Revista En Femenino

La SEGO debe respeto a todas las mujeres. Únete a la Revolución de las Rosas

Por Amormaternal
La SEGO debe respeto a todas las mujeres. Únete a la Revolución de las Rosas
Seguramente ya habrán visto las desafortunadas caricaturas que publica periódicamente el boletín oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Muchas bloggers, activistas del parto natural y del respeto por las mujeres y los bebés se han pronunciado exigiendo que esta organización muestre un mínimo respeto hacia la mujer y condenando estas viñetas de tan mal gusto. Lo más alarmante, es que las caricaturas no han sido dibujadas por cualquier artista, sino que él mismo - el Dr. Javier Server Gonzálvez - es ginecólogo, agravando aún más lo desatinado que es de por sí su contenido y su enfoque. La asociación El Parto Es Nuestro, emitió un comunicado expresando su rechazo a las mismas por ofrecer una imagen degradante de las mujeres españolas.
Jesusa Ricoy-Olariaga, expresó también en su blog su dolor, tras ver cómo han sido retratadas por el gremio tantas mujeres de las cuales muchas han sido víctimas de violencia obstétrica y han contado sus experiencias y buscado ayuda a través de la asociación Escuchando con el Corazón.
Las situaciones que estas mujeres describen, a veces sólo pueden ser comparables a un relato de una victima de tortura, un secuestro o similar, en definitiva a lo que contaría alguien desprovisto de su identidad, privado de dignidad, humillado y tratado con muy poca o ninguna humanidad.
La humanidad en este contexto es eso que nos hace reconocernos en el otro y que por lo tanto nos hace saber cuando hacemos daño y nos obliga a dejar de hacerlo, sentimos compasión. El problema es que al sentir compasión hay alguien que se encuentra en una situación de poder frente a otro. Hay una victima.
Continúa invitándonos a la reflexión acerca de nuestras acciones, citando los estudios de Milgram y Zimbardo acerca de la capacidad del ser humano de hacer daño a otro siempre y cuando sienta que la responsabilidad de sus acciones recae sobre un tercero cuyas órdenes obedecemos simplemente por su autoridad. A mí no me parece nada exagerada la comparación.
Ileana Medina, de Tenemos Tetas, expresó su rechazo a la forma tan denigrante en que ha sido retratada la mujer:
Este lunes amanecen revolucionadas de nuevo las redes sociales: esta vez por unas viñetas (supuestamente humorísticas) realizadas por un ginecólogo colegiado, y publicadas en la Gaceta Electrónica de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), que además de misóginas y denigrantes para las mujeres, son de un mal gusto tremendo, riéndose de las enfermedades de sus pacientes. Dime de qué te ríes, y te diré quién eres. Hay cosas con las que simplemente no se juega. 
María Berrozpe en su blog Reeducando a Mamá comenta en una carta abierta que ha escrito al Dr. Josep Lailla - nuevo presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia:
Me va a permitir que le presente la causa que, según mi opinión, ha llevado a la corriente de desconfianza por su colectivo en lo que a atención al parto se refiere: Ustedes, simplemente, no cumplen sus propias recomendaciones. Para demostrárselo no hay más que leer el documento publicado por el Ministerio de Sanidad y Política Social, “Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal”, y que usted cita en su comunicado, señalando que es el "...resultado de un estudio minucioso, en que han participado numerosas personas, ligadas a todos los colectivos que tienen algo que decir sobre el parto que entiendo recoge a la perfección el sentir unánime de nuestros profesionales...".
Y continúa enumerando cada una de las situaciones en las cuales los profesionales adscritos a la SEGO no cumplen las recomendaciones para la atención al parto.
Elena Mayorga de la Revista Mente Libre, hace un muy interesante análisis acerca de los límites del humor, porque algo es ser graciosos, y otra cosa muy distinta es falta de plano al respeto - explorando las raíces y el trasfondo psicológico que debe tener una persona que sea capaz por un lado de ilustrar semejante cartoon, y por otro lado, quien sea capaz de aprobar su publicación en la revista oficial de un gremio sanitario.
Algunas personas, antiguos niños maltratados, si no han comprendido, tratado y superado sus traumas infantiles, buscan mecanismos inconscientes para propagar a su alrededor dolor, daño y violencia: algunos agreden física y psicológicamente a sus familiares, otros a sus compañeros de trabajo, otros organizan exterminios y guerras, otros cuentan chistes crueles y dañinos y algunos, maltratan y se burlan de sus pacientes con la excusa del humor.
Ante todo, en el humor debe imperar el respeto. Tu libertad de expresión debe llegar justo hasta donde comienza la libertad individual de otra persona o colectivo. No debemos ampararnos en el humor para denigrar, vejar o humillar a ningún ser humano. No debemos utilizar el humor para reírnos de las diferencias físicas, sexuales o intelectuales de otras personas. Vejar y denigrar no es humor, es humillación y crueldad y el único sentido que tiene es el causar dolor. Algunos aprovechan los chistes para denigrar a las personas o colectivos que odian amparados en el hecho de que para mucha gente, demagógica, todo tiene cabida dentro del humor. Sin embargo, se equivocan; los chistes que humillan, denigran o violentan a cualquier ser humano por su condición sexual, su raza, su credo, su tendencia sexual, su sexo, etc., además de carecer de sentido del humor y ser de un mal gusto tremendo, no deben estar permitidos en foros públicos. En privado, cada uno hace lo que quiere, pero ese tipo de “no sentido” del humor tiene una profunda carga inconsciente. Si nos reímos porque denigran a alguien o porque siente dolor o sufre, tal vez deberíamos revisar nuestro sistema de valores.
Myriam Moya, de en minúsculas, pide a la SEGO que se disculpe, que pida perdón no sólo por las viñetas, sino por todos aquellos profesionales adscritos cuyo ejercicio dista de la ética, de la humanidad, de la empatía y - cómo no - de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Hoy les hablo como mujer, como madre, como hija, como nieta, como hermana, como amiga, como compañera de trabajo, como profesora, como vecina, como paciente, como cuidadana de este país... hablo como ser humano en conjunto ,que merece ser tratado con dignidad; como el ente complejo que soy, con nombres y apellidos, con historia familiar propia, con cuerpo sagrado y emociones, hablo para exigirles que nos pidan disculpas... 
Discúlpense ante mi abuela que con casi 90 años padece incontinencia urinaria severa (y usa pañales), discúlpense Dr Javier Server Gosálvez por haber ridiculizado a las mujeres mayores y sabias en sus viñetas, discúlpese.
Discúlpense ante mi amiga X que abortó espontáneamente y de forma muy dolorosa en la sala de espera de un hospital, que no fue atendida ni acompañada, discúlpense por no tener la decencia de retirarle la cuna vacía de la habitación, discúlpense.
Discúlpense ante todas y cada una de las prostitutas que son pacientes suyas, a menudo juzgadas e incomprendidas, luchen para que puedan realizar su trabajo en las mejores condiciones posibles, no las juzguen porque no son ustedes nadie, discúlpense.
Discúlpense ante mi amiga M que tras una cesárea (más que cuestionable) fue abandonada temblando en una sala sola para su reanimación, discúlpense por no atender sus lágrimas, ni los gritos que pedían a su hija; por forzar esa separación... no sabe si volverá a ser madre, discúlpense.
Discúlpense ante mis alumnas adolescentes por animarles a usar los anticonceptivos hormonales con apenas 15 años, por no permitirles amar su ciclo, discúlpense también ante los chicos por no educarlos en la corresponsabilidad, discúlpense...
Ana Álvarez-Erracalde, fotógrafo española, madre y autora de Cesárea, Más Allá de la Herida, quien fue mencionada por el Dr. Lailla en un comunicado tras asumir la presidencia de la SEGO, publicó dos cartas abiertas respecto al tema. En la primera, que pueden leer aquí, además de contestar la mención que ha hecho Lailla de sus autorretratos, comenta algo que me pareció muy interesante - en realidad la carta entera es excelente y no tiene desperdicio:
Aprovechando que hablamos del factor riesgo, no deja de sorprenderme de que la SEGO, publicite en su web a TAMPAX. Usar tampones implica el riesgo de Sindrome de Shock Tóxico… y para evitarlo, sólo haría falta no incitar al consumo de los mismos. En el mercado hay alternativas de copas menstruales mucho más higiénicas y respetuosas con la sostenibilidad del planeta que nunca han sido asociadas al Shock Tóxico, ni utilizan pesticidas o materiales químicos como los blanqueadores de Tampax… Lo menciono porque me parece que sería importante informar a las mujeres sobre todas las alternativas del mercado, no sólo sobre las que aportan un rédito económico al sistema, ni las que económicamente se permiten “auspiciar” la web de la SEGO.
Hoy cuando he abierto la web de la SEGO, me econtré con publicidad, o llamémoslas "menciones comerciales" de toallas sanitarias de la marca Ausonia y de anticonceptivos hormonales de la casa Bayer. Cero comentarios, Ana y Myriam ya lo han dicho lo que pienso al respecto.
Pocos días después, Ana ha publicado una segunda carta abierta que pueden leer aquí. En ella expresa su profunda decepción ante la respuesta política que ha tenido el presidente de la SEGO, tanto a la carta que intuyo recibió Ana en respuesta a su carta abierta al Dr. Lailla, como al comunicado que ha emitido de parte del gremio conforme: 
"Ante la polémica surgida por la difusión de unas viñetas humorísticas, la actual Junta Directiva de la SEGO está analizando el contenido, expresividad y mensajes tanto directos como indirectos, así como posibles interpretaciones que pudieran ofender de alguna manera la imagen de la mujer".
Continúa Ana Álvarez-Erracalde diciendo:
Usted no parece dispuesto a ejercitar la empatía para entender el sentir de las mujeres que padecen las patologías "divertidas" de las viñetas (la obesidad, el HVP, el prolapso uterino, etc.). Tampoco parece comprender lo poco gracioso que debe resultar a médicos y comadronas no intervencionistas, que acompañan a las mujeres desde la confianza y el respeto y luchan para conseguir que el sistema sanitario pueda amoldarse a los cambios que exije la época, ser retratados en estas viñetas como médicos "fiesteros" que beben y fuman mientras las mujeres gritan desde la cama. Usted es fruto de un tipo de educación anacrónica, de un entorno específico y tiene una reputación a defender que termina siendo un impedimento para la comprensión, la apertura, la autocrítica. Sin  embargo considero que este tipo de debate es sumamente necesario tanto a nivel social como médico y mediático. Estas viñetas han servido para validar las experiencias de muchísimas mujeres que en revisiones ginecológicas, en legrados y en partos, han salido sintiéndose como un trozo de carne. Finalmente ver que un ginecólogo las retrata de la misma manera en las que ellas se habían sentido, y que un montón de ginecólogos se ríen y festejan ese sentir, es una confirmación de que lo que han vivido es real y aún más doloroso por la ligereza ("jovialidad y diversión") con la que desde la S.E.G.O. se considera el caso.
Mireia Long, en Bebés y Más, también se hace eco de estas desafortunadas caricaturas, proponiendo que los ginecólogos que se rían de estas imágenes utilicen mejor su tiempo reciclándose profesionalmente:
Y, aunque sé que la mayoría de los ginecólogos compartirán mi indignación hacia lo supuestamente gracioso de la denigración de la mujer y están abriendo otros caminos en la atención y tienen otra sensibilidad, la aparición de estas viñetas me ha parecido un signo del machismo y atraso que, parece ser, algunos ginecólogos siguen padeciendo. En vez de reirse humillando seguro que pueden hacer cosas más útiles, quizá reciclarse un poco o hacer algún cursillo de atención al paciente.
Cúrense del machismo, señores. Y, por supuesto, retiren estos chistes y pidan perdón a las mujeres. Este humor de ginecólogo no hace ninguna gracia. Han quedado ustedes retratados.
Yo no puedo evitar preguntarme, en medio de este torbellino, que en tan solo una semana, ya ha logrado no sólo atención mediática - tanto nacional como internacional - sino también el apoyo de los medios de comunicación - a la vez que intento mirar la otra cara de todo esto, porque como les comentaba al principio, varios amigos bloggers ya han planteado - y de forma muy completa como hemos podido ver - su posición al respecto. ¿Y qué encuentro del otro lado?
Encuentro preguntas: ¿Por qué un ginecólogo habría de respetar a una mujer? Y evidentemente a todas las mujeres... Así que les dejo con un listado de 8 razones por las cuales los ginecólogos, obstetras y demás profesionales relacionados deben respeto a la mujer:
  1. Sé que esto es obvio, pero los trajo al mundo una mujer.
  2. Por consiguiente, la primera persona que los amó y a quién amaron, es también una mujer.
  3. Posiblemente sean mujeres, o al menos tengan hermanas, una esposa, y/o hijas - por lo que insultar a "las mujeres" en general - tal y como las han retratado en aquellas desafortunadas viñetas - indirectamente insulta también a las mujeres a quienes aman o al menos a quien lo trajo al mundo, ¿o están ellas excentas de ser retratadas así?
  4. Su profesión entera gira en torno a la mujer, ¿por qué no se dedicaron a otra cosa? Mi abuelo - gran médico urólogo y muy querido por sus pacientes - siempre decía que la medicina es como el sacerdocio: que había que dedicarse en cuerpo y alma al paciente.
  5. Presenciando cada día lo que es capaz de hacer el cuerpo de una mujer ¿cómo es posible no venerarlo?
  6. Hay un dicho que dice que no debemos morder la mano que nos alimenta, ¿no? ¿Y quién alimenta a los ginecólogos? Pues las mujeres. Si no nos respetan como pacientes - en donde existe el secreto profesional - si no nos respetan simplemente por ser seres humanos al igual que ellos, pues al menos como clientes ¿no?
  7. Por el simple hecho de ser seres vivos, las mujeres merecemos respeto.
  8. Cuando una mujer acude a consulta con un ginecólogo, se sienta  - y se siente - en una posición sumamente incómoda, simplemente para que el profesional esté a gusto y tenga buena visibilidad sin retorcerse. Por otra parte, expone su intimidad, su cuerpo, sus genitales, su feminidad a la vista de un extraño, lo cual la hace sentir vulnerable.
Por otro lado me viene a la mente otra pregunta: ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Recae acaso todo el peso sobre el dibujante - dicho sea de paso, que también es ginecólogo? ¿Y qué hay del presidente de la SEGO - tanto el anterior, como el acual? ¿Cómo permiten la publicación de semejantes ilustraciones a nombre del gremio entero? ¿Y qué hay de todos los demás ginecólogos, sean hombres o mujeres...? ¿Por qué no han protestado? ¿Cuánto tiempo tienen publicando estas viñetas? ¿Y las ginecólogas de la SEGO no se habían sentido insultadas?
Por si aún no han detallado las ilustraciones de las cuales hablamos: En todas ellas se retratan a distintas mujeres en situaciones relacionadas con la profesión, bien sea pariendo, o esperando una revisión, o bien con algún problema de salud relacionado. Hasta aquí, digamos que no ha pasado nada, pero si continuamos detallando, encontramos que todas las mujeres retratadas son prostitutas, tontas, de aspecto físico desagradable, o ancianas. Señores de la SEGO ¿acaso todas las mujeres entramos dentro de uno de esos renglones? ¿No hay ningún otro tipo de mujer en su clasificación? ¿Acaso las mujeres que sí entran dentro de esa clasificación merecen ser retratadas de esta manera? ¿No merecen respeto al igual que lo merecemos todos?
Como todos sabemos, todas estas acciones no pueden quedarse sólo en palabras, sino que deben pasar a engendrar verdaderos cambios, los cambios que necesitamos y merecemos todas las mujeres en cuanto a atención sanitaria se refiere. Cambios que involucran una profunda reflexión, actualización en cuanto a políticas de atención de parto, y transformación de parte de todos los profesionales adscritos a la SEGO.
Como acto simbólico por todas aquellas mujeres que han sido víctimas de violencia obstétrica en España, se está llevando a cabo la Revolución de las Rosas. La idea consiste en llevar una rosa el día miércoles 28 de septiembre y dejarla a las puertas de la SEGO en Madrid, marcando la rosa con una tarjetita en la cual podemos escribir el nombre de la mujer afectada y el hecho que ha sufrido. Habrá eventos simultáneos en todo el territorio español, por lo que recomiendo visitar este listado para saber dónde se llevará a cabo la entrega de rosas contra la violencia obstétrica más próxima a tu ciudad de residencia. Si vives fuera de España, o por cualquier motivo no podrás acercarte en persona a dejar una rosa, puedes enviar una postal ya sea de papel (Pº de la Habana, 190, bajo. 28036 Madrid, España) o virtual, o bien apuntarte en el documento Busco una Rosa pidiéndole a alguna de las mujeres que asistirán que dejen una rosa en tu nombre.
Si desean ayudar a difundir más el tema a través de las redes sociales, les invito a firmar y compartir la petición pública que encontrarán enlazada al pie de este artículo y a usar como imagen de perfil, o publicar en sus muros la siguiente imagen, diseñada por Pablo y Belén de Pre Papá para la Revolución de las Rosas.La SEGO debe respeto a todas las mujeres. Únete a la Revolución de las RosasMás info:Si quieres formar parte de nuestra comunidad de mamás, únete a nuestra página de Facebook, o síguenos por Twitter.
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