La vergonzosa era de los esclavos (Un vistazo a España desde el futuro)

El rastrero coqueteo del socialista Pedro Sánchez con los que odian y quieren despedazar España está tiñendo el país de ignominia y demostrando que el mayor problema de España es la bajeza de sus políticos y la perversión de sus partidos. En un futuro no muy lejano, quizás antes de que transcurran tres décadas, el mundo se avergonzará de los españoles de hoy por haber sido esclavos indignos, sometidos a una clase política sin grandeza, decencia, valores democráticos ni méritos suficientes para dirigir la nación. Nuestros nietos se sentirán sorprendidos cuando estudien la época de sus abuelos y vean como se sometieron, sin rebelarse ni protestar, a políticos ineptos y tan ajenos a la democracia como a los valores mínimos que son exigibles para gobernar naciones libres en el mundo occidental. --- Nuestros nietos se reirán de nosotros desde el futuro y se sorprenderán de la cobardía de nuestras generaciones por soportar sin protestar gobiernos descontrolados, falsas democracias y dosis insoportables de corrupción, injusticia, abuso de poder y marginación.

Dirán de nosotros que fuimos un pueblo de esclavos por soportar en el poder a tipos como Gonzalez, Aznar, Zapatero, Rajoy y (probablemente) Pedro Sánchez, que gobernaron sin tener en cuenta la voluntad popular, incumpliendo promesas electorales y sin respeto alguno a la ciudadanía y a la democracia.

Ellos, nuestros actuales nietos y sus hijos, habrán recuperado en el futuro la dignidad y la decencia y podrán disfrutar ya de gobiernos más éticos y dignos, donde la democracia funcionará y los actuales vicios del poder, sobre todo la corrupción y la opresión de la ciudadanía, se considerarán insoportables y habrán sido erradicados.

Las generaciones futuras nos miraran con lástima por haber soportado tanta desvergüenza en el corazón del Estado y una clase política sin una gota de respeto a la democracia, que ni siquiera se ruborizaba al nombrar jueces, al comprar medios de comunicación, al cambiar votos por impunidad, a pactar con enemigos ideológicos y al permitir desde el gobierno que los ciudadanos fueran engañados, estafados y obligados a pagar impuestos tan injustos como desproporcionados.

En el futuro se sorprenderán de la inmensa ineptitud de los políticos actuales, que todo lo que tocaron lo estropearon o empeoraron, tipos que alimentaron desde el poder la corrupción, el independentismo y el desprestigio de España, que maleducaron y embrutecieron a la población sin otro objetivo que gobernar sin obstáculos ni resistencias y que aniquilaron la armadura ética del país Pero de lo que más se van a sorprender es de la enorme cobardía de los españoles, que dejaron a los políticos hacer barbaridades inconcebibles en un pueblo moderno y libre, permitiéndoles gobernar a capricho, cargados de privilegios inmerecidos, derrochando dinero, endeudando a la nación y fraguando alianzas inesperadas y contra natura, como si fueran sátrapas de la edad antigua.

La falta de controles y exigencias a los políticos en nuestra época nos hará pasar con vergüenza a la Historia y obligará a los habitantes del futuro a estudiar bien la degradación de España para que sirva de "vacuna" a las generaciones futuras y nunca mas aparezcan sobre la faz de la Tierra pueblos tan cobardes. Las escuelas y universidades estudiaran el terrible "modelo" de aquella España sometida para que nunca repitan una experiencia tan vergonzosa, cuando los ciudadanos, convertidos en manadas, se dejaban pastorear y maltratar por partidos políticos capaces de pactar con el mismo diablo con tal de gobernar, organizaciones sin democracia, y por líderes que ni siquiera poseían valores o méritos suficientes para regentar una tienda o para presidir una comunidad de vecinos.

La etapa de la Historia de España que va desde el triunfo de los socialistas en 1982 hasta bien entrado el siglo XXI, cuando Pedro Sánchez, aliado con enemigos de España alcanzó el poder y convirtió el gobierno de España en una opereta tragicómica, será una etapa incomprensible y vergonzante en un futuro donde sólo los mejores accederán a cargos públicos de relevancia y donde, para ser político y desempeñar cualquier cargo público, habrá que superar las mas rigurosas pruebas y demostrar alta formación, títulos, méritos, capacidad de servicio y muchos otros valores.

(Este artículo es producto de un ejercicio de análisis y literatura en la más real Política Ficción)