Fue una gran cantidad de trabajo, más de 150 consultas publicadas, y una enorme experiencia de aprendizaje que me llevé y que quiero compartir con vosotros, publicando algunas de las consultas más destacadas que tuve la oportunidad de contestar.
Esta semana: la sensación de urgencia. Un caso real que nos sirve como ejemplo de cómo podemos llegar a presionamos a nosotros con los tiempos que nos imponemos para hallar un trabajo, o para alcanzar la maternidad o la estabilidad... Consiguiendo únicamente a través de esa auto-presión: ansiedad y frustración.
CONSULTA
Tengo 30 años y estoy opositando. Tengo pareja estable, y sufro mucha ansiedad al no conseguir un trabajo que me dé la seguridad de embarcarme en un proyecto a largo plazo. Últimamente pienso mucho en la maternidad y en la edad para ser madre, y aunque mi pareja dice que quiere tener hijos conmigo, no concreta cuándo ni qué necesitaría para animarse a intentarlo. Esta situación hace que me plantee si realmente quiero estar con alguien así y pienso que quizás esté perdiendo el tiempo, aunque siento que le quiero. Me siento fatal porque cada día pienso una cosa, y esto hace que mis estados emocionales sean muy variantes. Él tiene trabajo estable y siempre ha sido muy independiente, y yo siento que si quiero ser madre sin tener trabajo fijo es como si quisiera aprovecharme de su situación y vivir de sus ingresos, algo que me agobia mucho sólo pensarlo. Me pregunto si encontrar trabajo sería la solución ideal.
RESPUESTA
Estar en situación de desempleo correlaciona con estados depresivos y de ansiedad. Sin embargo, si pensamos que esos estados se superan sólo cuando logremos encontrar un trabajo, estaremos condicionando nuestra felicidad exclusivamente a factores externos, ya que encontrar trabajo no depende solamente de nosotros: las ofertas disponibles, la competencia, los criterios de selección… Nuestro bienestar emocional sí depende de nosotros.