La visita de Nefrología de rutina

Esperando en la sala de espera de la consulta de Nefrología Foto de: Ana Hidalgo Una de las cosas que más me gusta del hospital donde me visitan es, aparte de los grandes profesionales médicos, las vistas tan espléndidas que tienen, pues está justo enfrente del mar. Hasta no hace mucho, las sillas de las consultas estaban todas unas enfrente de otras, pero desde hace poco las han puesto todas mirando cara al mar. De ese modo, todos estamos mirando el magnífico paisaje mientras esperamos nuestro turno de visita.  Hoy el mar estaba picado, embravecido y revuelto, con unas olas impresionantes, pero lejos de estar la playa vacía, estaba llena de surferos, remontando las olas una y otra vez. Era un espectáculo bonito de ver.  Es una playa muy bonita, con una paseo marítimo lleno de personas que pasean, corren, patinan... y donde comienza a aumentar la afluencia de turistas. Es un lugar lleno de restaurantes, marisquerías, bares, hoteles, discotecas... en fin, un lugar de diversión y entretenimiento. Y ahí está el Hospital del Mar. En cuanto a mi revisión... hoy he conocido a una nueva nefróloga del equipo (con los años que llevo los mayores van dejando paso a los jóvenes), muy simpática y agradable.Ya estaba puesta al día de mi historial (cosa que me agrada mucho) y me ha hecho algunas preguntas básicas sobre otras visitas pendientes (ginecólogo, dermatólogo, digestivo...) Además, me han hecho rellenar una encuesta, que los estudiantes de medicina de nefrología estaban realizando,  para un proyecto sobre apps para optimizar el control de personas trasplantadas y su salud (o algo así). La analítica ha salido como siempre, el riñón está estable, la creatinina a 1,6 (para llevar más de 22 años trasplantada no está nada mal) y visita para dentro de 4 meses más.