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La terapia cognitiva sin emoción es como una bicicleta sin ruedas

Por Davidsaparicio @Psyciencia
La terapia cognitiva sin emoción es como una bicicleta sin ruedas

Frecuentemente en Psicoterapia se plantea cuál es la esencia del cambio efectivo, el que produce resultados que se reflejan en la vida de la persona de forma sustancial y duradera. Distintas orientaciones psicoterapéuticas difieren (parcialmente, al menos) en su concepción de la persona, de la “salud psicológica”, de la dinámica responsable de las alteraciones psicológicas y los procesos necesarios para su resolución, así como el papel y función del terapeuta. También difieren en cuánta centralidad o importancia tiene la emoción en el proceso de la terapia. En el caso de las orientaciones de componente cognitivo y cognitivo-conductuales se suele entender que la emoción es secundaria y más bien un producto o resultado que un agente causal sobre el que intervenir específicamente. El problema con esta idea es que, en realidad pocos o ninguno de los autores cognitivos está de acuerdo con ello. Es un planteamiento más cercano a la parte conductual (en sus formulaciones iniciales) y que ha sido tanto más ajeno a la parte cognitiva cuanto más a evolucionado esta orientación.

Veamos un repaso al papel que dan a la emoción diferentes corrientes dentro de lo cognitivo en la evolución de sus modelos de terapia:

Terapia Racional-Emotiva

La terapia formulada por Albert Ellis, la primera cognitiva propiamente dicha. Ellis invirtió bastante esfuerzo en describir los aspectos que hacían a una creencia racional, entre ellos el lógico (no estar formulado en absolutos) es el más conocido y desarrollado. Sin embargo también menciona específicamente el criterio de “racional” como aquellos pensamientos que contribuyen a los objetivos y felicidad de la persona. Ellis plantea que las emociones no son un problema, lo es la intensidad excesiva de las mismas o su excesiva duración. También explica que es importante la relación terapéutica, aunque no entra en detalle sobre el tema. La emoción está presente al hablar también de la formación de las creencias como producto de “experiencias tempranas”. Realmente no se hace mucho énfasis en lo emocional, ya que su enfoque incide sobre este aspecto a través de lo cognitivo.

Terapia cognitiva de Beck

Beck busca mayor organización y sistematizaciónde la terapia y en la descripción de las dinámicas cognitivas introduce la idea de “esquema”, siendo patrones repetidos y aprendidos que articulas respuestas emocionales, fisiológicas, conductuales y cognitivas. Beck introduce la emoción en el sentido que considera que el origen del cambio está en la comprobación empírica de la falsedad de creencias (esquemas) limitantes. Su máxima expresión es el experimento conductual, en el que la persona puede vivir experiencialmente mediante un experimento creado ad hoc en su vida cotidiana una contradicción activa del esquema/creencia. No se explicita, pero es el mismo concepto que se describe como “experiencia emocional correctora” en otras orientaciones. Aquí la emoción se incorpora al trasladar el debate de las ideas a la experiencia real. Está implícito que el conocimiento sin la experiencia del mismo no es suficiente para el cambio. Sin embargo sigue sin haber realmente un especial énfasis explícito en lo emocional.

Terapia de esquemas

Jeffrey Young, con orígenes psicodinámicos y también formación cognitiva en terapia de Beck y Ellis, enuncia directamente la dificultad para tratar ciertos problemas con la terapia cognitiva al uso. Plantea un aspecto clave, que es la diferencia entre trastornos que suponen la interrupción de un funcionamiento “sano” (como ansiedad o depresión) y que tienen un buen abordaje desde la psicoterapia cognitiva. Estos trastornos se diferencian de aquellos de desarrollo temprano y largo, con dificultad para definir el foco, con creencias o esquemas que se reconocen como irracionales o falsos, pero no se consiguen dejar de usar, sentir y actuar como verdaderos. Es una referencia a los trastornos de personalidad y las versiones de largo recorrido de otros trastornos. Y plantea específicamente que hay un nivel de abstracción superior a la creencia, que sería el esquema (este esquema es distinto al de Beck, donde prácticamente equivale al concepto de creencia) que incluye creencias, experiencias biográficas y patrones conductuales, que se establecen específicamente en base a experiencias emocionales de insatisfacción activa o pasiva de necesidades fundamentales. Es el primero en detallar el origen de las creencias (y esquemas) y fundamentarlos en experiencias emocionales. Es decir, se generan como patrones estables que condicionan en base a la emoción implicada y, además, sólo son susceptibles de ser cambiados mediante la incorporación de técnicas emocionales. Young plantea incorporar técnicas que provienen de la terapia Gestalt, el Psicodrama y otros formatos clásicamente humanistas para añadir la emoción necesaria para el cambio. También da especial importancia a la relación terapéutica y su capacidad para generar emoción y cambio. En este punto la terapia cognitiva reconoce la emoción como un importante e imprescindible motor de cambio terapéutico.

Terapia de Constructos personales

Esta terapia, de George Kelly, es cronológicamente anterior a las tres precedentes en esta lista, pero conceptualmente sería firme precursora de la corriente Constructivista, cronológicamente posterior. Aunque su terapia siempre se planteó como fuertemente basada en la cognición y la descripción de complejos procesos de generación y cambio de los constructos personales (semejantes a conceptos usados para evaluar el mundo), el propio Kelly hace énfasis en la necesidad de incorporar la emoción al proceso. Ante las críticas de exceso de cognitivismo, respondió reslatando explícitamente que en el cambio no bastaba con exponerse a las condiciones de cambio sino que debía hacerse con implicación emocional para que el cambio fuera posible. Para él era condición sine qua non para el cambio.

El Constructivismo

Como modelo de psicoterapia (Postraccionalista de Guidano, Gonçalvez, etc) incluye el reconocimiento de procesos tácitos en la cognición (es decir, incoscientes sin algunos de las implicaciones psicodinámicas del término) y la importancia de la emoción. Siendo el modelo más desarrollado de terapia cognitiva, incorpora la identidad de la persona como una construcción a partir de una selección de momentos relevantes de la vida unidos por una historia que les da sentido, la denominada narrativa. En este punto el planteamiento es que la emoción es fundamental en lo relacional (reconociendo la función del apego) y el el establecimiento y cambio de las narrativas que posibilita cambios amplios en las personas. Otro aspecto importante del Construvismo es que su flexibilidad y amplitud al describir la dinámica de los procesos cognitivos y su reconocimiento de la importancia de diversos aspectos (como el emocional) permite que se produzcan integraciones con otros modelos. Nos encontramos que el Constructivismo confluye (y se reconcilia con) con la terapia Sistémica, la Psicodinámica (terapia cognitivo-analítica) y la Gestalt/humanista (Terapia focalizada en la emoción de Greenberg).

En resumen

A lo largo del desarrollo de la corriente cognitiva desde las formulaciones iniciales hasta su planteamiento constructivista, el papel de la emoción en la formación de las cogniciones y su implicación en el cambio ha ido creciendo, suponiendo además una vía potencial de integración con otras terapias de orientación Dinámica y Humanista.

Sobre el autor: David Antón Menéndez es psicólogo clínico especialista en terapia contructivista y psicólogo de Aprende Viendo Terapia la plataforma de entrenamiento psicoterapéutico online y presencial.

Bibliografía

Beck, A. T., Emery, G., Rush, J. y Shaw, B. F. (2012). Terapia cognitiva de la depresión. Descleé de Browner.

Ellis, A. y Grieger, R. (2002). Manual de terapia racional – emotiva. Descleé de Browner.

Klosko, J. S. y Young, J.E. (2013). Terapia De Esquemas. Guía Práctica (Biblioteca de Psicología). Descleé de Browner.

Landfield, A. W. (1992) Psicología de los constructos personales. (Biblioteca de Psicología). Descleé de Browner.

Kerr, I. y Ryle, A. (2006). Psicoterapia cognitiva analítica. (Biblioteca de Psicología). Descleé de Browner.

Angus, L.E. y Greenberg, L.S. (2011). Working with Narrative in Emotion-Focused Therapy: Changing Stories, Healing Lives. Amer Psychological Assn; Edición: 1

Gabalda, I. C. (2009). Manual teórico-práctico de Psicoterapias Cognitivas. (Biblioteca de Psicología). Descleé de Browner


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