Las estadísticas revelan que un niño ve, por término medio, unos 80 minutos de TV al día. En los tiempos actuales no parecería mucho pero, si reflexionamos un poco, casi está una hora y media sin hacer nada viendo imágenes potencialmente peligrosas. Pero eso no es lo más importante.
En muchas casas, sin ir más lejos en la de una pariente cercana, se enciende la televisión al levantarse el niño y no se apaga hasta la noche (salvo cuando están fuera, claro). La "música de fondo" es la televisión aunque nadie la mire. En un reciente estudio se muestra que el promedio de tener la tele encendida en una casa con niños entre 8 meses a 8 años sin que nadie la ve es de 230 (entre 208 y 256) minutos en un día normal . A veces los minutos despistan y si lo transformamos en horas corresponden a unas cuatro horas diarias. No está nada mal.
Según parece, tener la TV encendida todo el día es más frecuente en familias con nivel socio-económico bajo y, además, no se apaga para comer ni para cenar. De hecho, muchos padres cenan viendo la tele y yo lo hago, y me confieso, esporádicamente.
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