Sí, la única salida consiste en ser un experto. Pero no te preocupes, porque tú ya lo eres o te falta poco.
¿Qué es un experto?
Un experto es simplemente alguien que sabe algo más que los demás, algo más que la media, algo más que el conjunto de ciudadanos.
Hay muchas cosas de las que tú ya sabes algo más. Y si no, siempre puedes aprender lo poquito que te falta.
Siempre que tengas interés, claro. Siempre que te lo propongas. Como siempre, decisión y voluntad.
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¿Qué NO es un experto?
Un experto no es alguien que haya ido a la universidad y haya memorizado libros enteros de cosas que ya no existen. Puede serlo,pero no tiene porqué.
Tampoco es alguien que atesore, almacene, amontone o coleccione decenas de títulos en un cajón. Se los comen las polillas.
Ni nadie que haya hecho masters de meses o años, de esos que cuestan un dineral y te enseñan cosas como planes de negocios, cuentas de resultados, balances y muermeces por el estilo.
Un experto no es alguien que haya dedicado años a estudiar cosas académicas oficiales, de las que figuran en los planes de estudio confeccionados por señores que viven en sus despachos bajo los flexos y no se han enterado de que la vida existe.
Un experto, ¡por Dios santo!, es alguien que sabe (por los medios que sea) de una materia que le apasiona y da sentido a su vida, y con la que hace cosas como:
- Impactar en la vida de los demás.
- Transformar realidades.
- Resolver problemas.
- Producir alegría y bienestar.
- Pasárselo él/ella mism@ bomba.
- Y por supuesto, ganar dinero. Obviamente. Y si es mucho, mejor que si es poco.
Dicho lo cual,
¿por qué ser un experto es la única salida?
Es la única salida en un panorama profesional y laboral en el que poco puedes obtener si lo único que sabes es lo mismo que saben los demás (poco, mal y nunca).
En un mundo con tanto desempleo y crisis económica, nadie va a apostar por alguien que simplemente sea uno más del montón, uno más de la manada.
Con tanta gente como hay en este país y en este planeta, limitarse a hacer lo que hace la mayoría es pasar sin pena ni gloria. Y si no destacas, te confundes con el resto, y entonces no te llama nadie por la simple razón de que no te ven.
Ser un experto, por contra, hará que puedas ir donde quieras. Y que no necesites que te llamen, aunque en cualquier caso te llamarán porque gustarás, servirás y enamorarás.
Dicho lo cual, vamos a ver lo que necesitas saber y hacer para convertirte en un experto
# 1.- Determina el sector o temática que te gusta.
Digo simplemente “que te gusta”. Es decir, no digo “que le veas potencial, que pienses que te va a generar ingresos, que te han dicho que funciona muy bien, etc.”.
# 2.- Amplía conocimientos sobre ello.
“Cuánto” tienes que ampliar dependerá de la “cantidad y calidad” de lo que sepas. Cuanto más sepas, es decir, cuanto más experto seas, menos tendrás que aprender y viceversa.
Los lugares y vías por los que ampliar esos conocimientos que te faltan pueden ser múltiples: Internet, libros, conferencias… Donde quieras. Donde haya alguien que diga cosas que te pueden interesar, que te pueden conducir a tus fines.
# 3.- Continúa ampliando conocimientos sobre ello.
Esto es una tarea (que no un trabajo) que dura toda la vida.
Formarte continuamente no te va a suponer esfuerzo, porque, recuerda, es algo que te gusta, que te apasiona. Puede ser hasta tu hobby, por lo tanto no lo veas como una obligación.
Si te cuesta trabajo, quizá no te guste tanto.
Un experto se forma y continúa formándose porque disfruta con lo que hace
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# 4.- Estudia/indaga/investiga de qué manera puedes impactar/alegrar/mejorar/transformar/revolucionar la vida de los demás con lo que sabes.
Un experto es un revolucionario y un transformador de realidades. Un experto no es alguien que tiene un horario, cobra un sueldo y mira constantemente la cuenta del banco por si se ha quedado en números rojos.
Un experto impacta en la vida de los demás y nada en la abundancia, porque lo que da es tanto que lo que recibe lo iguala o lo supera.
En eso consiste la vida, la abundancia y la prosperidad.
# 5.- Establece una estrategia.
Establece cómo vas a hacer lo que vas a hacer, a quién lo vas a dirigir y cómo vas a cobrar por ello.
Establece tu hoja de ruta, tu mapa.
Y no te desvíes de él salvo que constates que estás haciendo el indio.
# 6.- Delega lo que no constituya el núcleo de tu propuesta.
Si necesitas conocimientos tecnológicos, informáticos, de marketing, de diseño… y ni los tienes ni tienes ganas de tenerlos, delega. No cometas el error de pretender saber de todo porque un experto no es quien domina todo sino quien sabe de algo.
Delegar es una de las claves para centrarte en lo que importa: crear
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Dicho lo cual, ¿tenemos much@as expert@s por aquí?
Si tú modestia te impide reconocerte como tal, también nos vale que digas que quieres serlo, que aspiras a serlo, que tu ilusión sería serlo
(Anexo: Categorías aledañas y compatibles con la de los expertos:
Emprendedores con corazón
Emprendedores del conocimiento
Emprendedores espirituales
Emprendedores digitales
Amantes de los ingresos pasivos o residuales
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure