Revista Infancia

La supervivencia de los bebés en los primeros días

Por Celia Garabaya @britishbubbles

instintos supervivencia bebesEl ser humano, es el “animal” más desprotegido cuando nace. Lo normal en todas las especies, es que aunque necesiten un pequeño apoyo por parte de los padres, incluso en unos minutos son capaces de andar, desplazarse para buscar su comida. Muy lejos de lo que un bebé humano es capaz de hacer. Si la naturaleza es tan lista por que pasa esto, y como es capaz de sobrevivir a un entorno tan hostil que se puede encontrar. Vamos a ver como es principio en la supervivencia de los bebés.

¿Por qué nacemos indefensos?

Como decimos la naturaleza es muy sabia y por lo general todo tiene una explicación muy lógica. Y nos pasa lo mismo en la indefensión de los bebés al nacer. El cerebro humano es el más complejo con mucha diferencia del resto de animales. Pero, el desarrollo del mismo no se consigue de la noche a la mañana. De hecho, con 9 meses de evolución dentro del vientre materno. No tenemos suficiente para conseguir alcanzar los objetivos requeridos por nuestra especie. De hecho, no es suficiente ni con unos años. El conocimiento y la organización a la que tiene que llegar el cerebro de los humanos es muy compleja. Con lo que necesitamos mucho más tiempo para alcanzar el estado más fuerte y potente en nuestra mente. Podemos pensar que otras especies tienen embarazos mucho más largos, con lo que podía pasarnos lo mismo a nosotros. Y nacer con el cerebro totalmente formado. Aunque es un error.

Ya que la evolución y el desarrollo de nuestro cerebro no es algo unicamente genetico y de tiempo. Sino que se fundamenta en la interacción que tenemos con nuestro entorno. De hecho, por ejemplo, si naciéramos después de 3 años en el vientre materno, es posible que nuestro cerebro tenga un tamaño más grande y sea más potente que el de un recién nacido con 9 meses en la barriguita de mamá. Pero ¿Qué pasaría? Al no haber escuchado nunca hablar e inter-actuado con los demás. El bebé no sería capaz de hablar. Y al tener el cerebro más maduro, habría pasado el momento del desarrollo del lenguaje, volviéndose muy complicado aprender un primer idioma. El ejemplo lo tenemos, en los casos raros, en los que encontramos niños que han estado aislados sin estímulos de otras personas, por alguna desgracia. Cuando han llegado a la sociedad no serán capaces de hablar. Tendrán que empezar desde el principio y les costará mucho más que a un bebé. Esto lo hemos analizado en muchas ocasiones en el blog de British Bubbles cuando hablamos de las habilidades bilingües. Como la dificultad del aprendizaje de un idioma se multiplica exponencialmente según pasa el tiempo. Siendo relativamente fácil entre los primeros dos años de vida.

Otro ejemplo es el andar. Aunque es totalmente diferente. Los bebés, aunque no tengan estimulos van a intentar desplazarse. (Aunque es evidente que todos tienen estimulos para hacerlo, ya que siempre querran llegar a algún sitio. Ya sea para coger algo…)

Los seres humanos cuentan con el apoyo de los demás seres de su especie para sobrevivir durante los primeros años de vida. Hasta que por fin están preparados para la independencia total. En verdad, esta independencia podría darse desde muy corta edad. Pero la complejidad que han ido adquiriendo nuestras sociedades, hace que necesiten de gente durante más tiempo. Sobre todo para seguir aprendiendo mucho más de lo que la naturaleza nos puede enseñar y más rápido.

En una ocasión vi un documental muy interesante. En el que hablaban sobre una serie de

el bebé indefenso
cualidades físicas que tenemos todos al nacer que hacen que los demás adultos inconscientemente quieran ayudarnos en la supervivencia. La forma de la cara, la posición de los ojos, que con los meses cambiará, la naricita pequeña, la sonrisa. Son cualidades, que incitan a los que le rodean a ver como está el bebé de desprotegido y a querer ayudarle por su dulzura.

Mis instintos básicos.

Cuando nacemos podemos decir que nuestro cerebro viene en blanco con una serie de programas básicos, a los que llamamos instintos de supervivencia. Son los mínimos que necesitamos para sobrevivir y aprender con la ayuda de nuestra madre.

Los instintos han estado ahí toda la vida desde que el ser humano es ser humano. De hecho, nos quedan algunos que podemos decir que nos vienen de cuando eramos monos. Algunos de ellos, en nuestra sociedad no nos son útiles, con lo que con el tiempo. Se van haciendo más flojos y con los milenios irán desapareciendo paulatinamente.

Piensa en lo que básico para que un bebé sobreviva en los primeros años y tendrás los principales instintos que tienen los bebés. Así por ejemplo, lo más importante es la alimentación. Aquí tenemos el instinto de succión, el cual empieza a desarrollarse desde el vientre materno.

En verdad, el resto de instintos son buenos, pero hoy en día podríamos suplantarnos por los padres. El de peligro, nos hace huir de lo que es un potencial peligro. Algo que el bebé consciente mente no es capaz de decidir. Lo hace su inconsciente haciendo un giro hacia el otro lado de un ruido fuerte, o una luz intensa. Conceptos que nuestro cerebro tiene como situaciones de riesgo. El sexo, aunque nos parezca muy temprano, uno de los fundamentos de cualquier especie es la de reproducirse para no extinguirse. Y desde muy pronto, nos empezarán los “principios” en los instintos sexuales, aunque tardará tiempo en estar completo.


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