económica del vallenato). A su vez, la salsa es imposible pensarla fuera de Cali en el sector de San Antonio, o en el vecino Juanchito y los colindantes municipios del Pacífico. Y eso lo entendieron en RCN y Caracol.

Tengo el hábito de tratar de ver los primeros capítulos de los nuevos programas. Esta semana lo hice con los dos canales para ver su aproximación a las historias, a la salsa que en lo personal es uno de mis sonidos orgánicos en la vida sin que me considere un experto en el tema.

En Caracol está la serie ‘Niche: Hagamos lo que diga el corazón’ con una historia más liviana, lineal y predecible. Es fácil de ‘leer’ y tiene un buen músculo de mercadeo del canal. Todo el tiempo suenan canciones de la emblemática Niche, que más que una orquesta es una ‘marca región’ de Cali y de toda Colombia, gracias a la visión del talentoso y desaparecido Jairo Varela. Si usted espera ver la vida de Varela puesta en escena se va a defraudar porque notará que la historia del joven Iván (protagonista de la serie) aunque si nace en la provincia ya en sus inicios interpreta canciones que fueron éxitos de Niche 10, 15 y hasta 20 años después. No la vea con la idea de apreciar una historia basada en una vida, sino una trama que toma elementos de las canciones.

Por su parte, RCN le apostó a la franja con ‘Un sueño llamado Salsa’, historia basada en la ambición de una academia de baile que lucha por surgir en la escena de la noche a punta de talento. Me quedó la sensación de que está mejor ambientada, con una historia predecible también que sigue el modelo narrativo clásico del pobre que enamora a la bella y rica, pero que logra partir de las variables del contexto, darle una textura muy local para hacerla más creíble.

Como lo he dicho en otras oportunidades, el reto de la buena ficción es ser creíble no en ser más loca que la realidad. A RCN hay que sumarle el acierto de contar con talento de quilates como Vicky Hernández que imprimen fuerza dramática a la historia.

En términos de ritmo, ‘Un sueño llamado Salsa’ tiene vértigo, o parafraseando el nombre de la Academia que se representa en la trama, tiene “arrebato”. Pasan cosas, avanza la historia y hasta la dirección de cámaras ayuda a sentir ese vértigo en varias de las escenas.

Ambas tienen que depurar mejor la actuación con los acentos locales porque siempre en las regiones van a sentir que son caricaturizados por actores del interior; no siempre la mirada externa logra entender las lógicas culturales de una región, lo que va más allá del acento hablado pero se ve muy evidente en el mismo.

La región es siempre una damnificada en la televisión colombiana. Hace unos días, Dago García, el famoso director, guionista y productor (que a la vez es Vicepresidente en Caracol TV) me reclamaba en un foro luego de que dije que “los canales privados han invisibilizado a la región”. Parcialmente tiene la razón Dago, como parcialmente creo tenerla yo. Sin haber terminado mi frase, estoy convencido de que los espacios noticiosos, en general y no siempre, miran la región con el desdén de la anécdota del número del chance tatuado en un pescado o en la tragedia del alud que sepulta a un número de personas sin nombre…

La ficción, en cambio, –y ahí si tiene razón Dago– sí ha visto la región desde hace muchos años, con aciertos y errores en innumerables oportunidades porque como ha dicho Martín-Barbero, la telenovela es la forma en que mejor nos reflejamos y entendemos los latinoamericanos.

Hoy en día, los dos canales tienen el desafío de capturar la atención de una audiencia que se refugia en más formas de consumo audiovisual como los canales por suscripción, Youtube, el Video por demanda… Sospecho que aunque RCN tiene una historia mejor contada, Caracol tiene un mejor ‘producto’. Veremos qué pasa en las próximas dos semanas, lapso máximo que los gerentes de los canales se toman para definir la suerte de las historias

Preguntas al aire: ¿Está viendo alguna de las dos series? ¿Cuál le gusta más y por qué? ¿Siente la que la región del Pacífico se ve bien reflejada en la tv colombiana?


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