Ya quisiera yo que esta panda de sacaperras y usureros tuvieran que irse a la puta calle. De momento, algo es algo, al tal Bautista y Cía le ha salido el tiro por la culata. Su amigo el imputadísimo ex-alcalde de Boadilla --en la trama Gürtel--, Arturo González Panero, el albondiguilla, le había cedido el palacio del Infante D. Luis --edificio notable construido por Ventura de la Vega y declarado Bien de Interés Cultural— para su sede, pero ahora los jueces han anulado definitivamente esta adjudicación.
El trato, que era chapucero y ha resultado fallido, constaba en ceder el palacio a la SGAE durante 75 años a cambio de que esta sociedad invirtiera 30 millones en la restauración del edificio. Naturalmente, había truco. El proyecto de rehabilitación que presentó la SGAE proponía la construcción de otros 3500 metros cuadrados en las ruinas que rodean el palacio, incumpliendo la ley del Patrimonio Histórico, la Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid y el Plan General de Ordenación Urbana de Boadilla. O sea quería gastar esos treinta millones en edificios anexos para su uso, olvidando que era para la rehabilitación del palacio existente. Además, como se trataba de un apaño entre amiguetes, se salvaron los trámites necesarios sin contemplaciones.
Un grupo político de Boadilla (APB) lo denunció y el TSJ de Madrid ha anulado la adjudicación del palacio por chapucera y por saltarse las leyes.
Así es que al pobre Teddy se ha quedado compuesto y sin novia y anda buscando casa. Yo creo que podría preguntar a “sus amigos manteros” que seguramente le aconsejarían un buen puente, bajo el que dormir.
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