Revista Cultura y Ocio

La vida después, de Marta Rivera de la Cruz

Publicado el 09 noviembre 2011 por Goizeder Lamariano Martín
La vida después, de Marta Rivera de la CruzTítulo: La vida después Autora: Marta Rivera de la Cruz Editorial: Planeta Año de publicación: 2011Páginas: 395ISBN: 9788408104773

Cuando vi este libro entre las novedades de la editorial Planeta enseguida me llamó la atención. Me sonaba el nombre de la autora, aunque no había leído nada suyo. Y el argumento de la novela me fascinó. Lo tenía claro. Quería leer el libro. Así que se lo pedí a la editorial que, muy amablemente, me lo envió a los pocos días. Y pocos días es también lo que me ha durado la novela. Tres, para ser exactos. Sus casi 400 páginas me han sabido a poco y me he quedado con ganas de más, de mucho más. Quiero saber qué les depara el futuro a todos los personajes.

A Victoria, a Marga, a Solange, a Shirley, a Chloe, a Herder, a Douglas Faraday... Victoria Suárez de Castro es una cuarenteañera que vive en un lujoso ático de Nueva York con Herder Van Halen, su multimillonario marido. Los dos son profesores de universidad pero mientras Victoria se conforma con lo que tiene, se resigna y no aspira a nada más, Herder quiere convertirse en senador.
Su aparente vida envidiable y perfecta cambia cuando recibe una llamada de Madrid. Su mejor amigo, Jan, Javier Alonso Nance, acaba de morir. Y Vic vuela a Madrid para asistir al funeral. Allí se reencontrará con Chloe, la ex pareja de Jan y la madre de su hija, Solange. Chloe es una parisina que trabaja como fotógrafa de moda. Es elegante, independiente, moderna y, por encima de todo, egoísta, siempre lo ha sido y parece que con los años va a peor. Solange también es egoísta pero, sobre todo, es una adolescente rebelde, con un fuerte carácter y muy prepotente. En Madrid Vic también se reencontrará con Marga, la esposa de Jan, una mujer sumisa, humilde, dócil y bondadosa. Tanto que de buena parece tonta. Pero en realidad es mucho más inteligente de lo que parece. Lo mismo que su madre, Shirley, una inglesa neurótica y obsesiva, sin pelos en la lengua, con pánico a volar y una excesiva dependencia a las pastillas y a los psicólogos. Estas cuatro mujeres, Chloe, Marga, Shirley y Solange están convencidas de que Vic está enamorada de Jan desde que lo conoció en la universidad. Están seguras de que no eran solo amigos, sino que en realidad fueron mucho más. Si no pareja, sí al menos amantes. No creen que haya sido sincera, no se fían de ella y no le pondrán las cosas nada fáciles. Pero Vic y Jan eran amigos, los mejores amigos del mundo y esa amistad tan intensa, tan especial, tan perfecta, tan suya, despertaba y todavía despierta la envidia y los celos de muchas personas. De demasiadas, muchas más de lo que Vic puede soportar. Se siente abandonada, traicionada, sola, desdichada. El dolor, la tristeza, la pena, la nostalgia y los recuerdos han podido con ella. Con la perfecta Vic, la que siempre puede con todo, la que nunca necesita a nadie, la que siempre está ahí cuando se le necesita. Pero quizá ni ella ni su vida sean tan perfectas como parece. Por eso necesita azúcar, mucho azúcar, bombones, tartas, crêpes, pasteles, lo que sea con tal de calmar esa ansiedad que siente desde que su vida se puso patas arriba. En pocos días Vic viaja de Nueva York a Madrid y después a Londres para de ahí hacer un viaje muy especial a Berlín. Después de volver a Londres, regresa a Madrid. Pero no estará sola en todos estos viajes. Le acompañarán Marga, Shirley y Solange. Las cuatro mujeres parten en busca de Douglas Faraday, un anciano anticuario de Londres, el perfecto caballero inglés, un desconocido que, de formas muy distintas, va a salvarles la vida a todas ellas. La vida después es una novela de personajes entrañables, inolvidables, tiernos, únicos. Unos personajes a los que es imposible no cogerles cariño, no odiarles, no sentir lástima por ellos, no compartir su alegría, no reír y llorar con ellos. Porque son unos personajes cercanos, unos amigos de toda la vida con los que nos reencontramos en una situación dura, injusta, cruel, triste y, ante todo, dolorosa, muy dolorosa. Porque para todos los personajes es difícil afrontar la vida después de Jan. Él era lo único que tenían en común, su vínculo, su unión. Y ahora que él no está, los conflictos, los enfrentamientos y los sentimientos brotarán sin que ninguna de ellas pueda hacer nada por evitarlo. O tal vez es que no quieren. O no saben. Sin embargo, poco a poco, gracias a las sorpresas, los descubrimientos y los giros inesperados que sorprenderán no sólo a los lectores, sino especialmente a las propias protagonistas de esta historia, el odio, la envidia, el rencor, el dolor, la tristeza y el duelo darán paso al amor, la amistad, la ternura, la comprensión, el cariño y la lealtad. Con un ritmo trepidante y una trama sorprendente, la autora nos atrapa y nos seduce con una historia cercana y al mismo tiempo increíble, una historia en la que el pasado y el presente se entrecruzan, una historia que nos habla de las pequeñas cosas, de sentimientos, de quiénes somos y quiénes queremos ser en realidad, de cómo nos vemos y cómo nos ven los demás. Una historia de amor, de amistad pero, ante todo, una historia de valentía, de coraje para afrontar el día a día, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Una historia que nos enseña a valorar la vida, la de antes, la de ahora y, sobre todo, la de después. Una historia que nos muestra que la vida después también vale la pena y que incluso puede ser de película.

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