Revista Cocina

La Vallada 2014

Por Bodegaateneo

Dos kilómetros y medio, es la distancia aproximada que separa Potes del Monasterio de San Toribio de Liebana , donde pude volver a escuchar a uno de mis oráculos particulares, Jean Michel Jarre ; cada paso que dí subiendo por esas rampas imaginaba a los griegos clásicos camino de los oráculos , buscando guía y sentido a sus circunstancias, o a los mas modernos peregrinos, atraídos hasta esta colina entre bosques, buscando la cercanía de su Dios, en forma de sagrado madero . Cuando ya el escenario se mostraba ante mi, vi que toda la espera había merecido la pena, y que Cantabria es un lugar en el que, hasta los sueños mas imposibles , parecen estar al alcance de la mano, tan cerca como un servidor de uno de sus grandes ídolos de juventud . Era mi tercer concierto de Jarre, cada uno especial por alguna razón, pero pronto ese extraño ambiente entre místico y salvaje nos hacía sobrecogernos, y esperar lo mejor del músico francés . No es este lugar para una sesuda crítica del concierto, sería absurdo cuando aún la emoción me recorre, pero solo citaré unos pequeños momentos ; el arranque del concierto con Ethnicolor del disco Zoolook (1984) es un regalo a los fans de toda la vida, aquellos que pensamos que nunca Jarre mejorará ese trabajo , y su final  nos puso la piel de gallina. Otro momento increíble vino con la interpretación de Jarre de Exit , el tema en el que participa Snowden ; es el tema mas hardcore de Jarre en su carrera, pero los que estábamos en las primeras filas nos estremecimos al ver a Jarre tan concentrado y tenso durante un tema casi imposible de tocar en directo, con docenas de cambios , arpegios y efectos sonoros ; sin duda Jarre lo estaba dando todo en directo. Y por añadir un tercero, ese momento con el arpa laser tocando The Time Machine donde se nos encogió el alma, ya que cualquier fan de Jarre espera ese mágico momento.

La Vallada 2014

El concierto se me pasó como un suspiro, la televisión obligaba a Jarre a concatenar tema a tema sin pausa, a lo Bruce Springsteen, y el publico que me rodeaba, cada uno de un lugar de Europa , veíamos como el inexorable tiempo se acababa al ritmo de Stardust , tardando horas en volver el corazón al ritmo normal . Jarre conoce también el camino de los infiernos, vitales y musicales , y con sus 68 años sigue pletórico de fuerza y vitalidad, una vitalidad que bebe a tragos largos en cada concierto, como un vampiro que devora sangre fresca para evitar el paso del tiempo. El viaje de vuelta a mi campo base fue un viaje interior, sobre las muchas experiencias vitales que he disfrutado con la música de Jarre, y con la amarga sensación del paso del tiempo, esa variable que parece no existir cuando suena Oxygene IV. En mi vuelta a Castilla, tenía claro que debía abrirme un vino especial, para que esos recuerdos no se transformasen en sueños demasiado rápido.

La Vallada 2014 es unos de los vinos que elabora Olivier Rivière dentro de la D.O.Arlanza ;  sus uvas proceden de un viñedo en altura en Covarrubias, y esta elaborado con tempranillo y un pequeño porcentaje de garnacha , cultivadas en ecológico de viñedo viejo, a una altura entre los 950 y los 1000 m , con rendimientos muy muy bajos y con paso por barrica francesa de 12 meses de crianza ; presenta un color rojo cereza de capa media, ribete granate, lagrima fina y persistente para un volumen alcohólico del 13,5 % ; en nariz fruta roja madura, con buena intensidad, toque mineral y madera muy en segundo plano, con un amable toque rústico que muestra su sello Arlanza, y alguna nota de violetas  ; poderosa entrada en boca, amplio, cuerpo medio , taninos ya muy bien ensamblados, acidez equilibrada y el alcohol apenas despunta, como sucede con la madera , final discreto en el que si queda ese regusto a la barrica. Un vino que evoluciona mucho al segundo día, recomendable airear . Un buen Arlanza con un inevitable toque riojano, recomiendo guardarlo unos meses más .

R.


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