La Supercopa que no era importante

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El R.Madrid ganó ayer merecidamente el primer título de la temporada, un título que según su propio entrenador Jose Mourinho, tiene poco valor, poca importancia.  La táctica ante los medios de Mourinho, más planificada que la del terreno de juego es muy antigua, si se pierde no pasa nada porque es un trofeo menor, si se gana se consigue la Supercopa de España.

Lo cierto es que la Supercopa si ha sido un trofeo de importancia solo por los participantes que la han disputado, un Barcelona-R.Madrid es siempre interesante y lo demuestra que a pesar de las declaraciones del luso, tanto en la ida como en la vuelta utilizó a sus mejores hombres, protestó airadamente algunas decisiones arbitrales y lo celebró como el que más al finalizar los 180 minutos. Técnicamente el análisis es el siguiente:

Errores defensivos condicionantes: Errores mortales, que te condicionan ante un rival como el Madrid. Valdés en la ida y Mascherano y Piqué en la vuelta cometieron fallos que se vieron traducidos todos en gol. Mourinho copió a Mendilíbar, adelantó la defensa 20 metros para robar el balón mas arriba y así poder colgar balones a la espalda de los centrales con un espacio tremendo con tal de aprovechar la velocidad de sus delanteros, así se provocó también la expulsión de Adriano. Les salió redondo.

Pegada brutal: Si esos fallos se comenten ante Osasuna puede que no pase nada, contra Cristiano, Higuaín o Di María estás sentenciado casi siempre. Es elogiable la brutal pegada del conjunto blanco, nos tiene acostumbrados pero es siempre impactante, no fallan. Ayer Valdés salvó una goleada en la primera parte. El papel de Marcelo es infinitamente más importante que el de Coentrao en este equipo, con él crean más peligro.

Mejor juego blaugrana: Era de esperar que el toque, la posesión y el buen juego estuvieran en el bando culé, otra vez más en esta final se han visto dos estilos contrapuestos: posesión contra contraataque. El balance en función a los últimos años es favorable al Barça pero los merengues demuestran cada vez más a menudo que su propuesta no es una broma.

Actitud dispar: Para que la propuesta azulgrana supere a la de los merengues, solo debe expresarse en el terreno de juego tal y como es: con posesión, toque, triangulaciones y llegadas, eso si, acompañada de una consistencia defensiva aceptable, el R.Madrid obliga  a ello, si esos ingredientes se cumplen poco o nada se puede hacer ante el mejor equipo del mundo. Si no existe dicha consistencia ante los blancos, se encienden las alarmas. Esa falta de exigencia defensiva puede venir dada por una falta de concentración, baja actitud o excesiva confianza, todo lo contrario que el R.Madrid ayer en el Bernabeu.

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