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La tumba perdida de Gengis Kan

Por Manu Perez @revistadehisto

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La tumba perdida de Gengis Kan

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arios expertos e historiadores ponen sus ojos sobre la provincia mongola de Khentii, donde creen que se podría encontrar la tumba de Gengis Kan oculta en su cordillera. Pero, ¿quién fue Gengis Kan y por qué se busca desde hace tanto tiempo su tumba?

Su verdadero nombre era Temuyín. Cuando a penas tenía nueve o diez años, los tártaros asesinan a Yesugei, su padre, y en ese momento, él, su madre y sus seis hermanos se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca. Togrhul, un antiguo aliado de su padre, kan de los keraitas, le aceptó como un jefe de segunda fila.


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Eso y su magnetismo personal, le proporcionaron la adhesión voluntaria de muchos más hombres a sus filas, creciendo día a día. Poco después ocurre un incidente que afianzaría aún más el poder de Temuyín. Borte, su esposa, es secuestrada por los merkitas. En su persecución hasta conseguir la derrota del clan, va trazando alianzas con otras tribus hasta conseguir la unificación.

Como anécdota decir que, Borte, fue su primera y más importante esposa, la que le dio los hijos que le sucedieron en el cargo. Pero hay que recordar que Gengis Kan, en sus conquistas, acababa con la vida de casi todos los hombres y cogía como concubinas a las mujeres (con las que tenía descendencia), y lo mismo harían sus hijos, por ese motivo se dice que el 8% de la población actual de lo que en su día fue el Imperio Mongol, descendiente de él.

Posterior a la unificación, Temuyín vence a sus enemigos los tártaros en 1202 y solo cuatro años después es nombrado como Gengis Kan.

En ese momento, comienza la expansión del Imperio. Su primera víctima será China, pero en mitad de la conquista, le llegan noticias de una insurrección en la otra parte del Imperio y, lógicamente, se dirige hacia allí. Mientras persigue a los rebeldes, va adquiriendo todos los territorios a su paso, de manera que el Imperio va aumentando cada vez más. Por ello, decide establecer alianzas con pueblos vecinos para mejorar la organización del inmenso Imperio. Uno de esos pueblos era el Imperio corasmio (actual Irán), al que envía una embajada para negociar con ellos. Uno de los gobernadores de la zona, ordena matar a los embajadores y apropiarse de todo lo que llevaban consigo. En ese momento, un paciente Gengis Kan ordena enviar una segunda caravana para pedir una reparación. A ese embajador lo rapan, lo pasean por las calles como burla y lo expulsan de la ciudad. A su llegada, Gengis Kan declara la guerra al Imperio corasmio y al capturar al gobernador de Utrar, ordena verter plata fundida en los ojos y oídos, como aviso al resto de sus adversarios.

Después de esto, decide conquistar el imperio persa atravesando el desierto de unos 500 kilómetros de largo. Los persas estaban tranquilos porque entendían que una conquista por el desierto era un suicidio, pero lo que no sabían era que Gengis Kan, tras sobornar a bandidos de la zona, conocía una ruta con fuentes de agua. Al llegar al corazón del imperio, la conquista fue rápida. Pero todavía quería más poder, y faltaban unas zonas de China por conquistar, y decide volver, cayendo del caballo en el camino de vuelta y falleciendo en agosto de 1227.

La tumba de Gengis Kan

Antes de morir, había dejado instrucciones de que no quería ser encontrado nunca. Para ello los más fieles de sus soldados emprendieron un viaje sin retorno. Primero asesinaron a cuantos hombres y mujeres se cruzaron con ellos en el camino hacia el sepulcro. Después terminaron con los constructores del mausoleo, uno a uno. Finalmente, se suicidaron.

Se supone que la tumba del más temido emperador mongol se llenó con tesoros procedentes de todos los rincones de sus dominios, que abarcaban un tercio de la población mundial en el siglo XIII. Si bien nadie sabe dónde está enterrado, algunos arqueólogos localizan la búsqueda de la tumba en Mongolia o en el norte de China.

Aunque hay muy pocas pistas, la mayoría de los expertos sospecha que la tumba se encuentra en la provincia de Khentii, al noreste de Ulan Bator, la capital de Mongolia. Al parecer Khan nació en esa región y eligió una montaña conocida como Burkhan Khaldun para ser enterrado. El problema es que para encontrarlo habría que inspeccionar más de 12.000 kilómetros cuadrados de cordillera.

Autor: Juan Álvarez-Nava García para revistadehistoria.es

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Bibliografía:

Parte Foto de Portada:

By KoizumiBS – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=80049099

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