Revista Cine

La vida en el cine… (o el cine en la vida)

Publicado el 24 septiembre 2012 por Banacafalata

LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
- Qué bonita - ¿Qué? - La vida.
Eso le dice Anne (soberbia Emmanuelle Riva) a George, su marido, (estupendo Jean Louis- Trintignant) mientras ojeaba unos álbumes de fotos haciendo balance de su vida, en la crudísima ‘Amour’.
- Todos vemos irse a los que nos hicieron ser.
Y esto otro dice la pequeña Hushpuppy (interpretada por la niña Quvenzhané Wallis), demostrando gran madurez ante las adversidades, en la sublime ópera prima ‘Bestias del sur salvaje’.
Pienso que el cine es un vehículo de emociones, de sentimientos. Un modo de compartir tristezas, alegrías o inquietudes. También creo que si una película no te emociona no es (o al menos no del todo) una buena película. Ojo, hay muchos modos de emocionar no hay porque recurrir a elementos que provoquen la lágrima fácil. Normalmente una película emociona cuando refleja, bien, la vida. Aunque sea ficción.
Cuando Georges y Anna se miran cómplices pese a estar llenos de dolor, ‘Amour’ emociona. Cuando se escucha la maravillosa (y metafórica) voz en off la pequeña Hushpuppy, ‘Bestias del sur salvaje’ emociona. Cuando tras la tensión todo llega a la calma y aplausos interrumpen la proyección, cualquier película es capaz de emocionar.
Sólo hay que sentir.
El Festival de San Sebastián emociona por sí sólo. En la capital guipuzcoana  se respira, siente, disfruta y vive CINE. Pero CINE con mayúsculas. No hay ninguna experiencia cinematográfica (al menos que yo conozca) comparable a ver una película en el imponente Kursaal 1. Atrás no se queda el precioso Teatro Victoria Eugenia. No hay nada comparable ha hacer una interminable cola, entrada en mano, en la que todo el mundo habla y sabe (más o menos, de una forma u otra) del séptimo arte.
Yo he tenido la suerte de vivir esas experiencias. De disfrutar de dos días de Zinemaldia y en ellos, de cuatro películas. Breve estancia pero, y que no suene a tópico, muy intensa.
CRÓNICA DE UN FIN DE SEMANA EN EL ZINEMALDIA
En esta edición el Zinemaldia cumple 60 años de su primera edición. Por ello, la preciosa ciudad (aún más preciosa por éstas fechas) se viste de gala para acoger a multitud de estrellas que pisaran su alfombra roja hasta el próximo sábado en el que conoceremos el palmarés.
La película elegida para inaugurar la Sección Oficial es ‘ARBITRAGE (EL FRAUDE)’, la ópera prima en clave de thriller del director Nicholas Jarecki. 
En la sección paralela, Zabaltegui - Perlas, la encargada de cumplir esa misma función ha sido el drama dirigido por Michael Haneke, ‘AMOUR’, una desconcertante y durísima historia de amor que viene de ser premiada con la Palma de Oro en el pasado Cannes y con el premio FIPRESCI de la crítica internacional.
He tenido la suerte de disfrutar de ambas cintas y de dos de las sensaciones en lo que llevamos de festival, ‘ARGO’, el último y alabado thriller de Ben Affleck como director y la asombrosa ‘BESTIAS DEL SUR SALVAJE’, ópera prima del joven Benh Zeitlin. Ambas además cuentan con muchas opciones de cara a los próximos premios Óscar.
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
‘ARBITRAGE’ es un cuento elegante y sobrio sobre la traición y las mentiras en clave de thriller de temática bursátil. Pese a éstas dos positivas características, a mi parecer, ésta ópera prima carece de ritmo e incluso aburre. Interpretaciones interesantes, destacando a la joven Brit Marling, pero sin un Richard Gere en este estado de lucidez del que todos hablan. No encajo con ‘Arbitrage’ desde el principio. Me cuesta prestarle atención y a pesar de mis intentos acabo desconectando y perdiéndome en su argumento. Lo más destacable es la atmósfera que rodea al film. Una buena fotografía que conjuga perfectamente con el notable montaje. Pero lo mejor es la partitura que compone Cliff Martinez, quien ya nos trajo la joyita musical de ‘Drive’.
‘ARBITRAGE’ narra la historia de un magnate de los negocios y propietario de una entidad bancaria al que todo le va bien hasta que encadena una serie de mentiras y actos en absoluto positivos para su vida y su negocio. A partir de eso, ‘ARBITRAGE’ representa (o quiere representar) un descenso a los infiernos además de una feroz crítica social que se queda en una crítica social descafeinada.
Algo interesante en este thriller es la definición de los personajes. Compuestos a la perfección pero no interpretados de ésta forma. El conflicto de emociones respecto a éstos personajes que, Jarecki, provoca al espectador (sentir simpatía por el personaje de Gere, no es en principio fácil, pero la sientes) es algo más que interesante. Aunque la previsibilidad del film y alguna que otra escena bastante mal construída hacen que virtudes como ésta queden tapadas por las numerosas taras con las que el espectador se encuentra.
En definitiva se observa que ‘ARBITRAGE’ es un thriller que no aspira a nada, digamos “de segunda división” que  decae en ciertos momentos pero que gracias a su atmósfera elegante y sobria logra salvarse de la quema e incluso resolver sus agujeros de manera solvente y consiguiendo ser una película que “relativamente” funciona pero que no convence. Parece que San Sebastián la ha elegido como film inaugural simplemente para atraer a dos estrellas de la talla de Richard Gere y Susan Sarandon (quien, por cierto, aparece en contadas escenas), hecho que en absoluto me parece malo. 
Flojita, hablando en plata.
Lo mejor: Su atmósfera sobria, seria y elegante. Lo peor: No logra convencer en ningún momento. Quizás hacía falta que el film fuese algo más ambicioso.
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
Sin duda, la otra cara de la moneda sería ‘ARGO’, último trabajo en la dirección de Ben Affleck. Un thriller que, en este caso, es más que solvente, en clave socio-político que además supone también una crítica ácida a los magnates de Hollywood representados por los dos estupendo personajes interpretados de manera brillante por John Goodman y Alan Arkin (ambos de Óscar) que provocan momentos hilarantes y de pura carcajada.
‘ARGO’ mantiene la tensión inicial hasta el final (que provoco una ovación cerrada en la proyección), y no sólo eso, el film es un perfecto popurrí de géneros del que no puedes salir, que te atrapa y te clava al asiento. Cierto es que el final resulta algo previsible y demasiado fácil pero ‘ARGO’ es la demostración de cómo hacer CINE con mayúsculas apostando por el puro entretenimiento, del bueno.
Muy destacable el reparto, como he dicho, Goodman y Arkin están verdaderamente estupendos pero no sólo ellos, también Bryan Cranston y… ¡Ben Affleck! ofrecen interpretaciones creíbles y muy interesantes. 
Y es que ‘ARGO’ resulta creíble en todo momento. Debido a una más que conseguida estética retro que se observa desde que aparece el logotipo de Warner (sí, prestadle atención) y de la que es artifice, en parte, la fotografía de Rodrigo Prieto.
P-E-L-I-C-U-L-Ó-N, con todas las letras. Entretenimiento, tensión sin pausa y risas aseguradas en la película que (y sé que no soy el primero en decirlo) va a llevarse el Óscar. Una película que va de frente, que plantea y cuenta muy bien lo que quiere contar y que te lleva por dónde ella quiere sin que tú lo notes, debido a un guión perfectamente construido. Buen cine comercial americano sin perder un ápice de seriedad ni de interés social y añadiendo tintes paródicos, homenajes y crítica a diestro y siniestro.
Es difícil que se te salten las lágrimas al terminar de ver una película como ésta, bueno, pues a mí me ha ocurrido con ‘ARGO’
Lo mejor: Los diálogos entre Goodman y Arkin y el uso de la tensión narrativa. Lo peor: Quizás resulte pelín previsible en ciertos momentos
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
Me cuesta mucho hablar de la siguiente película. Se trata de ‘AMOUR’, lo último del siempre polémico Michael Haneke. Al salir de la película (aparte de éstar destrozado completamente) te encuentras con un dilema y es que la película ésta entre “Obra maestra absoluta” y “¿Pero esto qué es?” sin llegar a ninguno de esos dos extremos.
Haneke proporciona 80 minutos íntimos, bellos y puros dignos de una gran historia de amor, con todo el dolor y la ternura que conlleva el amor puro. Secuencias pausadas, sin ser aburridas, llenas de miradas y frases contundentes, llenas de silencios. Durante esa (casi) hora y media, Haneke te lleva de la mano por un camino lleno de momentos que rebosan vida y belleza pese a que representan la muerte y la tristeza (sólo hay que ver esa primera secuencia). Momentos mágicos que son un goce para los sentidos, que te ponen la piel de gallina y que cuando se plagan de silencios que son interrumpidos por la música de un piano, cuando eso ocurre, la cinta es capaz de emocionarte de verdad.
La frialdad más absoluta se hace presente cuando una serie de acontecimientos extremadamente duros parecen querer decirnos: - Espectador ingenuo, ¿cómo has podido pensar que Haneke iba a darte algo tan tierno?.
Haneke ya no te va soltar. Te machaca y ametralla durante 45 minutos asfixiantes que representan el dolor más absoluto y sin ningún tipo de envoltorio que suavize esas escenas tan extremas.
Cuando te suelta, es cuando ya estas completamente revuelto y destruido. Y es cuando te haces la ansiada pregunta ¿Me ha gustado esta cinta?. Y la respuesta sería: No lo sé. ‘AMOUR’ es una cinta que necesita reposo, que no puede valorar 5 minutos después de verla, porque al día siguiente tu opinión va a ser completamente distinta.
‘AMOUR’ es una buena película. Magistralmente rodada. Demasiado perfecta en éste aspecto. Que cansa y fatiga. Y cuya principal baza son una pareja de actores que realizan dos interpretaciones increíbles, Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant, dos interpretaciones absolutamente reales y que cargan con la mayor parte del peso dramático de la cinta. Si el mundo es justo, deberían estar nominados A TODO.
Lo mejor: Los primeros 80 minutos y los dos protagonistas. Lo peor: No hace falta ser tan extremista en ningún aspecto, amigo Haneke.
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
LA VIDA EN EL CINE… (O EL CINE EN LA VIDA)
                                                                                                                                              Y dejo lo mejor para el final. La película con la me he despedido de San Sebastián ha sido la gran sorpresa indie en USA, se trata de ‘BESTIAS DEL SUR SALVAJE’ (en adelante, ‘BESTIAS’) la ‘The Tree of life’ del 2012 (salvando las distancias y aclarando que son películas muy distintas pero con cosas en común).
Podría decir que ‘BESTIAS’ es el film más asombroso, mágico y estimulante que he visto en mucho tiempo. Os diría que es sublime y muy emocionante y aún me quedaría corto. Destacaría que esta llena de inercia y de metáforas que, paradójicamente, hacen del film una cinta sorprendentemente sencilla. Y si os dijera que es la mejor película de lo que llevamos de año, no me creeríais. Bueno pues os digo todo esto y más.
Desde una mirada inocente, la cinta te habla de la vida de manera más pura y a la vez fantástica. Una poesía que habla de muchas cosas, habla de la relación paterno-filial, de la madurez, de la valentía y de la muerte siendo además una auténtica epopeya con ligero trasfondo medioambiental.
Quvenzhané Wallis protagoniza la cinta y no sólo eso. Ella es la cinta. Una interpretación completamente pura que se complementa con la de Dwight Henry, en un papel menos lúcido pero también más duro.
Una banda sonora que emociona por si sola y de la cual todos los temas encajan a la perfección con el contexto de la narración y un apartado técnico verdaderamente notable para una ópera prima sin apenas presupuesto.
Poco más que decir… y es que es una película que merece ser vista sin saber apenas con que te vas a encontrar. La ópera prima de Benh Zeitlin es una película bella. Y no hay más que hablar.
Lo mejor: Todo Lo peor:  Nada

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