Revista Infancia

La tienda al lado de casa

Por Jesús @ululaypapeleria
El comercio de barrio donde te sientes a gusto te necesita. La tienda al lado de casa

Están saturados los periódicos en el día de hoy con Grandes noticias. Las retenciones que hubieron ayer por la tarde en las salidas de Valencia en dirección hacia las grandes superficies comerciales.

Es curioso lo que nos gusta pasear por el pueblo, por la ciudad o por el barrio. Caminar con nuestros hijos, encontrarnos con amigos, conocidos o solamente gente de hola y adiós. Nos encanta dar una vuelta, ver cosas, ver personas, disfrutar de nuestra ciudad.

Poco a poco les vamos inculcando a nuestros hijos de la importancia de conocer a la gente que nos rodea, por que eso nos enriquece como personas y nos ayuda a pasar por la vida con color, y no como una figura gris.

Un paseo por el barrio

Cuando era pequeño, por motivos familiares y de salud, mis padres a mediados de los 70 tuvieron que hacerse cargo de un pequeño Ultramarinos. Durante 19 años la famila vivió y sobrevivió de los ingresos que generaba el negocio. Poco a poco la presión de las grandes superficies y la no modernización de nuestra tienda, nos obligó a sucumbir.

Hay que reinventarse, volver a salir a la vida y reiniciar actividades que en otro tiempo habíamos realizado pero que se hallaban aparcadas hasta ese momento. Y volvimos a ser felices, a seguir viviendo de nuestro esfuerzo. Al principio mis padres pensaban que tendríamos muchos problemas, que fíjate con los niños estudiando. Alimentar a tres bocas, algunas adolescentes. Pero lo consiguieron, lo conseguimos, aunque tuviésemos, algunos, que incorporarnos al mercado laboral demasiado pronto. Simultanear instituto y trabajo para ayudar un poco en casa y labrarse un futuro.

Hoy, los padres somos nosotros, y junto a mi esposa, nos esforzamos diariamente por sacar adelante una preciosa tienda de barrio. Una preciosa tienda de barrio que dispone en sus haberes más de 4.000 referencias diferentes en diversas secciones. Artículos de calidad, con grandes y fantásticos diseños, presentados de una manera estilosa, con una puesta en escena muy estudiada. Todo pensado para el cliente y por el cliente, ¿hay algo más importante que nuestros clientes?

Por eso nos sentimos mal. Nos sentimos mal por tener que leer en la prensa que hay colas enormes para acceder a los centros comerciales. Colas de tráfico, colas de personas, que esperan, legítimamente, a gastar su dinero en aquello artículos que desean, necesitan o que han prometido.

El dolor que sentimos como comerciantes es tan grande, que me he visto obligado a escribir este post sobre el tema. ¿Que más podemos hacer los comerciantes del barrio? ¿Que artículos hemos de comprar?¿Que precios hemos de poner?

Intento fijarme para aprender, sobre todo de los comportamientos y hábitos de compra, a mi nivel por supuesto. ¿Cuantas veces hemos oído lo caro que le parece a un cliente un artículo determinado? Y luego, ¿Cuantas veces lo hemos visto o la hemos visto en la cola de una gran superficie pagando por algo a lo que no le cuestiona el precio?

A nadie se le ocurre decirle a un vendedor de gran superficie que ésto o aquello es caro, ni en el supermercado le cuestionamos al reponedor lo cara que está la ternera, o el refresco de cola, ¿verdad? Nosotros lo entendemos, lo argumentamos, lo justificamos y lo defendemos lo mejor posible. Siempre deseamos fidelizar a nuestros clientes.

Afortunadamente para nosotros seguimos creciendo despacito, muy despacito, pero el hecho de tener que reflexionar y adaptarnos al cambiante y hostil entorno casi diariamente nos obliga a replantearnos ciertas cosas. Por ejemplo :

¿Que tenemos que hacer los comerciantes para que la gente no se marche?

¿Como podemos promover el comercio local?

¿Quién puede ayudarnos a conseguirlo?

Si no somos más caros ¿Por que os vais?

Si somos accesibles ¿Por qué no preguntais?

Si os atendemos como mereceis ¿Por qué nos ignorais?

Si generemos empleo y riqueza en tu pueblo ¿Por qué le das tu dinero a los grandes?

Esto no debe ser una oda al patetismo ni a la desesperación, es una llamada a la esperanza de que la situación cambie, y entendamos que sin comercios en nuestras calles, pasear por el barrio será muy triste. Sin que nos salude la tendera, será triste, sin generar empleo en la ciudad, será triste. ¿Te imaginas tu pueblo sin comercios?

Para tí, que compras mochilas escolares en tu barrio, que compras un regalo original en la tienda de la esquina, que si necesitas una maleta trolley, la compras en tu pueblo o que decoras tu casa comprando artículos en tu ciudad, y compras ropa en ese comercio tan mono...

Feliz Navidad te desea el equipo de Ululay.

Compra en tu barrio y pasea a gusto.

Publicado el 24/12/2015

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