Revista Coaching

La Vida vivida

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

La Vida vivida

A veces, intento entender la vida y otras me doy cuenta de que quizás no hace falta. De que tal vez solo es necesario vivirla, sentirla y estar abiertos a lo que viene sin esperar nada concreto.

¿Te ha pasado que piensas tanto en cómo vivir que no vives?

¿Que te preocupas tanto por hacerlo bien que no lo haces o si lo haces casi ni lo notas porque estás demasiado preocupado por el resultado?

¿Has tenido lo que sueñas ante ti y se te ha escapado por el desagüe porque te daba tanto miedo abrazarlo y no estar la altura que no pudiste soportarlo?

¿Te has mirado al espejo y has pensado que hay metas que nunca podrás alcanzar y sueños que no son para ti?

Y a pesar de todo, has seguido adelante... Intentando vivir, pero sabiendo que no vives de verdad. Que solo imaginas que vives porque te pasas los días midiendo, esperando, contando, luchando, esforzándote para que los dioses vean los méritos que acumulas y se decidan a darte tu parte, que te llegue la recompensa que tanto anhelas, que por fin te toque un poco de esa felicidad que siempre ves pasar ante tu puerta y nunca se detiene.

¿Has vivido tan pendiente de conseguir y demostrar que no has notado ni la ropa que llevas puesta?

¿Has estado tan obsesionado con parecer que casi no eras?

¿Te ha pasado que esperando una vida mejor has perdido esta?

A veces, intento entender la vida y otras me doy cuenta de que es imposible comprenderla, que solo es necesario sondearla... Porque nos faltan tantas piezas del puzzle y la miramos tan desde abajo, con tanto miedo, con tanto recelo, con tanta angustia, esperando siempre que nos dé un mazazo enorme, esperando que nos dé aquello que nosotros somos incapaces de darnos... Esperando tanto lo bueno como lo malo que es imposible que la vida acierte... O eso pensamos, porque en realidad quien nunca acierta somos nosotros cuando la vivimos de puntillas y no nos prestamos a sentirla y a surcarla como merece. Sin embargo si nos permitimos aceptarla tal y como viene, tal y como es, seguramente es imposible que nos equivoquemos. Porque la vida vivida, incluso en cada tropiezo, es siempre intensa y maravillosa y nunca, nunca tiene desperdicio.

A veces, soñar nos ayuda a seguir adelante, nos motiva, nos estimula, y otras veces es una especie de placebo nos aparta de vivir el presente pensando en un futuro que puede que no llegue nunca.

La vida vivida es mejor que la vida soñada.

Fuente https://mercerou.wordpress.com/2023/06/19/la-vida-vivida/

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