Revista Coaching

La vida no tiene que ser una lucha

Por Elizabeth Garcia @LParadoja
La vida es simple, pero nosotros insistimos en complicarla…
La vida no tiene que ser una lucha
Parece que siempre estamos luchando…
Luchamos para que las cosas salgan como nosotros queremos, luchamos con tratar de que las personas piensen como nosotros, que vean las cosas como las vemos nosotros, luchamos por mantener las creencias con las que crecimos, aun cuando sabemos que muchas veces no encaja con lo que somos, luchamos contra nuestros jefes porque no nos aceptan como somos o porque no valoran nuestro trabajo, luchamos por tratar de hacer más cosas cada día, luchamos, luchamos y luchamos…
¿Qué pasaría si dejamos de luchar y en lugar de estar en contradicción con la vida, nos adaptamos al flujo de la misma?¿Dejar de ir en contra corriente para empezar a vivir plenamente?
Y por supuesto que no estoy diciendo que no deberías tener metas y aspiraciones, o una visión o un plan, no, claro que no me refiero a eso. Es importante tener tu visión en la vida, establecer tu dirección, conocerse y reencontrarse con uno mismo y darse la oportunidad de conocer el mundo.
Sin embargo pienso que una vez que hemos establecido el rumbo que vamos a seguir y nos hemos enfocado para seguir esa dirección y mantenernos en dicho camino, entonces deberíamos dejar fluir todo, aceptar la vida como viene, vivir y disfrutar del el paseo. Permanezcamos en nuestro camino, al fin de cuentas fue nuestra elección, pero dejemos de luchar con todo lo que vaya apareciendo en él.
Luchar y luchar contra la vida solo nos hace lamentarnos y perdernos de nuestra vida. Es una batalla que solo logra cansarnos, fatigarnos y además nos perdemos la oportunidad de valorar nuestra grandeza e incluso de dejar de asombrarnos con las cosas pequeñas.  Todo se trata de ganar o perder, de nosotros o ellos, de lo bueno o lo malo, de tener la razón y que los demás están equivocados… ¿No es realmente agotador?
¿Y si en vez de ir contra lo que se presenta en nuestra vida, mejor cambiamos nuestras ideas, pensamientos y creencias? ¿Y si empezamos a aceptar la vida cómo es? Entonces la energía que gastamos para luchar, ahora la podríamos utilizar de una nueva manera, un poco más sana y con más éxito.
Lo que intento transmitirte al momento de decirte que dejes de luchar es que fluyas con la vida y no contra la vida. De hecho hay momentos en la vida donde la lucha es necesaria porque nos hace crecer, pero también hay momentos en que la lucha es un comportamiento que no nos sirve y debemos saber la diferencia para guardar la lucha para las cosas verdaderamente importantes.
Una lucha innecesaria es realizar las actividades sin alegría, sin pasión, sin ganas de vivir. La vida no requiere que luches contra ella y cuando esto sucede, no estas en alineación con la vida. Cuando estas en alineación con la vida, sientes alegría, entusiasmo, paz, amor, energía, el flujo es suave. Realizas las cosas con entusiasmo, vives entusiasmado, la inspiración fluye.
Cuando luchas, se crea una energía negativa, un conflicto, se genera el estrés, la ansiedad o el miedo. Cuando sientes que las actividades que realizas no te gustan o no te sientes bien con ellas, y sientes que son una lucha para ti, no estas siendo alineado con tu verdadera naturaleza, estas siendo incongruente contigo mismo. Además está acumulando mala energía que hará tus luchas aún más pesadas y te sentirás atrapado en tu propia vida. Todas las personas somos diferentes y tenemos una expresión natural diferente.
Si sientes que tu vida es una luchas, tal vez sea el momento de hacer un alto y reflexionar sobre tu vida, ¿Qué es lo que estás haciendo para que sientas que tienes que luchar y sea tan pesado? Analízalo, probablemente el camino que has escogido no ha sido precisamente el que va con tu naturaleza y valdría la pena evaluar, si es conveniente mantenerte en ese camino o si ha llegado el momento de cambiar de dirección. Y si decides mantenerte en el mismo camino, deberás ponerle buena cara a cualquier mal tiempo que este por venir y déjalo fluir..
La vida es para disfrutarla no para padecerla.
Para terminar te dejo con este pensamiento…

La vida es una aventura... ¡rétala!
La vida es tragedia… ¡encárala!
La vida es una promesa… ¡cúmplela!  
La vida sigue su curso… ¡fluye con ella!
La vida es amor… ¡disfrútala!


La vida es como una montaña rusa, tú puedes gritar cada vez que haya un bache, o puedes tirar las manos al aire y disfrutarla.
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