¿La vida personal influye?

Vaya pedazo de título para un post, pero es que no se me ocurría otro la verdad. Y por más vueltas que le daba no he podido sacar de mi cabeza uno más directo y que produjese una respuesta inmediata por parte de vosotros, queridos lectores.

Pero antes que nada voy a comentar un poco el por qué de este post. Seguro que en más de una ocasión, yo mismo, hemos podido decir esa frase de “es que este actor o actriz me cae mal”.

¿Te cae mal? Ejem, ¿por qué tienes ese sentimiento? Porque si es por su vida personal, que a veces caemos en ese error, tendríamos que alejarlo y diferenciarlo de su vida artística. ¿O no?

Hace tiempo, cuando estrenaron la película The Wrestler (El Luchador) leí unos comentarios en Blog de Cine. En ellos creo que una fémina decía que Mickey Rourke le caía mal (todo esto lo digo de memoria, con lo que igual las frases no son exactamente iguales, pero sí el sentido de las mismas). Con lo que The Rock Actitud (habitual comentarista de ese blog -un saludo si nos lees 

 -) respondió'¿has cenado con él?'. Demostrando que muchas veces el término 'me cae mal' parece que se refiere más a lo que los actores y actrices hacen en su vida privada, pero no en su vena artística.

Cuando se menciona el nombre de Penélope Cruz o Javier Bardem (ahora mismo en los tabloides a raíz del parto de la primera -si hubiese sido del segundo nos habríamos hecho eco aquí-), parece que a muchos les viene a la cabeza declaraciones suyas o simplemente su personalidad (la cual puede caerte bien o mal, pero no deja de ser una faceta que no tiene que reflejar cómo son realmente), y la negatividad sale a la luz respecto a ellos.

Yo mismo no aguanto a Antonio Banderas. Pero no lo aguanto cuando lo veo actuar. Quizás porque no me lo creo la mayoría de las veces. Es decir, lo valoro según sus películas. ¿Se valora a los anteriormente citados de la misma manera? Ejem, no os confundais, porque va a haber muchos más ejemplos, no es que esté rompiendo una lanza a favor de nuestros actores más internacionales, si no simplemente que a veces confundimos las churras con las merinas. Es como si eres demócrata y no te gusta Robert Duvall por tener una ideología republicana (o Bruce Willis, o Chuck Norris -bueno a este directamente no te puede gustar por se mal actor y punto-), o al revés.

Hay algunos casos, que a mí personalmente me han dejado estupefacto y sí me han influído prejuicios (como digo, no tendría que ser así, pero nadie está libre de pecado) a la hora de valorar a un actor. ¿Os acordais de Adrien Brody conduciendo por una ciudad catalana cuan piloto de Speed Racer se tratara? Bueno, pues lo puse en mi lista negra de actores “atontaos” directamente. Aunque como he explicado, no tendría que ser un obstáculo para ver sus películas y analizar sus interpretaciones, pero algunas cosas te llegan al alma quieras o no.

Robert Downey Jr., Charlie Sheen, Nick Nolte, Winona Ryder y un larguísimo etcétera de famosos han sigo juzgados por varios delitos (posesión de drogas, exceso de velocidad, cleptomanía, etc.), a la larga o a la corta han podido hacer naufragar su carrera. A veces han salido airosos y han renacido cuan Ave Fénix, pero otras como que la cosa ha estado muy pero que muy difícil. Porque una cosa es que seas cocainónamo o alcohólico y otra bien diferente es que te acusen de…

Pederastia. Que es lo que les pasó a Jeffrey Jones (director de la escuela de Ferris Buller en Todo en un Día) y a Paul Reubens (protagonista de La Gran Aventura de Pee Wee Herman y padre de El Pingüino en Batman Vuelve). Esa losa digamos que no es que sea pesada, si no determinante. Aunque os recomiendo leer el enlace que tenéis más arriba para saber más sobre dicho tema.

Si bien este post quería hacerlo para demostrar que tendríamos que diferenciar entre la vida privada y la artística (que muchas veces no tenemos en cuenta dicha línea), hay momentos donde yo mismo me salto dicha regla. ¿Os acordáis de Farruquito? El que iba en un coche que no era suyo. Sin carnet. Que atropelló y mató a una persona. Que no lo socorrió. Se dió a la fuga y luego quiso incriminar a su hermano pequeño porque al ser menor no le iba a caer condena. ¿Ya os viene a la mente? Pues según muchos dicho acto no tenía que erosionar su carrera artística (bailarín de flamenco). Bueno, pues ahí nunca estaré de acuerdo. Pero entramos en las opiniones personales. Igual es que me he vuelto muy radical y no me he dado cuenta.

¿A vosotros os pasa eso a veces? ¿anteponéis la vida personal de un actor/ actriz (etc) sobre su vida artística y por ello os “cae mal”?