Revista Salud y Bienestar

La verdad desnuda sobre la mala praxis en anestesiología (5) [Final]

Por Lemalpartida
La verdad desnuda sobre la mala praxis en anestesiología (5) [Final]
Fuente: "Responsabilidad Médica" del Dr. Moisés Ponce Malaver.
Inobservancia de normas y procedimientos

Es una forma de acción culposa que acontece cuando, existiendo una normativa u orden verbal o escrita dispuestas con fines de prevención de un daño y ejecutada por un superior responsable, el subalterno no le da cumplimiento, generando un daño al paciente. Puede circunscribirse a la esfera administrativa si no ocasiona daño al paciente.
Ejemplos:
  • Omisión o defecto en la confección de la historia clínica.
  • Realizar el interno de medicina o el médico residente actos no autorizados o sin la debida supervisión.
  • Abandonar el hospital sin autorización.
  • Abandono de la guardia.
  • No obtener la autorización del paciente o familiares en casos quirúrgicos (caso omiso a la directiva del consentimiento informado).
  • No exigir la evaluación precisa de cardiología del riesgo quirúrgico cardiovascular.
  • No revisar equipos de anestesia y exámenes preoperatorios del paciente y dejar de consignarlo en el "check list"
  • No supervisar las tareas del personal auxiliar, que debe cumplir con las indicaciones dadas por el médico.
  • Abandonar sin dejar a otro anestesiólogo como sustituto a pacientes que se están operando.
Incriminación: surge de la actitud comprobada de indiferencia o desprecio por la salud o la vida del paciente.
La verdad desnuda sobre la mala praxis en anestesiología (5) [Final] Causalidad.
Para ser incriminado judicialmente tiene que existir una relación causa–efecto (desacato a normas–daño o muerte), que debe ser directa, próxima y la principal del resultado. "El médico no quiere la consecuencia dañosa pero SÍ quiere obrar imprudentemente o con negligencia".
Ejemplos:
  • Omisión o no aplicación del tratamiento adecuado que priva al enfermo de su posibilidad de curación.
  • Falta de rapidez en una intervención quirúrgica o médica (hemorragia o infección): No operar por no haber sido hecho el depósito de la garantía por la compañía de seguros o los familiares estipulada en el reglamento.
No son imputables los riesgos:
-que provienen del propio ejercicio de los procedimientos (una cirugía cardíaca a un bebé).
-conscientemente asumidos por quienes se someten a ellos (un trasplante de hígado).
-de reacciones anormales e imprevistas del propio paciente que, en el estado actual de la ciencia, aunque pudieran anticiparse son difícilmente evitables (rechazo del paciente al órgano trasplantado).
Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y en pleno conocimiento de las cosas, mayor será la obligación que resulta de las consecuencias posibles de los hechos. No hay delito si el daño o la muerte se producen por culpa de la propia víctima o de terceros. Donde se han adoptado todas las precauciones, no se puede reprochar penalmente negligencia, no obstante el resultado dañoso.
La verdad desnuda sobre la mala praxis en anestesiología (5) [Final] Iatrogenia
Es el daño en el cuerpo o en la salud del paciente, causado por el médico a través de sus acciones profesionales, conductas o medios diagnósticos, terapéuticos, quirúrgicos, etc., y que este daño o resultado indeseado no le es imputable jurídicamente. Es decir, la iatrogenia es el resultado nocivo que no deriva de la voluntad o culpa del médico en la producción del daño, sino es producto de un hecho imprevisto (o, mejor dicho, imprevisible) que escapa a toda posibilidad de ser evitado por los medios habituales o normales de cuidado individual o colectivo.
Ejemplos:
  • Malformaciones congénitas en el feto por ingesta de la embarazada de anticoagulantes o antiarrítmicos necesarios para el tratamiento de una cardiopatía.
  • Fractura de costillas por masaje cardíaco en una reanimación cardiopulmonar avanzada.
  • Ulcera duodenal aguda generada por la administración de dosis altas de corticoides, siendo éste el tratamiento indicado.
  • Formación de cicatrices queloides.
En conclusión: el paciente tiene derecho a la salud y al bienestar, pero no a la curación. No todo tratamiento tiene necesariamente que ser exitoso, pero sí debe ser realizado observando todas las medidas de precaución y con personal médico competente.

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