Revista Economía

La trampa del odio.

Publicado el 25 agosto 2017 por Torrens

A todos los medios de comunicación ha llegado la imagen, el sonido, y/o la noticia de los padres del niño de 3 años asesinado en el atentado terrorista de las Ramblas abrazados al imán suplente de Rubí.

La escena era emotiva y como a todo el mundo a mí también me conmovió, pensando sobre todo en los pobres padres, pero todo y lo conmovedor del hecho a mí no me acabó de gustar.
La razón una vez más es el peligrosísimo hecho de que los europeos no saben absolutamente nada del Islam y de la mentalidad musulmana, y el Islam se aprovecha de dicha ignorancia casi absoluta.
Tanto en el Corán como en los textos marginales sunnah, haddith y fatwas, aparte quedar mucho más que claro que la principal tarea de los musulmanes debe ser el dominar todo el mundo, que no haya en el mundo un solo lugar donde no se aplique exclusivamente la Sharía, está igual de claro que para alcanzar ese objetivo todo vale, incluso admiten, alientan y aconsejan que el musulmán pueda ocultar su condición religiosa incumpliendo alguna de la reglas fundamentales de su religión, siempre que lo haga para engañar al enemigo infiel. Y por supuesto, la mentira está incluida entre lo permitido y aconsejado para alcanzar la victoria, como, por ejemplo, asegurar que el Islam es una religión de paz cuando todos los musulmanes saben que no es así, y los radicales además cumplen la norma de la conquista del mundo al pie de la letra.
Uno de los mejores especialistas españoles sobre terrorismo islámico Fernando Reinares, se ha referido repetidamente a la dificultad de conocer las verdaderas intenciones de los musulmanes por esta razón, porque su religión no solo les permite engañar, sino que les anima a hacerlo.
Por eso tengo mis dudas de la honestidad del imán que abraza al padre del niño asesinado, aunque entra dentro de lo posible que sea honesto.
Hay otro asunto que me preocupa porque nadie le da importancia pero la tiene. Conozco algunas chicas musulmanas que visten como cualquier otra y no usan pañuelos y otras prendas de vestir del Islam. Cuando me paseaba por Oriente Medio en los años 70, en Siria, Irak, Líbano, Jordania y Egipto no se veía ni una sola mujer con pañuelo y solo ocasionalmente se veía alguna mujer con burka o similar porque eran turistas llegadas desde los emiratos del golfo y Arabia Saudita. Por lo que he visto en TV, hoy día en dichos países llevan atuendo islámico casi todas las mujeres, y en España ocurre lo mismo, el número de mujeres que visten atuendo islámico es muy elevado, y de los familiares de los terroristas la mayor parte de las mujeres visten a lo Islam. Lo preocupante es que solo la radicalización puede haber causado un cambio tan drástico. No todas las mujeres que visten atuendo islámico son radicales, pero sí lo son la mayoría de ellas.
Sin duda se debe proteger a los musulmanes moderados de la xenofobia causada por el terrorismo, pero usar lo que califico como la trampa del odio para que ni el gobierno ni nadie esté haciendo lo que se debería hacer: aplicar un férreo control a TODO el Islam en especial a las mezquitas salafistas, es absolutamente suicida.
Mañana sábado no creo que vaya a la manifestación a pesar que la cola está cerca de mi casa, porque en cuanto alguien exclame “Islam religión de paz” me agarraría un cabreo mayúsculo.
Adjunto un texto de un tal Jesús Palomar que he sacado de Facebook.

LA TRAMPA DEL ODIO.


LA TRAMPA DEL ODIO.

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