Revista Cultura y Ocio

La sustancia del mal. Luca D'Andrea

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La sustancia del mal. Luca D'Andrea
     "Siempre es así. En el hielo, uno primero oye la voz de la Bestia, y luego muere.
     Grietas idénticas a aquella en la que me encontraba estaban llenas de montañeros y escaladores que habían perdido las fuerzas, la razón y, finalmente, la vida por culpa de esa voz."
     El libro de hoy fue la última sensación en la Feria del libro de Londres y así ha llegado con bastante ruido a las librerías de cara a convertirse en una de las novelas del verano. Hoy traigo a mi estantería virtual, La sustancia del mal.
     Conocemos a Jeremiah Salinger, director de documentales. Tras un documental sobre el rock and roll americano, él y su amigo Mike se centrarán en un proyecto basado en la unidad de rescate alpino de la montaña Dolomitas. Una cadena de circunstancias que comienza cuando sustituye a Mike en el helicóptero en una misión, termina en tragedia de la que el único superviviente es Salinger, un hombre marcado por lo que él llama La Bestia que habita en el hielo y que le provocará serios ataques de pánico. Aún así permanece en el pueblo junto a su mujer y su hija de cinco años, un lugar que es hostil con los visitantes, y que guarda una tragedia aún peor. La matanza de tres jóvenes durante una terrible tormenta, que jamás fue resuelta.
     Muchos han sido los que han alzado la voz comparando este libro con Harry Quebert, y es evidente que si uno se empeña, las similitudes acaban apareciendo, como lo harían con tantas otras novelas. En este caso, y siempre bajo la perspectiva de Salinger, nos encerraremos en un paisaje idílico que puede esconder secretos muy oscuros. Y de hecho así es y se nos da pista de ello desde las primeras páginas. Luca busca un protagonista cercano, con un trauma y que el lector "adopta" en su papel de hombre aferrado a su hija que intenta salir de las pesadillas que le quitan el sueño. Y eso que, si nos paramos a evaluar su forma de actuar, no podríamos decir que sea precisamente adecuada, ya que cae presa de una obsesión que le lleva a mentir a su familia en una búsqueda desesperada de una verdad que en realidad no le debería de afectar tanto. Pero el autor consigue que le comprendamos en sus miedos y también en sus obsesiones. Entendemos cuando se justifica razonando que necesita tener la mente ocupada y se lanza en una investigación que puede explotarle en la cara. De este modo le vamos acompañando en sus pesquisas que pasarán por sospechar de todos, como bien dice en un momento dado el jefe de policía del lugar, en un pueblo en el que todos se conocen y él no cae simpático. Salinger es el casi extranjero, pero, lo imperdonable es que sea el superviviente de su propia tragedia. Y eso, en un pueblo formado por supervivientes de una masacre, es algo que no se puede obviar.
     D'Andrea consigue que creamos en la Bestia, en el hielo, en el frío.. y también consigue que lleguemos a sospechar de todos. No daré pistas porque es un juego peligroso y puede desvelar el final, pero la construcción de la novela es ágil y realmente interesante. Además, aunque no escatima crudeza en las descripciones, (el personaje del suegro de Salinger contando lo que se encontró en aquel campamento posiblemente sea una de las mejores escenas del libro), no resulta en ningún momento desagradable, y se ve entretejido con las percepciones de una niña un tanto resabiada que parece ir cosida de la mano del padre.
    El resultado es una novela entretenida de esas que duran un par de tarde y consiguen que queramos conocer un poco más del lugar en el que se desarrolla. Parece que Alfaguara le ha cogido el punto a eso de encontrar la novela del verano.
     Gracias.

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