La traición de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez advierte que el PSOE “nunca pactará con el PP”, como hicieron los hermanos alemanes de ambos partidos para gobernar en coalición, socialdemócratas y cristianodemócratas.

Pero se ha unido a los independentistas y a la ultraizquierda antisistema para impedirle gobernar a los populares.

La prueba está en distintos órganos de Navarra, en la Comunidad valenciana y, sobre todo, en Badalona, una ciudad de 220.000 habitantes, donde el partido más votado en las elecciones municipales fue el pepero de Xavier García Albiol.

Sánchez desconoce el sentido del Estado. La discrepancia ideológica entre partidos democráticos es natural y deseable, y se enmienda en las elecciones de cada cuatro años.

Pero el pacto con quienes quieren destruir el Estado, y que si lo consiguen es irreversible, es una traición.

Es una muestra de que Sánchez vende a un pueblo de 46 millones de ciudadanos, los españoles, sólo por una pequeña ventaja tras una elección.

Esto es una gravísima traición al Estado, una traición a los españoles. Sépalo usted, Pdr Snchz. Es usted peor que Zapatero, que ya es decir algo tremendo.

Tras las elecciones generales del 20 de diciembre Sánchez y sus socios filonacionalistas del PSC podrían repetir en España la aventura de Badalona, entregada a la antisistema e indepedentista CUP,  o como en Madrid, regida por ansisemitas y asaltaiglesias.

Sánchez dice ahora que quiere aliarse con Ciudadanos, pero eso es sólo una coartada: se unirá a quien le de poder, como los leninistas de Podemos, que comienzan a demostrar su desprecio a la libertad allá donde gobiernan gracias al PSOE.

Pedro Sánchez ha prometido también que derogará las dolorosas reformas económicas y financieras del PP, pese a que están sacando al país del pozo en el que lo hundió su predecesor, Zapatero, aunque éste, en su último año, había comenzado a corregir su insensato gasto público.

En España, de momento, no hay otro camino que la austeridad, el control del gasto, y más con China y los países emergentes sufriendo crisis que dañan las finanzas y el comercio internacionales.

Situación a la que se adapta muy a su pesar, porque no tiene otro remedio, la Grecia de Tsipras, el mayor ahorrador actual de Europa al servicio de la Troika.

Tendrá que hacerlo también Sánchez, aunque repetirá en lo que quede de la España que está mutilando lo que hizo en Badalona para que no lo identifiquen con el PP, una obsesión que señala su incapacidad para afrontar lo que más le interesa al país, y su ignorancia de lo que es el sentido del Estado.

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