Revista Opinión

La Teoría del mal menor

Publicado el 20 febrero 2011 por Jangas

He buscado un fragmento de los cuadernos de la Cárcel de Antonio Gramsci, a quien descubrí leyendo a Francisco Fernández Buey y dice así:

“El concepto de mal menor es uno de los más relativos. Enfrentados a un peligro mayor que el que antes era mayor, hay siempre un mal que es todavía menor aunque sea mayor que el que antes era menor.  Todo mal mayor se hace menor en relación con otro que es aún mayor, y así hasta el infinito. No se trata, pues, de otra cosa que de la forma que asume el proceso de adaptación a un movimiento regresivo, cuya evolución está dirigida por una fuerza eficiente, mientras que la fuerza antitética está resuelta a capitular progresivamente, a trechos cortos, y no de golpe, lo que contribuiría, por efecto psicológico condensado, a dar a luz a una fuerza contracorriente activa o, si ésta ya existiese, a reforzarla.” [Quaderno, 16 (XXII)]

Hace falta releerlo tranquilamente pero básicamente se trata de que podamos resistir o queramos recapitular progresivamente. Se trata de que la implantación de manera gradual de la Contrareforma, lejos de ser algo positivo, es algo contraproducente para defender el sistema público de pensiones, ya que divide a la clase a la que le aplican este cambio.

Y aquellos que se apunten a esta teoría, por lo menos justifíquenla como tal, como una reducción de derechos para la clase trabajadora, no hablen de un alto grado de satisfacción como dice el señor Toxo. Porque en el fondo me recuerdan a ZP y vicepresidente diciendo que hay una salida por la derecha a la crisis, según ellos la que quiere aplicar el PP, pero no la que ellos están aplicando. La que el PSOE aplica es la Teoría del mal menor. Y es esa teoría la que nos lleva a esta situación tan precaria en que estamos y que justifica los cambios que este Gobierno está haciendo en el país.

Esa  teoría dice que la negociación con los sindicatos ha hecho posible que la Contrareforma haya sido menos lesiva que la que quería hacer el gobierno. Aceptamos la imposición porque hemos tenido capacidad de influencia sobre un chantaje, ya que había amenazas que se iba aprobar igualmente y que esta iba a ser peor.

Suponiendo que la susodicha capacidad de influencia sea verdad, cosa que dudo, no conseguimos mejorar el sistema público de pensiones actualmente vigente, sino empeorarlo. El Gobierno fue a negociar con números (años, meses, días) que le permitían esa negociación sobre la imposición que los mercados querían. Decían 41 años de cotización cuando en realidad querían decir 38 y medio, toda la vida laboral cuando querían decir 25 años de cotización, etcétera, etcétera. Además, nada le impediría en próximas fechas retomar la intención primera de llevarlo a las cifras que querían(Recordemos que es la cuarta reforma en 25 años). Porque nada dice que esta sea la última Contrareforma, al contrario el sistema se va a ir revisando cada cinco años, lo cual nos hace esperar tiempos peores.

Aunque no era la intención de esta entrada pero al hilo de la misma teoría, quisiera hablar también del voto útil, que forma parte de esta teoría del mal menor. Muchos de los que votaron al PSOE en las pasadas elecciones en una provincia pequeña como Palencia, de algún modo colaboraron en capitular progresivamente. Así que la próxima vez que nos arrimemos a la urna, pensemos libremente si es la teoría del mal menor aquella que queremos que gobierne.

Añadir sobre la firma de la Contrareforma del Sistema Público de pensiones un par de cosas:

  1. Si no hay dinero para las pensiones públicas como se repite machaconamente: ¿Por qué se siguen incentivando fiscalmente hacerse un plan de pensiones privado? No será que esa es la finalidad última de toda la reforma, que la gente piense que no va a cobrar la pensión y se haga una privada. Independientemente que no estén en peligro las pensiones públicas, cosa que creo firmemente(catedráticos de economía avalan esta creencia),ese incentivo fiscal debería eliminarse ya que supone un fuerte desembolso al estado para beneficiar única y exclusivamente a los bancos.
  2. Recuerdo haber leído algo sobre privatizar pensiones hace un tiempo de la empresa Enron. La empresa se fue a pique y decenas de miles de trabajadores y trabajadoras se quedaron sin las aportaciones que hacían a sus planes de pensiones privados y gestionados por la misma empresa.

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