Revista Cultura y Ocio

La seducción: entre la lujuria y el thriller

Publicado el 01 septiembre 2017 por Sofiatura
No había visto nada aún de Sofia Coppola. Pero, pensé, un nombre de renombre en el cine tiene sus porqués, así que decidí que empezar la casa por el tejado no tendría por qué ser un problema. Es verdad que tal vez hubiese sido mejor aguantarme las ganas y comenzar por el principio, por ese título de Lost in Translation que al parecer se ha ganado el respeto del público y la crítica. Pero el miércoles era el día del espectador, y ¿cómo decir no a una entrada a mitad de precio, en estos tiempos que corren?
La seducción: entre la lujuria y el thriller
Coppola nos transporta a la Guerra Civil norteamericana, en un entorno que recuerda inevitablemente a esos paisajes de la idílica Lo que le viento se llevó en los que la valiente Scarlett O'Hara se paseaba tan dueña de sí misma. No obstante, poco a poco comienzas a darte cuenta de que en esta cinta de reparto mayoritariamente femenino, no hay espacio para ninguna heroica Escarlata con la melena al viento. Lo que encontramos en cambio es a una Nicole Kidman al mando de una escuela de señoritas sureñas de distintas edades que custodian la casa durante los tiempos de guerra. Su rutina de estudio, cocina, jardinería y costura cambia cuando Jonh McBurney, un soldado yanki malherido, es rescatado por una de las jovencitas. 
La seducción: entre la lujuria y el thrillerLa presencia de este perturbará la aparente tranquilidad del grupo. Debatiéndose entre la curiosidad, la atracción y los celos, el ambiente supuestamente cordial y refinado de la casa comienza a enrarecerse por ese yanki que en principio no debería estar ahí. Durante la peligrosamente lenta primera parte de la película, crees que "La seducción" es un título que le viene al pelo, ya que el flirteo y la sensualidad se muestran, de alguna extraña manera, como el tema central de la historia. En ese momento, comienzas a preguntarte si el auténtico mensaje no viene a ser otro que la competitividad femenina es muy mala cuando hay un macho de por medio, y rezas para que tu primera película de Coppola no vaya a ser tan decepcionante.
A continuación, después de esa confusa y tediosa introducción, el ritmo cambia totalmente. Hay un punto de inflexión en la trama que despierta en el espectador la atención no solo por los hechos en sí, sino por el nuevo tono que adquiere la historia. De pronto la lujuria se transforma sorprendentemente en misterio y algo de sangre y los acontecimientos responden ahora a un tipo de thriller que no deja de ser desconcertante. Porque sigues estando algo perdido, aunque expectante... hasta que llega el final, que no es que sea inesperado, ni siquiera abrupto, pero sí un tanto decepcionante, no en sí mismo, sino por todo el conjunto del filme.
Cuando llega el desenlace, después de un metraje en el que se parchearon la lujuria y el thriller, sin decidirse por cuál ocupa mayor protagonismo, tienes (tuve) la sensación de que no era en absoluto lo que esperabas. Y que exceptuando esos típicos términos para alabar una cinta como "banda sonora", "reparto" o "fotografía", piensas que Coppola tiene que hacerlo mucho mejor la próxima vez.

Publicado el 1/9/2017



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