Revista Maternidad

La violencia invisible

Por Maternarte
Mucho hay escrito sobre la violencia en general, y sobre la violencia física y hacia los niños en particular. No hace falta aclarar, me opongo con todas mis fuerzas a cualquier clase de violencia. Y también me opongo a la violencia invisible, esa violencia sutil, que está aunque no se vea. La violencia del no respeto, y esto abarca muchos matices: no respetar al ser, tratando a un sujeto como un objeto.Y eso en los bebés y niños se ve demasiado. Será que son seres tan vulnerables, tan indefensos, tan chiquititos. Y los adultos somos seres tan grandes. Y la relación de asimetría y de poder hacia un extremo es inevitable. Un "dejalo llorar" que pretende ser inocente, un "no le hagas tanto upa" que parece inofensivo, para empezar. Muchas personas tienen este discurso incorporado culturalmente, y no lo dicen con mala intención, pero no piensan, no toman consciencia de lo que dicen. Tal vez cuando ellos eran bebés, fue lo que aprendieron...Pero sobre todo siento que tratar a un bebé o a un niño como un objeto es violento. Y tratarlo como un objeto quiero decir no respetarle sus tiempos, presionandolo para que siga los del adulto; no mirar sus intereses, sus talentos, y querer ver los deseos del adulto, no los del niño (tal vez al niño le gusta pintar y el adulto desea que el niño sea futbolista)...Les hacemos upa y los llevamos con nosotros porque son chiquitos y nos necesitan, no porque sean objetos que podemos controlar y manipular, que con presionar un botoncito se duerman y con otro se despierten según nuestra voluntad; que con presionar otro botoncito tengan ganas de salir porque el adulto tiene que salir; que con presionar otro botoncito se coman toda la comida (y en cinco minutos, y a la hora que "se debe") porque se supone que tiene que hacerlo... justamente el idioma permite que aparezca la palabra clave: "presionar". "Presionar" a otro ser humano es violento, sea adulto, y sobre todo si es un bebé o un niño. Es cierto lo que dice Laura Gutman, muchas veces los adultos han sufrido ese trato e inconscientemente y como algo "natural" lo llevan a cabo. Por eso lo que todos como adultos y cuidadores de bebés y niños tenemos que tratar de hacer es re-pensar el cuidado hacia los niños, para poder hacerlo de manera más consciente, más conectado con lo natural, al margen de los sufrimientos y dolores que cada uno haya padecido. Por supuesto, no se trata de sepultar e ignorar los sufrimientos y dolores que cada uno haya tenido que pasar, sino sacarlos a la luz y "llenarlos de luz", la única forma de sanarlos es reconociéndolos, y quedarán cicatrices, pero serán sufrimientos y dolores superados. El tema está en que los bebés y niños no tienen la culpa. Son seres inocentes, ingenuos, vulnerables, podríamos hasta decir "nuevos", son una "tábula rasa" donde quedarán inscriptas todas las experiencias que vivan, y ese será el adulto del mañana... que tendrá un niño a cargo, y que lo tratará como él ha sido tratado. 

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