Revista Cultura y Ocio

La vacuna: Te sorprenderán sus orígenes a través de la historia

Por Detectivesdelahistoria

El brote de sarampión originado en el parque de atracciones Disneylandia de Anaheim, California, el pasado diciembre ha enfermado a 100 personas, repartidas por 14 estados de Estados Unidos. El movimiento anti-vacuna, que promueven determinados sectores de la sociedad estadounidense, ha provocado el brote más grave en este siglo. Este hecho ha hecho pensar a nuestros detectives de la historia.

¿Cuándo y dónde nació la vacuna?

Seguramente responderás automáticamente: “El médico Edward Jenner en 1796 fue el creador de la primera vacuna, más en concreto la vacuna de la viruela”. Y seguramente añadirás a la historia  la ordeñadora que no enfermaba y a James Phipps, un niño de ocho años de edad el cual fue el primer inoculado con la secreción de una pústula de una lechera que se había infectado.

Vacuna Edward Jenner 1919

Pues déjame decirte, instruido lector, que tienes razón. En parte. Fue el virus de la viruela el primer inoculado. No obstante, el tiempo y el lugar distan bastante de aquel Berkeley en Inglaterra del siglo XVIII.

Hagamos memoria.

La viruela es de las enfermedades más devastadoras de la historia de la humanidad. Cambió el curso de la historia, contribuyendo al declive de civilizaciones. Se cree que se originó hace 3.000 años en la India o en Egipto. Las primeras pruebas datan del Faraón Egipcio Ramsés V, quien murió en 1157 a.C. Sus restos momificados muestran marcas de viruela en la piel.

No había manera de erradicarla sin la inoculación o vacunación.

Sin embargo, no se puede entender la vacunación sin su antepasado: la variolización. Básicamente consiste en hacer una incisión en la piel del individuo y colocarle el polvo de las costras de la viruela con intención de provocarle una infección de carácter leve que les protegiera de la enfermedad en el futuro.

No puede datarse con exactitud el origen. Los datos más antiguos que se conocen sobre la historia de la vacunación datan del siglo VII, cuando budistas indios ingerían veneno de serpiente con el fin de ser inmune a sus efectos. No obstante, la primera evidencia escrita relacionada con este proceso de profilaxis se sitúa, como ya mencionamos, en el siglo XI. Corresponden a una monja budista que vivió durante el reinado de Jen Tsung (1022 a 1063) y a la cual se le atribuye el texto “El tratamiento adecuado de la viruela”. Otro libro perteneciente a la literatura china “El espejo dorado de la Medicina” describía diferentes formas de inoculación antivariólica: Introducir en los orificios de la nariz un pedazo de algodón empapado de pus extraído de pústulas de enfermos leves; pulverizar costras desecadas e introducirlas mediante un tubo de bambú por los orificios nasales (a los niños en la ventana nasal izquierda y a las niñas en la derecha) y poner a un niño sano las ropas usadas de un enfermo.

La valorización en China

Como hemos visto, estas técnicas pertenecen a Asia pero ¿cuándo llegó a Europa? La respuesta la tenemos en la esposa de un embajador británico. Lady Mary Wortley Montagu. En 1716 llegó a Estambul el nuevo embajador, lord Montagu. Su esposa Mary había sufrido la viruela y sobrevivió. En Estambul Mary descubrió que sus amigas turcas se infectaban a sí mismas y a sus hijos con pus de enfermos de viruela. Comprobó que sufrían un acceso leve de la enfermedad y luego quedaban inmunizadas. Quedó impresionada y decidió trasladar la técnica a su país (no sin antes probarlo en ella misma y en sus hijos). En una carta a una amiga declaro:
” Me considero lo bastante patriota para afrontar cualquier pena con tal de poner de moda en Inglaterra este útil invento”.
Desde la corte británica, la práctica de la variolización se extendió a todo el país y, a partir de mediados del siglo XVIII el resto del continente europeo. La actuación de lady Mary salvaría miles de vidas todos los años, pero aquella técnica sería reemplazada a finales del siglo por la vacuna del doctor Edward Jenner, mucho más segura.

Louis Léopold Boilly Linnoculación

El resto “es historia”. Edward Jenner, que conocía los escritos de Lady Mary, decidió 60 años después desarrollar la técnica que hoy conocemos como vacunación. El mérito de Jenner fue haber descubierto que la inoculación de la viruela bovina podía inmunizar contra la viruela humana. Sin duda fue el padre de la vacuna. Su método sufrió cambios en los siguientes dos siglos, teniendo como resultado la erradicación de la viruela humana.
Gracias a esta idea de una versión débil de la enfermedad causante de la inmunidad a su símil virulenta Pasteur desarrolló la vacuna contra la rabia. La vacuna sólo se había experimentado con perros cuando, en 1885, llevaron a Pasteur a un niño de 9 años, Joseph Mester, a quien había mordido un perro rabioso. Pasteur experimentó la vacuna en el niño con éxito. Había nacido la vacunación moderna y con ella, la evoclución del resto de vacunas que disfrutamos hoy.

Morán, Alberto. Vacunas ¿Qué son? Su origen [blog]. [Consulta 13 de marzo de 2015] Disponible en: http://dciencia.es
Sánchez Arresigor, Juan José. La vacuna, la mayor conquista de la medicina [en línea], 2014, 121, 1-2, [Consulta 13 de marzo 2015]. Disponible en: http://www.nationalgeographic.com.es
Blanco Quirós, Alfredo. “Recuerdo histórico de las vacunas” Capítulo 2. Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. Madrid. Pg. 40-45 [Consulta 13 de marzo 2015]. Disponible en: http://vacunasaep.org


Volver a la Portada de Logo Paperblog